viernes, 31 de agosto de 2007

[En otras palabras] Fue sueño ayer...

El tiempo corre más deprisa de lo que creemos. Cada minuto, cada segundo que pasa, no volverá. No tiene sentido esperar, postergar las cosas. Hagamos lo que deseamos hacer, seamos como deseamos ser. No "cuando pueda", no "cuando las cosas estén mejor", no "la próxima semana", "el año que viene" "después del verano", "mañana".... Ahora es el momento. Vivamos, aquí y ahora.

Fue sueño Ayer; Mañana será tierra:
poco antes nada, y poco después humo,
¡Y destino ambiciones, y presumo
apenas punto al cerco que me cierra!

Breve combate de importuna guerra,
en mi defensa soy peligro sumo:
y mientras con mis armas me consumo,
menos me hospeda el cuerpo, que me entierra.

Ya no es Ayer; Mañana no ha llegado;
hoy pasa, y es, y fue, con movimiento
que a la muerte me lleva despeñado.

Azadas son la hora y el momento,
que a jornal de mi pena y mi cuidado,
cavan en mi vivir mi monumento.

Francisco de Quevedo y Villegas

martes, 28 de agosto de 2007

[Libros] El ocaso de los druidas




Título:
El ocaso de los druidas
Autor: Luis Melero
Tema: Novela histórica
Editorial: Roca Editorial
Páginas: 393









Tenía intención de iniciar la sección de libros con alguno de los títulos clásicos sobre wicca, pero me han regalado esta novela, y me apetece comentarla.

En primer lugar, hay que señalar que la historicidad del libro reside únicamente en su ambientación. El propio autor coloca un disclaimer al final del libro en el que indica que el rigor histórico es para historiadores, y en su relato priman la imaginación y la inventiva, cosa que le honra después de tantos autores que han pretendido que nos creamos que sus elucubraciones tienen base fuera de su propia mente.

Se trata de una novela de aventuras, que narra el viaje de iniciación de una aprendiz de druidesa y los acompañantes que se van uniendo a ella en su periplo. La fecha en la que está ambientado es imprecisa, pero ronda el año 1000 d. C. El autor coloca en esa fecha por licencia artística diferentes culturas y leyendas célticas que no corresponden a ese periodo, algunas considerablemente alejadas en el tiempo.

Es un libro entretenido, con amores, luchas, situaciones comprometidas, y personajes con historias inverosímiles. No hay que buscarle más pretensiones, ni tratar de encontrar nada que no sepamos sobre la cultura celta. Para eso el autor indica al final sus fuentes documentales, todas libros conocidos y fáciles de encontrar, que pueden aportarnos más información.

El mayor de sus fallos, obviando incluso la barbaridad de que una mujer celta relate el argumento de La vida es sueño como si se tratase de una leyenda auténtica (cosa que me pareció una metida de pata monumental), es la manera maniquea en que se trata a las culturas: Los celtas son buenos, maravillosos y estupendos, viven en comunión con la naturaleza y no hacen daño a nadie. Los cristianos y los árabes son malos malísimos, queman los bosques sólo por echar a los celtas de sus tierras, son cerrados de mente, se apropian de los dioses celtas y queman a sus mujeres, no dejándoles más opción que huir y esconderse. Como si los celtas no hubiesen guerrado ni matado a nadie nunca, y sólo quisiesen vivir en paz hasta que les conquistaron. Obviando totalmente que se trataba de un conjunto de pueblos belicosos, que luchaban constantemente entre sí, y sacrificaban prisioneros de guerra a sus dioses.

Es evidente que el autor siente por los celtas una querencia personal que ha reflejado en su novela, convirtiéndoles en los buenos de la historia. No tiene por qué ser malo, mientras seamos conscientes de que se trata de una novela, y que la realidad tenía poco que ver con lo que cuenta.

En resumen, es una novela entretenida, sin más pretensiones que pasar un buen rato con ella. Se lee deprisa y, aunque el final es un poco apresurado y abierto, el relato del viaje es muy ameno, no dejan de pasar cosas en ningún momento. No aporta nada sobre la historia de los celtas, pero puede ser un buen libro para echar el rato.

viernes, 24 de agosto de 2007

[En otras palabras] Alegría nocturna

Llega el momento de aferrar la oportunidad, de lanzarse a por lo que se desea. El momento de correr, de volar, de atreverse a alcanzar lo inalcanzable.

ALEGRÍA NOCTURNA

¡Allá va el olor
de la rosa!
¡Cójelo en tu sinrazón!

¡Allá va la luz
de la luna!
¡Cójela en tu plenitud!

¡Allá va el cantar
del arroyo!
¡Cójelo en tu libertad!


Juan Ramón Jiménez

miércoles, 22 de agosto de 2007

[Yo y mis circunstancias] Alzando el vuelo

Sin rumbo, sin medida y sin arrepentirme de nada, parto de nuevo.
Como en su día llegué, regreso, con más en el equipaje de lo que soñé llevar.
Mi vida vuelve a salirse de las vías, y no puedo saber aún a dónde me llevarán mis pasos. Voy poniendo un pie delante del otro, y confiando en que, como sea, llegaré a buen destino.

En resumen... me mudo. ;)
Vuelvo a casa por un tiempo indeterminado. Procuraré actualizar de vez en cuando, para no perder la costumbre, pero no podré mantener el ritmo anterior hasta que esté instalada.

Y luego... la vida dirá.

¡Hasta pronto!

martes, 21 de agosto de 2007

Adelante

Un pie al borde del abismo, el otro tanteando el aire.
No hay principios sin finales.

Sopla un viento cálido, preñado de voces que llaman,
voces que prometen, voces que advierten,
voces que auguran, voces que amenazan.

Extiendo las alas y me lanzo al mundo, danzo en el viento.
No sé qué me espera en el próximo paso.
Quizá el secreto esté en no saberlo.

