viernes, 30 de mayo de 2008

[En otras palabras] El Ingenuo

Al menos por un día puedo disfrutar de la ingenuidad, y de las sorpresas sencillas... ¿quién sabe mañana qué puede ocurrir?

EL INGENUO

Cada aurora (nos dicen) maquina maravillas
capaces de torcer la más terca fortuna;
hay pisadas humanas que han medido la luna
y el insomnio devasta los años y las millas.

En el azul acechan públicas pesadillas
que entenebran el día. No hay en el orbe una
cosa que no sea otra, o contraria, o ninguna.
A mí sólo me inquietan las sorpresas sencillas.

Me asombra que una llave pueda abrir una puerta,
me asombra que mi mano sea una cosa cierta,
me asombra que del griego la eleática saeta

instantánea no alcance la inalcanzable meta,
me asombra que la espada cruel pueda ser hermosa,
y que la rosa tenga el olor de la rosa.


Jorge Luis Borges

miércoles, 28 de mayo de 2008

[Herramientas] Escoba




La escoba, es prácticamente el primer objeto que se viene a la cabeza de una persona que piensa en la palabra “bruja”. En todo caso, lo segundo por detrás del sombrero puntiagudo, pero siempre en un lugar central en la imagen mental de la bruja por excelencia. Pero ¿qué tienen que ver los wiccanos con las escobas? ¿Para qué usamos una escoba si no es para volar sobre ella?

¿Qué es una escoba?

Una escoba no es más que un cepillo de barrer. Lo más habitual es usar una específica fabricada con elementos vegetales, pero nada impide que la escoba de limpiar la casa sea a la vez una herramienta mágica y espiritual. Como ya dije cuando hablé del athame, lo importante es si sientes que usándola cotidianamente estás purificando tu ambiente, o si, por el contrario, te sientes como si cometieras un sacrilegio.

¿Para qué sirve una escoba?

La escoba se emplea para barrer y limpiar el espacio sagrado. Donde se acumula basura física, se acumula basura psíquica, así que el lugar donde se va a trazar un círculo debe estar siempre razonablemente limpio. Se puede barrer realmente con ella, o simplemente, una vez está el espacio limpio, deslizar la escoba a unos centímetros de altura, sin que toque el suelo. El gesto de barrer (normalmente con un giro levógiro, es decir, en sentido contrario a las agujas del reloj) no sólo limpia el suelo, sino que también despeja las energías residuales que puedan haber. Por lo mismo, se puede utilizar la escoba para la protección o en rituales de expulsión de cosas no deseadas.

¿Cómo debe ser una escoba?

Lo más común es que la escoba esté hecha con material vegetal, y a ser posible fabricada por nosotros mismos. Normalmente consisten en un manojo de brezo o ramitas finas y flexibles atado a un mango de madera hecho con una rama de árbol. Otras se hacen con el palo de caña de bambú y el cepillo a base de hojas de palmera secas. Incluso he visto utilizar una rama de palmera entera (que para barrer sobre tierra seca es muy eficaz). En cualquier caso, una escoba de plástico sirve exactamente para lo mismo.

¿Qué simbología tiene la escoba?

Aunque se suele pensar en ella como un símbolo fálico, la escoba aúna el simbolismo masculino (el palo) con el femenino (el cepillo), conectando claramente con imágenes de sexualidad y fertilidad. Está relacionada con los elementos aire y tierra. Representa la limpieza, la purificación, y también el esfuerzo, la humildad y la perseverancia.


¿Qué puede sustituir a la escoba?

Cualquier cepillo, fregona o aspiradora puede servir para limpiar el espacio. Es preferible expulsar la suciedad hacia fuera de la casa o los límites del círculo (barriendo hacia la puerta, tirando el agua sucia por el desagüe, arrojando a la basura la bolsa del aspirador…). Al aire libre, podemos utilizar ramas caídas si las encontramos.
Simbólicamente, pueden hacerse pequeñas escobas de madera, tela o papel, que cumplen la misma función, emplear agua (rociándola o derramándola) o purificar el área con humo de incienso.

