EL VIENTO Y EL ALMA
Con tal vehemencia el viento
viene del mar, que sus sones
elementales contagian
el silencio de la noche.
Solo en tu cama le escuchas
insistente en los cristales
tocar, llorando y llamando
como perdido sin nadie.
Mas no es él quien en desvelo
te tiene, sino otra fuerza
de que tu cuerpo es hoy cárcel,
fue viento libre, y recuerda.Luis Cernuda
viernes, 9 de noviembre de 2007
[En otras palabras] El viento y el alma
Cuántas veces, al contemplar o sentir la belleza y el poder de la Naturaleza, algo indefinible se agita en nuestro interior, recordándonos que, incluso aunque lo hayamos olvidado, seguimos siendo parte de ella, y algo de esa belleza y ese poder late en nosotros.
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