He hecho mi elección, señalado mi camino,
no importa a donde quiera llevarme.
Tomo de la vida lo que deseo,
y pago por ello su justo precio.
Quizá descubra algún día que mi voluntad es el único Destino.

lunes, 20 de agosto de 2007

[Mitología] Dédalo




Casi todo el mundo ha oído hablar de Ícaro, y cómo la cera de sus alas se derritió por querer volar cerca del sol, causándole la muerte. Pero el personaje que a mí me resulta realmente fascinante no es Ícaro, sino su padre: Dédalo.

Dédalo es el genio inventor de la antigua Grecia. Como un Leonardo o un Edison de la mitología, se le atribuyen cientos de inventos, descubrimientos y obras de ingeniería. Suyos fueron los primeros autómatas, suya fue la creación que permitió a la enloquecida Pasífae aparearse con el toro de Creta, y suyo el diseño del laberinto donde el rey Minos encerró al Minotauro, fruto de esos amores.

Su talento era toda su vida, hasta el punto de que una de las versiones del motivo por el que fue desterrado a la corte de Minos en Creta, es que empujó a Perdix, su sobrino y ayudante, desde lo alto de la Acrópolis, por haberle superado en ingenio inventando instrumentos como la sierra y el compás.

Con sus habilidades consiguió el favor de varios reyes, como el propio Minos, para posteriormente perderlo cuando sus creaciones no fueron de su agrado.

Atrapado en una torre en Creta junto con su hijo, logró escapar, y salió de la isla inventando unas alas artificiales hechas de plumas unidas con hilo y cera, en una huida por aire que le costaría la vida a Ícaro por no seguir los consejos de su padre.

Tras la muerte de su hijo, Dédalo se desplazó a Sicilia, donde trabajó para el rey Cócalo, cuyas hijas lo salvaron de la venganza de Minos abrasando al rey en el baño cuando éste descubrió el paradero del inventor y acudió para exigir su vida.

Poco se sabe del resto de su vida, o de su muerte. Algunas fuentes dicen que partió a Cerdeña junto con Yolao, el sobrino de Hércules. Otras, que siguió trabajando para Cócalo hasta su muerte, haciendo monumentales embalses, templos y otras grandes obras. Muchas son las creaciones e ideas que se le atribuyen, y por ellas pasaría a la posteridad como el arquetipo del genio inventor.

Me gusta pensar en Dédalo como un ejemplo de humanidad entre tantos mitos que no se entienden sin la intervención divina. La historia de Dédalo muestra lo que el hombre puede hacer si se lo propone, tanto a la hora de crear como a la de destruir. Puede aprenderse mucho del genio de Dédalo, y de su historia.

Más información:

Wikipedia
Abc Dioses
Galería de ingenieros egregios en www.albaiges.com, página personal de Josep M. Albaigès.

Imagen: Dédalo e Ícaro, escultura de Pino Venditti

domingo, 19 de agosto de 2007

El traje nuevo del emperador

Me he topado hoy con una frase que me ha dado mucho que pensar.

La frase es ésta: “Los maestros sólo enseñan a los iniciados”.

La persona que la dijo pretendía ejemplificar con ella que las enseñanzas espirituales elevadas sólo pueden entenderlas personas espiritualmente elevadas. Que si no eras un iniciado, no verías el auténtico significado de las enseñanzas.

Quiero partir de la base de que yo estoy de acuerdo en parte. Concretamente en la parte de que hay gente que, por mucho que los lea o escuche, nunca llegará a entender determinados conceptos, porque simplemente no quiere entenderlos. Por ejemplo, la persona que dijo la frase en cuestión.

Vamos a ver… Si sólo pueden aprender los iniciados, ¿cómo se llega a ser iniciado? Si hay que ser iniciado para alcanzar la iluminación y hay que alcanzar la iluminación para ser iniciado… ¿soy la única que ve una contradicción implícita en la frase?

Los maestros, los verdaderos maestros, no enseñan. Eres tú quien aprende. Los verdaderos maestros no se esconden detrás de una verborrea incoherente con la excusa de que “quien sea un ser iluminado lo entenderá”.
Eso, para quien no lo sepa, lo escribió Hans Christian Andersen, y se llama El traje nuevo del emperador. Sólo hay que decir: “Sólo aquellos que sean dignos podrán ver el traje”, y todo el mundo a mentir para no parecer indigno. Igual que sólo hay que decir: “Si no lo entiendes es porque no eres un verdadero iniciado, cuando lo seas lo entenderás”, y todo el mundo a tratar de interpretar unas palabras escritas, no para comunicar, sino para ser turbias, ambiguas y confusas, para no parecer menos “elevado espiritualmente”.
Alguien tiene que señalar y decir: “No está diciendo nada, son sólo palabras vacías, no hay ninguna enseñanza”. Detrás de las palabras enrevesadas, las mezclas incoherentes, los conceptos rebuscados, no hay nada. En esas supuestas “enseñanzas”, sólo hay un batiburrillo sin sentido en el que cada uno proyecta lo que quiere ver.
Y siempre hay gente que después de sacar sus propias conclusiones de esas palabras sin sentido, pretenden ser “superiores”, “iniciados”, presumiendo de haber entendido algo reservado sólo a unos pocos, porque, de lo contrario, tendrían que reconocer que no había nada que entender.

En la vida no hay una Única Verdad Trascendente, ni hay tampoco un sistema de grados. Esas cosas las hemos inventado los humanos. No hay personas “más elevadas” que otras, ni hay “iluminados”. Cada persona lleva su luz, y lo único que necesita es avivarla y dejarse guiar por ella. Ni siquiera tenemos que hacerlo solos. Hay personas que nos ayudan en esa tarea, y valiosas enseñanzas esparcidas a lo largo del camino. Pero no las veremos si estamos cegados mirando en una sola dirección, tratando de que nos llegue una misteriosa iluminación que no existe.

viernes, 17 de agosto de 2007

[En otras palabras] Defensa de la alegría

Nos dejamos la voz defendiendo la libertad, la vida, los derechos políticos. Y nos olvidamos de que también es necesario defender las pequeñas cosas que nos hacen humanos. Defendamos, pues, la alegría, la fugaz alegría cotidiana, con uñas y dientes.