Nota aclaratoria: Las herramientas no son más que objetos que están dotados de una tradición y una simbología. Hay personas que los utilizan porque encuentran que les ayudan a entrar en un estado de ánimo adecuado, porque son partidarios de seguir las tradiciones, o simplemente porque les gusta. Hay personas que no las utilizan. Una cosa no es mejor que la otra, y no tener herramientas no te impide realizar rituales o hechizos. La magia está en la persona, no en las cosas.
Igualmente, la simbología que pueda tener un objeto en particular depende de la historia, las asociaciones mentales y el aprendizaje de cada uno. Puede que algo signifique para ti una cosa muy diferente que para el resto de las personas y que la simbología tradicional te resulte chocante. No te obsesiones con que todo tiene que ser exactamente como dicen en los libros, pero tampoco trates de imponerle tus imágenes personales a los demás. Los significados simbólicos pueden solaparse y coexistir sin problemas, siempre que sepas de dónde vienen y sean respetados.

lunes, 26 de mayo de 2008

Compás de espera

Hay momentos en la vida en los que las cosas parecen detenerse y no terminan de arrancar. Sabes, aunque no sepas cómo, que falta algo, un momento, una persona, un lugar, un gesto... que lo ponga todo en marcha. Sabes que estás en un compás de espera, pero no lo que estás esperando.
Es como pasar la vida mirando por la ventana, o esperando en el muelle a que arribe un barco cuyo nombre no conoces. Cualquier movimiento te llama la atención, persigues con la mirada la mas mínima novedad... y entonces pasa de largo, o se acerca hasta que puedes verlo bien y descubres que no es lo que buscabas. Y continúas oteando la distancia, esperando.

Es fácil impacientarse, desear que la espera termine de una vez y ocurra lo que tenga que ocurrir, lo que sea con tal de que sea algo distinto. Es fácil perder los nervios y dar palos de ciego, tratando de provocar un cambio.

Y a veces, eso es justo lo que necesitamos. Hacer algo, tomar las riendas, batallar, recorrer una tras otra todas las bifurcaciones del camino, volviendo atrás en cada callejón sin salida, hasta que encontremos una puerta que cruzar.

Pero a veces no hay salida, porque no es el momento oportuno, o encontramos la puerta pero no tenemos la llave. También hay que saber esperar, y aprovechar ese tiempo para aprender. Esperar sin dejar de buscar, sabiendo que, aunque en este preciso momento no haya salida, puede aparecer cuando menos lo esperes, en el lugar donde ya has mirado mil veces, o en aquel en el que nunca se te ocurrió buscar, oculta a tu espalda, o brillando justo frente a tus ojos.

A veces, sólo el tiempo puede enseñarnos la palabra, el lugar, la persona, que guiará nuestros pasos hasta el lugar preciso.
A veces, la propia paciencia es la llave.

viernes, 23 de mayo de 2008

[En otras palabras] Relativo

Mortalmente cansada, pero sigo viva. Demasiadas cosas a la vez, supongo. Mañana será otro día.

...RELATIVO...

Despiertan los personajes,
abro los ojos con ellos.

De nuevo el mustio canto
de los pájaros,
de nuevo el sol detrás de los cerros…
de nuevo, de nuevo todo.

Es mayo
y las chicharras rechinan entre los árboles,
es mayo
y sentimos cómo nos desparramamos
con el día,
cómo el calor nos hincha los pulmones
y nos hace flotar entre las calles,
como no queriendo pisar la tierra,
ésta que nos espera con los polvos abiertos
porque algún día,
algún día…

Mejor no hablar de cosas feas
—dice el primo de Juan Pablo—
mejor no hablar de lo evidente,
del cansancio y del cuerpo sin forma.
Mejor no hablar de los ojos
que arañan las paredes
intentando memorizar la vida,
mejor no hablar
—no hablar—
porque a las palabras se las lleva el viento
y a nosotros con ellas.

Es mayo
y los personajes prosiguen
su incansable ir y venir.
Rechinan sus dientes entre los árboles
y se saben vivos,
momentáneamente vivos.

Sonia Silva-Rosas

lunes, 19 de mayo de 2008

Un año

Me han hecho notar que el miércoles pasado hizo un año desde el día en que empecé a escribir en este blog. Y no, no voy a decir "cómo pasa el tiempo...", porque sería mentira. Porque mi primer pensamiento al darme cuenta no fue ése, sino: "¿un año? ¿sólo un año?".

