Hay tres caminos que llevan a la sabiduría: La imitación, el más sencillo; la reflexión, el más noble; y la experiencia, el más amargo”Confucio
Pensad en ello la próxima vez que digáis, o escuchéis decir “necesito un maestro”. Porque más de lo que enseñan maestros como éste, nadie nos enseñará. Quizá sea el momento de dar el salto, dejar de tratar de imitar, y pasar a reflexionar, y, aunque sea duro, a experimentar.
2 comentarios:
Bueno, la experiencia a veces es amarga. A mi me está demostrando que hasta que no experimentas el dolor no estás preparado la siguiente vez para afrontarlo. Lo mismo pasa con el sufrimiento, la pena o el amor. O los sientes, o no sabes lo que son. Las experiencias te hacen fuerte.
Sí que es amarga, sí. Es mucho más fácil pisar sobre las huellas de otros. Pero, sin esas amarguras, quizá no podríamos saborear otros momentos más dulces.
La vida es constante aprendizaje...