DEFENSA DE LA ALEGRÍA

a trini

Defender la alegría como una trinchera
defenderla del escándalo y la rutina
de la miseria y los miserables
de las ausencias transitorias
y las definitivas

defender la alegría como un principio
defenderla del pasmo y las pesadillas
de los neutrales y de los neutrones
de las dulces infamias
y los graves diagnósticos

defender la alegría como una bandera
defenderla del rayo y la melancolía
de los ingenuos y de los canallas
de la retórica y los paros cardiacos
de las endemias y las academias

defender la alegría como un destino
defenderla del fuego y de los bomberos
de los suicidas y los homicidas
de las vacaciones y del agobio
de la obligación de estar alegres

defender la alegría como una certeza
defenderla del óxido y la roña
de la famosa pátina del tiempo
del relente y del oportunismo
de los proxenetas de la risa

defender la alegría como un derecho
defenderla de dios y del invierno
de las mayúsculas y de la muerte
de los apellidos y las lástimas
del azar
y también de la alegría

Mario Benedetti

jueves, 16 de agosto de 2007

[Música] Loreena McKennitt

Loreena McKennitt es una artista canadiense cuya música, de influencias celtas, es particularmente cautivadora.

Es una artista polifacética, que compone, toca el piano, el arpa y otros instrumentos, y a la vez tiene una voz muy personal, capaz de evocar profundas emociones en quien la escucha. Si unimos a eso los temas de sus canciones, tenemos una música perfecta para meditar, relajarse, o animarse a danzar en torno al círculo, depende del momento.

Ha publicado 8 álbumes, y varias grabaciones de conciertos en directo: Elemental (1985), To Drive the Cold Winter Away (1987), Parallel Dreams (1989), The Visit (1991), The Mask and the Mirror (1994), Live In San Francisco (1994), A Winter Garden : Five Songs for the Season (1995), The Book of Secrets (1997), Live in Paris and Toronto (1999), An Ancient Muse (2006), An Ancient Muse Edición Limitada (2007)

Además de sus logros como artista, comenzó editando y vendiendo ella misma sus discos, y ha iniciado y financiado varios proyectos benéficos. Pero no es su vida la que nos interesa, sino sus cualidades musicales, y para que disfrutéis de ellas voy a mostraros un par de ejemplos (gracias, FatoMordred, por la propuesta)

Caravanserai, del álbum Ancient Muse




The Mystic's Dream, del álbum The Mask and the Mirror, conocida por ser la banda sonora de la miniserie de la BBC sobre “Las Nieblas de Avalón”




Espero que aquellos que ya la conocían la disfruten, y aquellos que no sabían de su existencia se sientan impulsados a escuchar más de su maravillosa música.


Fuentes y más información:

Quinlan Road, página oficial de Loreena McKennitt
Wikipedia
Artículo sobre Loreena McKennit en Sitio al Margen

miércoles, 15 de agosto de 2007

Preguntar por Preguntar (II)

Desgraciadamente, el número de personas que prefieren preguntar antes de pensar lo que están preguntando no parece disminuir. Y no me refiero a tratar de averiguar la respuesta por uno mismo, eso ya sería pedir la luna, visto lo visto, sino simplemente pensar lo que estás preguntando y si tu pregunta tiene sentido antes de abrir la boca.

Ya tuvimos una pregunta estúpida sobre el tema de las varitas mágicas, y hoy le toca el turno a una pregunta más estúpida aún, esta vez sobre lo que podríamos llamar… teología avanzada, por ejemplo.

“Actualmente vivo en una familia catolica, ¡yo no lo soy ! y no lo saben,la verdad me he sentido algo confundida, para empezar me gustaria que me comprendieran, puesto que mi familia que es catolica me han enseñado sobre la vida de Dios y jesus y me gustaria saber porque no creen en cristo, segun lo que e leido de la religion wicca, surgio antes de que cristo llegase a la tierra
y cuando llego supuestamente jesus, ¿ porque no creyeron en el?, en lo que sucedio en ese tiempo.”


Obviemos de nuevo las faltas de ortografía y gramática, y empecemos por el principio:
“Vivo en una familia católica, ¡yo no lo soy!”.
¿A qué tanto énfasis? ¿Importa acaso que seas católica, musulmana, budista o atea para querer saber más sobre la wicca? ¿No será acaso que lo realmente importante en tu deseo de conocer la wicca es precisamente rechazar a toda costa el catolicismo en el que te han criado? El odio nunca es un buen punto de partida…

Y luego la pregunta propiamente dicha, la podemos dividir en tres partes para que quede más claro:

Primera:“mi familia que es catolica me han enseñado sobre la vida de Dios y jesus y me gustaria saber porque no creen en cristo”

¿Que por qué los wiccanos no creen en Cristo? Pues… a ver… se me ocurren dos respuestas. Primera: Porque creemos en otras cosas, incompatibles con un Dios Único que envió a su Hijo Unigénito para liberar a la humanidad del pecado. Segunda: ¿Por qué no creen los hinduístas en Cristo? ¿Por qué no creen los taoístas en Cristo? ¿Por qué no creen los cristianos en Alá? ¿A qué huelen las nubes?

Segunda: “segun lo que e leido de la religion wicca, surgio antes de que cristo llegase a la tierra”

Una frase tan corta y ya hay dos errores de bulto, uno por costumbre y otro por desconocimiento.