He vivido en estos últimos doce meses tantas experiencias, internas y externas, que me sorprende que hayan podido ocurrir tantas cosas en tan poco tiempo. He frecuentado lugares donde ya había estado, he pisado lugares donde siempre había querido estar, y he alcanzado lugares donde jamás pensé que llegaría. He conocido personas maravillosas, y he dejado atrás a gente a la que aprecio y quiero.

He visto nacer las flores y caer las hojas, hundí mis manos en la nieve y bebí del agua del deshielo. He aprendido a escuchar susurros, y a acallar rumores. He descubierto luces y sombras en mi corazón, y tesoros enterrados en el corazón de otros.

Empecé con una idea, continúo con un proyecto, quién sabe dónde puedo acabar.

Y, al fin y al cabo, esto me enseña otra lección. Un año puede ser mucho más que 366 días. En un año puede caber una vida, o varias.

viernes, 16 de mayo de 2008

[En otras palabras] Cada vez que recuerda tanto oprobio...

La vida te da sorpresas... pero nadie dijo nunca que sólo fuesen sorpresas agradables. La vida te devuelve incluso cosas que nunca deseaste tener.


Cada vez que recuerda tanto oprobio,
—cada vez digo ¡y lo recuerda siempre!—,
avergonzada su alma
quisiera en el no ser desvanecerse,
como la blanca nube
en el espacio azul se desvanece.

Recuerdo... lo que halaga hasta el delirio
o da dolor hasta causar la muerte...
no, no es sólo recuerdo,
sino que es juntamente
el pasado, el presente, el infinito,
lo que fue, lo que es y ha de ser siempre.

Rosalía de Castro

miércoles, 14 de mayo de 2008

[Arte] Il Parco dei Mostri de Bomarzo


En Bomarzo, Italia, se encuentra el Parque de los Monstruos, la Villa de las Maravillas, el Bosque Sagrado... un parque con muchos nombres, que admite muchas miradas, plagado de ensueños, quimeras y fantasías, sorprendente, diferente y maravilloso, que he querido visitar desde que tuve noticia de su existencia.

Fue construido a mitades del s. XVI por Pirro Ligorio (conocido por haber terminado, junto con Giacomo della Porta, la cúpula de San Pedro del Vaticano después de la muerte de Miguel Ángel), por encargo del príncipe Pier Francesco Orsini, también llamado Vicino Orsini. Pero este parque no es reflejo de una época o de una corriente artística, es algo atemporal, un paraje donde cada uno podría encontrar un rincón, una figura, una imagen... que le llame de manera personal, que le diga algo especial y único. Un lugar sin duda mágico, cuyos senderos juraría que ya he recorrido en sueños.

Fuentes y más información:

Página oficial (inglés e italiano)
Imágenes y descripciones de las estatuas del parque (inglés)
Visita virtual (italiano), de donde saqué la foto que ilustra el post

Bomarzo, el parque de los monstruos, en Anfrix.com
Bomarzo, el jardín de las maravillas, por Víctor Villar, en el nº de de Sept-Oct de 2003 de El Mundo de Sophia digital

lunes, 12 de mayo de 2008

Mentirosos y creyentes

A veces, no es fácil distinguir la verdad de la mentira. A veces, incluso, no existe una frontera definida entre ambas cosas. Equivocarse es normal, confundirse es sencillo, y, aunque posteriormente nos demos cuenta de que algo no encaja, deshacer la madeja de ideas hasta dar con el nudo para poder desenredarlo es una tarea tediosa y difícil. Muchas veces, ni siquiera hay una verdad absoluta, sino únicamente caminos que nos convienen o no a cada uno según nuestra forma de ser y de vivir.

Pero también hay ocasiones en que la mentira lleva letreros de neón. Letreros hechos de prepotencia, de ansia de notoriedad, de falsos títulos o frases incoherentes que no resisten una lectura comprensiva. Y no es que sea fácil de ver... es que lo complicado es no verlo. Hay que cerrar los ojos de manera totalmente deliberada, ignorando las contradicciones, la falta de calidad, el desprecio o el insulto a quien se atreve a discrepar.