En primer lugar, la religión wicca surgió el siglo pasado, de la mano de Gerald Gardner. Que él, y otros wiccanos después de él, tratasen con esta religión de recuperar costumbres y creencias del paganismo premedieval (y las unieran con otras cosas sacadas de la magia ceremonial y otras ideas de moda en la época), no significa que haya una línea ininterrumpida desde el paganismo antiguo hasta la wicca actual. Las teorías de Margaret Murray, que son las únicas (sí, las únicas, ningún otro investigador ha podido replicar sus estudios) que afirman la pervivencia de las Religiones de la Tierra del neolítico han sido claramente desacreditadas (y no ayer, sino hace muchos años) por historiadores más serios y menos sesgados que ella. Que esté escrito en muchas páginas de wiccanos fluffys no es excusa… hay otras páginas de wicca que aclaran ese malentendido, y de haber investigado un poco lo sabrías.

En segundo lugar, ¿si no eres cristiana, como tan rotundamente afirmas, por qué esa frase de “antes de que cristo llegase a la tierra”? Ya sé que cuando te educan como cristiano, es difícil deshacerse de algunas costumbres (decir “Jesús” o “Al cielo” cuando alguien estornuda es un acto reflejo que muchos ateos y paganos siguen teniendo), pero esa expresión no es una frase común. Implica que quien la dice cree que a) Jesús existió y b) no era un humano normal sino que “llegó” a la tierra (por lo tanto, desde algún “otro lugar”).

Tercera: “y cuando llego supuestamente jesus, ¿ porque no creyeron en el?, en lo que sucedio en ese tiempo.”

Bueno, vamos avanzando… aquí al menos ha incluído la palabra “supuestamente”… aunque sólo para dejar claro al final que realmente cree que algo “sucedió en ese tiempo”.

Los wiccanos no existían en la época en la que se estaba gestando y extendiendo el cristianismo. Pero sí había muchos cultos paganos diferentes.
Dando por hecho que el Nuevo Testamento está basado en hechos reales (que puedan estar más o menos exagerados es algo en lo que no pienso meterme, que lo resuelvan los cristianos), Cristo y sus discípulos eran judíos, y extendieron su mensaje entre los judíos. Fue Saulo de Tarso, San Pablo, el que emprendió una campaña de evangelización de los gentiles, y tuvo por ello sus enfrentamientos con los apóstoles supervivientes y con otros predicadores cristianos.
En fin, no quiero liarme demasiado, si alguien quiere saber más sobre la Iglesia primitiva (antes de que fuese Católica y Apostólica y mucho antes de que fuese Romana), que pregunte.

Lo que quiero decir es ¿por qué no creyeron los paganos de la época en Cristo? Pues porque en aquella época, los profetas y sanadores no eran algo extraordinario. ¿Qué podía aportarle a un pagano ciudadano de Roma lo que dijese un predicador judío a miles de kilómetros? Luego, cuando las enseñanzas cristianas se extendieron, algunos las vieron como algo bueno, sintieron que se aproximaban más a la idea de lo divino y de la fe que ellos tenían que la religión que les habían inculcado desde niños, y se convirtieron al cristianismo. Otros no lo vieron así, y siguieron siendo paganos. Ni unos eran más inteligentes ni los otros más tontos.
¿Por qué no creen todas las personas a las que los Testigos de Jehová van a hablarle a su casa, y se convierten a su fe? Pues porque no están de acuerdo con sus ideas, no les parecen adecuadas para ellos. Lo mismo pasó con el cristianismo.

Al plantear la pregunta de esa manera, estás dejando implícito que “lo natural” hubiera sido creer en Jesús y en “lo que sucedió en ese tiempo”. Como si el cristianismo fuese el estado natural del ser humano, y únicamente quien no lo conociese pudiera no creer en sus principios y su Dios.
Pero el cristianismo no es más que otra religión, una entre muchas, ni mejor ni peor que las demás. Y los antiguos paganos, tú, yo, cualquiera, tenemos el derecho de creer o no en ella.

Eso sí… yo que tú, primero me plantearía si realmente estás tan segura de no ser cristiana, y por qué. Aclárate las ideas, conócete a ti misma, sé consciente de lo que crees y lo que sientes. Una búsqueda espiritual no empieza por “he oído hablar de esta religión, voy a ver de qué va”, sino por averiguar en primer lugar qué es lo que buscas.

martes, 14 de agosto de 2007

[Simbología] Signos, símbolos, imágenes y alegorías

Un símbolo empieza siendo la representación de una realidad, pero tiene una evolución que le va dotando de una entidad propia. Cada cultura, cada persona, que toma una determinada imagen y la dota de significado, está enriqueciendo y ahondando su propia realidad, creando asociaciones semánticas que relacionen unos símbolos con otros, y uniendo así, a través de los símbolos, realidades que inicialmente podían ser muy dispares.

Por eso, estudiar la simbología requiere investigar lo que significan las mismas imágenes en diferentes culturas, no sólo en la nuestra o en aquellas con las que estemos más familiarizados.

Existen muchísimos símbolos, algunos que nos han acompañado durante toda nuestra vida, nuevas variaciones que nos resultan familiares, y otros que nos serán totalmente desconocidos. Siempre queda mucho que aprender.

Afortunadamente, ahora tenemos internet, donde podemos encontrar herramientas que resultan muy útiles al aficionado a la simbología, algunas de ellas inapreciables. Podéis encontrar una de ellas, quizá la que más información me ha aportado, en http://www.symbols.com/ (en inglés).

En adelante, haré de vez en cuando pequeños comentarios sobre algunos símbolos, por separado o en conjunto, que conozca y que considere interesantes. No podré contarlo todo, evidentemente, porque siempre habrán nuevos significados y datos históricos que yo desconozca. Me limitaré a hacer un pequeño resumen, y luego corresponderá a cada uno seguir investigando.
Espero que el mundo de los símbolos os resulte tan fascinante como a mí.

lunes, 13 de agosto de 2007

Ideas e ideologías

Es importante recabar información, pero lo es aún más no aprenderla de memoria, sino estar dispuesto a contrastarla.

Hay que acudir siempre que sea posible a las fuentes originales. Esto es especialmente importante cuando se trata de información obtenida a través de internet. Cualquiera puede escribir un texto diciendo que hay importantes estudios que demuestran que los marcianos existen y son verdes a topos morados. Si no cita dichos estudios, ¿cómo sé que no se lo está inventando? y, aunque dichos estudios existiesen, tengo que leer los originales para descubrir que los autores están hablando, por ejemplo, de un cómic, en el cual los marcianos efectivamente existen y son verdes a topos morados. Igualmente, si hay un estudio que habla de esos marcianos, y luego cuando lo leo descubro que su autor o patrocinador es un fabricante de juguetes que vende muñequitos de marcianos verdes a topos morados, dudaré de que sea un estudio objetivo que no haya inventado ni malinterpretado datos para obtener esa conclusión.

Esto, que tan fácil es de ver cuando hablamos de marcianos de colores, parece que es imposible de afrontar cuando de trata de cosas como la historia o la ciencia. Evidentemente, son campos que están en constante desarrollo. Eso no significa que lo que sabíamos ayer sea radicalmente falso, sino que vamos conociendo más y más datos que nos permiten englobarlo en un campo mayor. Así se distingue a las ideas falsas: no evolucionan, no dan más pruebas ni datos que los que dieron por primera vez, y no permiten réplica. El camino a obtener un conocimiento verdadero de cómo fueron o son las cosas está sujeto a debate, surgen constantemente nuevas hipótesis que se someten a experimentación y, o se descartan, o se convierten en teorías establecidas, esperando que aparezcan nuevos datos que permitan refutarlas o consolidarlas.

Siempre hay que leer estudios, libros o artículos de varios autores sobre el mismo tema, y no creernos el que esté avalado por la autoridad o la fama de su autor, sino el que esté avalado por los datos y la metodología de investigación más seria. Y si ninguno parece tener datos suficientes a favor o en contra, no tener miedo de reconocer que aún no sabemos lo suficiente, y confiar en que algún día avancemos y obtengamos más datos.
La investigación, ya sea en física, en biología, en antropología, en historia o en cualquier campo, consiste en no dejar de avanzar, ir descubriendo nuevos detalles, no buscar aquellos que encajen en nuestra teoría, sino encontrar todas las posibilidades y ver si la idea que tenemos las contempla todas, y si no, replantear o cambiar nuestro planteamiento.

Cuando una idea no permite discusión, cuando la única respuesta que dan para apoyarla es repetir una y otra vez los mismos tópicos de base sea cual sea la crítica que se les plantea, y atacar a quien se atreve a ponerla en duda, ya no es una idea, se ha convertido en una creencia. Cuando un autor o sus seguidores niegan que exista la posibilidad de haberse equivocado, ya sea por orgullo, por avaricia o por pura estupidez, y se aferran a sus teorías a pesar de la evidencia en contra, convirtiendo su adhesión a ellas en una seña de identidad, ya no se trata de una idea, sino de una ideología.

Hay muchas ideas que se han demostrado falaces, pero que tienen aún grupos de seguidores que se aferran a ellas como una cuestión de fe. Me parece estupendo que tengan las creencias que se les antojen, las que sean más adecuadas para su forma de ser y de vivir, pero que no pretendan convencernos a los demás de que sus creencias son “la verdad” porque están “apoyadas en datos científicos”. Porque son ideas que se descartaron en su tiempo, porque las evidencias a favor que no han sido falsadas, es porque no son falsables.
Creed en ellas si os apetece, pero no habléis de datos que desconocéis, porque que en una página web o en un libro diga “Fulanito de Tal de la Universidad de Cual ha demostrado que esto es real”, no significa que Fulanito de Tal exista, de existir, que sepa algo del tema en lugar de inventárselo, de saber algo, que haya dicho eso, o, de haberlo dicho, que lo haya dicho en el sentido que ellos le adjudican.

domingo, 12 de agosto de 2007

[Herramientas] Pentáculo





Tras hablar de la varita, el cáliz y el athame, hoy termino con las cuatro herramientas básicas, que no es que sean las más utilizadas, ni las más conocidas, sino las que tienen un marco simbólico común. Posteriormente, seguiré con otras herramientas que suelen utilizarse.

El pentáculo es la menos común y más variable de las herramientas básicas. Muchos ni siquiera tienen uno, y otros utilizan desde una pequeña piedra hasta una mesa circular.

¿Qué es un pentáculo?

Se llama pentáculo, por metonimia, a una bandeja, plato o simple disco que tiene pintado o grabado un pentáculo, es decir, una estrella de cinco puntas inscrita dentro de un círculo. No hay ningún criterio fijo sobre su forma, tamaño o material, pero los soportes más comunes suelen ser discos de entre 20 y 30 centímetros de diámetro hechos de madera, barro o piedra.

¿Para qué sirve un pentáculo?

El uso más habitual del pentáculo es servir de bandeja para depositar las ofrendas en los rituales. También se usa para depositar algo que vaya a ser bendecido, o en cualquier labor que requiera depositar ingredientes, elementos u objetos durante un tiempo en el altar. Su uso ritual es puramente simbólico, asociado a la significación del símbolo y su representación.

¿Cómo debe ser un pentáculo?

El pentáculo se presta a muchas variaciones. Puedes elegir el material, la manera en que deseas dibujar el símbolo, los colores y otras imágenes, signos, letras o palabras que puedes añadirle si lo deseas. Aunque lo más común sea un disco de un tamaño tal que pueda usarse de bandeja, nada te impide que sea de un tamaño mucho mayor, o mucho menor si sólo quieres que tenga una presencia simbólica. Como siempre, es lo que a ti te guste y lo que te resulta cómodo lo más importante.

¿Qué simbología tiene el pentáculo?

El pentáculo simboliza la resistencia, la nutrición, la estabilidad y la constancia, está relacionada con el elemento tierra, y es un símbolo femenino. Representa también bendición y protección.

Por supuesto, la simbología que le otorguemos depende mucho de la persona, especialmente en este caso, en el que pueden combinarse varios símbolos.
Recordad que cada uno tenemos nuestros significados personales para todo lo que nos rodea, y aunque hayas visto muchas veces que se asocia con tal y cual cosa, si a tí esa relación no te dice nada, o te resulta chocante, déjala a un lado, y emplea los simbolismos con los que te sientas más cómodo.