Y aún así hay quien lo hace. Quien está tan necesitado de guía, o tan ansioso de ilusión (como si el mundo entero no nos ofreciese misterios y maravillas a cada instante, sólo con pararse a mirar) que está dispuesto a seguir y a defender a cualquier mentiroso que se pavonee alimentándose de su ingenua admiración, totalmente inmerecida. Y se negarán a razonar, y a usar la lógica. Se negarán a abrir los ojos y además se sentirán víctimas, perseguidos.

Y si algún día entra por casualidad un rayo de luz entre sus párpados prietamente cerrados, y ven lo que hay detrás de las mentiras... lo más probable es que inventen una mentira nueva y se venden con ella los ojos. O quizá prefieran vendar los ojos de otros.

viernes, 9 de mayo de 2008

[En otras palabras] Semillas para un himno

Hoy, todo es principio, todo es luz. Hoy, el viento canta, y casi me parece entenderlo.

SEMILLAS PARA UN HIMNO

El día abre la mano
Tres nubes
Y estas pocas palabras

Al alba busca su nombre lo naciente
Sobre los troncos soñolientos centellea la luz
Galopan las montañas a la orilla del mar
El sol entra en las aguas con espuelas
La piedra embiste y rompe claridades
El mar se obstina y crece al pie del horizonte
Tierra confusa inminencia de escultura
El mundo alza la frente aún desnuda
Piedra pulida y lisa para grabar un canto
La luz despliega su abanico de nombres
Hay un comienzo de himno como un árbol
Hay el viento y nombres hermosos en el viento

Octavio Paz

miércoles, 7 de mayo de 2008

Palo de Mayo




Ha sido un hermoso Beltane. El sol ardía y el Palo de Mayo se alzaba como una promesa. 

Tantas cosas juntas... hace ya semanas que me siento como si me hubiera subido a una rampa mecánica y, aunque quisiera ir a un paso normal, no parase de avanzar más y más deprisa, y más deprisa... cuando ponga el pie en el suelo saldré disparada como una flecha.
A ver a dónde llego...

Foto tomada el 1 de Mayo en el Torcal de Antequera (Hoyo de la Turca)

lunes, 5 de mayo de 2008

Entreabierta

A veces la vida te arrastra lejos, y te vas. Pero por más lejos que sepas que vayas a estar, dejas la puerta entreabierta.
Para escuchar en la distancia los murmullos y el eco de las risas, y sentirte acompañada. Apenas un hilo de luz en la distancia, un brillo cálido, un guiño cómplice, la sensación de que, en alguna parte, hay un sitio esperándote.

Dejas la puerta entreabierta y de vez en cuando vuelves, la abres, te bañas en la luz, unes tu voz al canto, tu risa a la de los demás. Dejas que te invada la dulzura del reencuentro, y después la melancolía de su brevedad. Y repartes de nuevo besos de despedida, y vuelves a marcharte.

Pero al salir, tu mano se detiene una décima de segundo antes de cerrar. Y aunque estarás muy lejos, tanto que no podrás percibirlo, allí estará siempre esa rendija entreabierta, ese rayo de esperanza. Para que puedas regresar.

viernes, 2 de mayo de 2008

[En otras palabras] A Juan Ramón Jiménez - Era una noche del mes...

Hay noches de mayo con aromas, sabores, músicas y risas que se graban en la memoria para siempre...

A JUAN RAMÓN JIMÉNEZ
Por su libro Arias tristes

Era una noche del mes
de mayo, azul y serena.
Sobre el agudo ciprés
brillaba la luna llena,
iluminando la fuente
en donde el agua surtía
sollozando intermitente.
Sólo la fuente se oía.
Después, se escuchó el acento
de un oculto ruiseñor.
Quebró una racha de viento
la curva del surtidor.
Y una dulce melodía
vagó por todo el jardín:
entre los mirtos tañía
un músico su violín.
Era un acorde lamento
de juventud y de amor
para la luna y el viento,
el agua y el ruiseñor.
«El jardín tiene una fuente
y la fuente una quimera...»
Cantaba una voz doliente,
alma de la primavera.
Calló la voz y el violín
apagó su melodía.
Quedó la melancolía
vagando por el jardín.
Sólo la fuente se oía.

Antonio Machado