¿Qué puede sustituir al pentáculo?

Cualquier superficie, un plato o una bandeja normal pueden servir para depositar las ofrendas. Y si no hay ninguna, se pueden colocar directamente sobre el altar, un paño o el propio suelo.
Para sus funciones simbólicas, basta con trazar un pentáculo de cualquier forma, ya sea en un papel, en una vela, sobre cualquier superficie con grano, tierra o sal, o marcado en el suelo.

De nuevo os recuerdo que ninguna herramienta es indispensable, podemos realizar cualquier ritual o hechizo sin la ayuda de ningún objeto.

viernes, 10 de agosto de 2007

[En otras palabras] Cantad conmigo a coro...

Mientras más aprendemos, más nos queda que aprender, y hay cosas que nunca podremos llegar a saber. Pero eso no quiere decir que debamos dejar de buscar.


PROVERBIOS Y CANTARES - XV

Cantad conmigo a coro: Saber, nada sabemos,
de arcano mar venimos, a ignota mar iremos...
Y entre los dos misterios está el enigma grave;
tres arcas cierra una desconocida llave.
La luz nada ilumina y el sabio nada enseña.
¿Qué dice la palabra? ¿Qué el agua de la peña?

Antonio Machado

jueves, 9 de agosto de 2007

[Música] Recomendaciones y descubrimientos

Como no he podido aún dedicarme a la sección de Libros como me gustaría (la no disponibilidad momentánea de mis títulos preferidos, por los que deseaba empezar, me ha obligado a aparcarlo hasta un momento más propicio), he decidido poner en marcha otro proyecto, esta vez dedicado al área musical.

Me gustaría compartir con vosotros algunas piezas musicales que considero particularmente hermosas, inspiradoras, o adecuadas para meditar o usar como ambientación en rituales y reuniones.

Igualmente, me gustaría que si alguno de mis lectores suele escuchar canciones o autores en general que posean esas características, me los diese a conocer, ya sea en los comentarios o por email, para ir enriqueciendo poco a poco mi conocimiento sobre este tipo de música.

Ya he colgado anteriormente algunas canciones aquí, pero ha sido siempre ilustrando una letra que me parecía especialmente bella. Ahora me gustaría que fuese la melodía la protagonista.

Y para inagurar apropiadamente esta sección, os ofrezco una canción que me trae maravillosos recuerdos, de un grupo del que ya os hablaré en una próxima ocasión.

Con todos vosotros,

Isabella, de las Mediaeval Baebes


miércoles, 8 de agosto de 2007

Críos

Esto es un exabrupto. Creo que por una vez puedo permitírmelo, y si no aquí, dónde.

Disculpadme aquellos con los que no va nada de esto. No quiero decir con ello que las personas a las que me refiero sean peores que nadie. Sólo que no han movido un dedo para tomar un rumbo en sus vidas, y se han acogido a lo más fácil, que es repetir como loros cosas que han oído o leído sin saber qué quieren decir. Sé que mis palabras no van a causar ningún efecto en ellos aunque, por pura casualidad, recalasen aquí. Es sólo una manera de desahogarme.


Para elegir un camino espiritual hace falta sentirlo, pero también pensarlo.
Si no tenéis la fuerza de voluntad necesaria para afrontar el cambio en vuestra forma de pensar, si no tenéis la responsabilidad suficiente para aceptar el nuevo camino con todas sus consecuencias, si no tenéis las suficientes neuronas como para pensar lo que hacéis antes de dar el paso, entonces ni lo intentéis.
Madurad primero. No esperéis que os lo den todo hecho y masticado, que se produzcan fabulosos cambios en vuestra vida sólo por decir que sois una cosa que no sois. Porque decir que sois wiccanos sin saber lo que significa, sin haberlo aprendido nada más que cuatro frases hechas y un par de tópicos, no es ser interesantes, es demostrarle al mundo lo estúpidos que sois.
Dejad la infancia atrás de una vez. No importa que tengáis 15 años o 35, si no sois capaces de aceptar las consecuencias de vuestros actos, seguís siendo unos niños. Creced, y después podréis plantearos qué queréis hacer con vuestras vidas. Pero para eso, primero tenéis que tener una vida propia.


Disculpadme de nuevo. Tenía que soltarlo.

martes, 7 de agosto de 2007

Poder

Resultaría cómico, si no diera pena, la cantidad de gente que se acerca al paganismo o la wicca buscando “poder”.

Son fauna, además, de lo más variopinta: desde los que desean invocar espíritus (normalmente preguntan por un método para invocar demonios, aunque no sabrían de dónde viene la palabra “demonio” ni golpeándoles con un diccionario en la cabeza) hasta los que piensan que agitando una varita y encendiendo una vela todos sus deseos se van a hacer realidad y su vida será fantástica y maravillosa y vivirán felices y comerán perdices por siempre jamás. Pasando por todos esos que desean preguntar si su chico/a les quiere, conquistar al chico/a que les gusta, vengarse del chico/a que les ha dejado, y todas las variantes del “tengo entre 14 y 18 años, y mis hormonas y mis neuronas están en constante desavenencia”.

Al final, todo se reduce a lo mismo: Poder. Poder para conseguir lo que desean, para obtener control sobre otras personas, para ser “superiores” a los demás... Todas las razones erróneas.

Cualquier motivo para profesar una religión que no sea espiritual, es una estupidez. Y la wicca es una religión. No es un tipo de magia, buena o mala, sino un conjunto de creencias. Y las creencias, la fe, no te darán más o menos poder. Porque el poder no es algo abstracto y místico, es simplemente la capacidad de cada uno para usar su voluntad.

¿Y qué clase de voluntad tienen aquellos que ni siquiera ponen el más mínimo empeño para alcanzar sus metas, sino que esperan que otras personas les den sin más un poder misterioso y sobrenatural para conseguirlas sin tener que poner nada de su parte?

lunes, 6 de agosto de 2007

La raspa de pescado mágica

Hace mucho tiempo, cuando era casi una niña, leí un cuento sin saber que escondía una lección que me marcaría para siempre.

Ni siquiera era un gran cuento, aunque nadie puede negarle la originalidad. Lo escribió Charles Dickens, y forma parte de Holiday Romance, una serie de cuentecitos escritos desde el punto de vista de una pandilla de niños que deciden escribir cada uno una historia para pasar sus vacaciones. Debido a ese punto de partida, el cuento está lleno de anacronismos, que le dan una ternura especial.

Si alguien quiere leerlo entero, puede encontrarlo aquí (en inglés, no conozco más traducción al español que aquél libro olvidado donde yo lo leí por primera vez)

En resumen, la pequeña Alice Rainbird, de siete años, cuenta la historia de la princesa Alicia (en realidad se trata de una familia normal, con un padre oficinista al que no le llega la paga para alimentar a sus diecinueve hijos, pero la imaginación de la niña los convierte en reyes y príncipes). Un día, un hada se aparece a su padre y le explica cómo puede su hija llegar a poseer una raspa de pescado mágica, que le concederá un deseo, siempre que lo pida en el momento adecuado.
La princesa guarda la raspa de pescado, y cada vez que ocurre un problema en casa (la madre cae enferma, uno de los niños se corta una mano, el bebé se golpea contra la chimenea…) en lugar de usarla, sale del apuro por sus propios medios, aunque a veces eso requiera un gran esfuerzo y mucho tiempo. En cada ocasión, su padre le pregunta si ha perdido o se ha olvidado de la raspa de pescado mágica, ella le responde que no, y luego corre a su habitación a contarle a su muñeca el gran secreto de la raspa mágica.
Por último, una noche ve a su padre particularmente triste y éste le confiesa que no tienen dinero, a pesar de que ha estado trabajando duro y lo ha intentado por todos los medios. “¿Lo has intentado duramente, lo has intentado por todos los medios, has hecho todo lo que estaba en tu mano?”, le pregunta la princesa Alicia. “Sin duda”, responde él. Y entonces ella le desvela el secreto: “Cuando hemos hecho lo máximo posible, y eso no da resultado, entonces es el momento correcto para pedir ayuda a otros”. Sólo entonces, saca la princesa su raspa de pescado mágica, que acaba con todos sus problemas, porque pidió el deseo adecuado.

A lo largo de mi vida, he tenido muchos problemas, como todo el mundo. Y cada vez que surgen dificultades o me encuentro en apuros, viene a mi mente la raspa de pescado de la princesa Alicia. ¿He hecho todo lo posible?, me pregunto. ¿Lo he intentado duramente, lo he intentado por todos los medios? ¿Me he esforzado lo suficiente, hasta agotar mis posibilidades? Si la respuesta es “No”, busco otra manera, le dedico más tiempo y más entrega. Y sólo cuando realmente he hecho todo lo que estaba en mi mano, sólo entonces, recurro a otros medios y a otras vías.

Las más importantes enseñanzas, las que más nos marcan y nos aportan, aparecen donde menos las esperas.

domingo, 5 de agosto de 2007

Mentes abiertas

El problema de tener una mente abierta es que la gente se empeña en llegar y tratar de poner cosas dentro

Terry Pratchett, Cavadores
(El éxodo de los gnomos, II)

Parece que en los tiempos que corren, la gente tiene miedo a parecer “intolerante” por decir a los demás que no comulga con sus ideas. He escrito aquí decenas de veces (probablemente sea una de las cosas que más repito) que todas las creencias merecen un respeto. Y ahí está la clave: las creencias. Una creencia es algo personal e intransferible, que ayuda a una persona a definirse, a encontrarle un sentido a su vida, a sobrellevar los malos momentos o a realizarse como individuo. Y, por definición, es imposible demostrar su certeza o su falsedad, es simplemente una cuestión de fe.

No hay creencias más válidas que otras, excepto en el sentido concreto de que hay sistemas filosóficos, religiosos o morales que “encajan” mejor con la forma de ser de una persona concreta. Lo que es otra forma de decir que hay creencias más válidas para cada uno, pero en ningún caso es algo generalizable.

Normalmente, cuando alguien te acusa de tener la mente cerrada, es porque no puede convencerte de algo: “Yo conozco la Verdad Única y Absoluta, y si tú no la ves, es porque tienes la mente cerrada”. Pues es curioso… pero yo juraría que insisitir en que sólo existe una Verdad, y quienes no creen en ella están todos equivocados es un síntoma de mente cerrada más que el dudar de la existencia de dicha Verdad Absoluta.

Y no quiero decir que dudar de todo sea bueno, o que no debamos atrevernos a defender nuestra postura cuando creamos que algo es cierto. Hay cosas de cuya veracidad podemos estar razonablemente seguros. Cosas que están comprobadas y contrastadas. ¿Que es posible que, en un futuro, cuando conozcamos más sobre nuestro universo y las leyes que lo rigen, algunas de esas cosas se revelen incompletas? Por supuesto. Y para eso sirve la mente abierta, la mente inquisitiva. Para analizar las nuevas ideas que nos lleguen, ponerlas en relación con lo que ya sabemos, contrastarlas con otra información, y decidir si se trata de una idea interesante o una estupidez.

En cuestiones de fe, el proceso es similar. Sólo que, en lugar de preguntarnos “¿es esto cierto o falso?”, nos preguntamos: “¿es esto bueno para mí y mi forma de ver la vida?”. Habrán creencias que, de puro ajenas a las nuestras, nos resulten irreales, extrañas, o ridículas. Pero eso no las hace menos válidas para aquellos que las profesan. No somos nadie para juzgar lo que hace dichoso a otra persona, y mucho menos para tratar de convencerle de que cambie su forma de ver las cosas.

Y, por supuesto, nadie es quién para tratar de convencernos de que seamos de otra manera. Pueden aportarnos argumentos, ya sea sobre hechos o sobre creencias, pero sólo nos corresponde a nosotros decidir si esos argumentos son válidos, veraces o encajan en nuestra vida. Aceptar sin más las cosas que te digan no es tener la mente abierta, es no tener ideas propias.

viernes, 3 de agosto de 2007

[En otras palabras] Sinfonía de la Trilla

Es tiempo de cosecha. De dar gracias, de mirar atrás y contemplar con aprecio los frutos de nuestro esfuerzo. Es tiempo de cosecha, y el mundo sonríe. Sonriamos también.


SINFONÍA DE LA TRILLA

Sacude las épicas eras
un loco viento festival.
¡Ay yeguayeguaa!...
Como un botoón en Primavera
se abre un relincho de cristal.

Revienta la espiga gallarda
bajo las patas vigorosas.
¡Ay yeguayeguaa!...
¡Por aumentar la zalagarda
trillarían las mariposas!
Maduros trigos amarillos,
campos expertos en donar.
¡Ay yeguayeguaa!...
Hombres de corazón sencillo.
¿Qué más podemos esperar?

Éste es el fruto de tu ciencia
varón de la mano callosa.
¡Ay yeguayeguaa!...
¡Sólo por falta de paciencia
las copihueras no dan rosa!

Sol que cayó a racimos sobre el llano,
ámbar del Sol, quiero divinizarte
en la flor, en el grano y en el vino.
Amor sólo me alcanza para amarte,
¡para divinizarte, hazme divino!

Que la tierra florezca en mis acciones
como en el jugo de oro de las viñas,
que perfume el dolor de mis canciones
como un fruto olvidado en la campiña.

Que trascienda mi carne a sembradura
ávida de brotar por todas partes,
que mis arterias lleven agua pura,
¡agua que canta cuando se reparte!

Yo quiero estar desnudo en las gavillas,
pisando por los cascos enemigos,
yo quiero abrirme y entregar semillas
de pan ¡yo quiero ser de tierra y trigo!

Yo di licores rojos y dolientes
cuando trilló el Amor mis avenidas,
ahora daré licores de vertiente
y aromaré los valles con mi herida.

Campo, dame tus aguas y tus rocas,
entiérrame en tus surcos, o recoge
mi vida en las canciones de tu boca
como un grano de trigo de tus trojes...

Dulcifica mis labios con tus mieles
¡campo de los recónditos panales!

Perfúmame a manzanas y laureles,
desgráname en los últimos trigales...

Lléname el corazón de cascabeles,
¡campo de los lebreles pastorales!

Rechinchan por las carreteras
los carros de vientres fecundos.
¡Ay yeguayeguaa!...
¡La llamarada de las eras
es la cabellera del mundo!

Va un grito de bronce removiendo
las bestias que trillan sin tregua
en un remolino tremendo...
¡Ay yeguayeguaa!...

Pablo Neruda

jueves, 2 de agosto de 2007

Prestar ayuda

Qué fácil es hacer alarde de bondad y altruismo. Decir que los wiccanos son magos buenos o brujas blancas, que no hacen mal a nadie y que usan la magia para cuidar y proteger a la gente. Como si los wiccanos fuéramos mejores que el resto de las personas, más puros o más santos.

Pues no. Los wiccanos somos personas, y como tales, tenemos cosas buenas y cosas malas. No tenemos poderes especiales ni nadie nos ha llamado a convertirnos en guía y ejemplo para los demás. Vivimos nuestras vidas, sin más. Protegemos y ayudamos a aquellos a quienes queremos… y no lo hacemos precisamente por medio de la magia.

Porque para ayudar a una persona, muchas veces lo único que hace falta es hablar con ella, echarle una mano, darle un abrazo. Dejarle que viva su vida como mejor quiera, aunque lo que haya decidido nos parezca un error, y limitarnos a estar ahí cuando tropiece, si es que lo hace, para ayudarle a levantarse y seguir adelante.

No hace falta ser “especial” ni “mágico” para ayudar a alguien. Los que se acercan a la wicca porque quieren “proteger a mi familia/novio/amigos”, lo único que están haciendo es buscar un motivo para erigirse en figura de autoridad, sentir que están por encima de los otros, que los demás dependen de su protección, les deben agradecimiento por ello.

¿Queréis ayudar a los demás? Adelante, haced cosas por ellos. Acompañadles, apoyadles, consoladles, colaborad cuando os necesiten. Pero no tratéis de imponerles nada. Porque eso no lo hacéis por ellos, lo hacéis por vosotros mismos.

miércoles, 1 de agosto de 2007

Pedir permiso

Otra de las plagas que aquejan a la gente que empieza a indagar en su espiritualidad que me molesta especialmente es la manía de buscar a alguien que les dé su aprobación o les otorgue algún tipo de beneplácito para hacer lo que desean hacer.

Imagino que el problema de base es que se trata de personas muy jóvenes, un poco perdidas, que tratan de rebelarse contra la autoridad establecida y el único sistema que conocen para hacerlo es buscar una autoridad que se contraponga a ésa. Muchos adolescentes, a esa edad, acaban erigiendo en “líder” de la pandilla a alguien de su misma edad, que sabe tanto o tan poco como ellos, y siguiendo sus sugerencias, simplemente porque toda su vida han estado acostumbrados a hacer caso a alguien y no se les ocurre que quizá puedan dejar de obedecer a una autoridad sin necesidad de empezar a obedecer a otra.
No se les ocurre que, si se lo proponen, pueden pensar por sí mismos y tomar sus propias decisiones, sin necesitar que nadie las refrende para que sean válidas. Y cuando esos adolescentes se interesan por la wicca o el paganismo en general, buscan algo similar, una seguridad que les aclare todas sus dudas con respuestas sencillas y directas. Pero no todas las preguntas tienen ese tipo de respuestas.

Veo todos los días preguntas de ese estilo en páginas de wicca, algunas sobre cosas tan personales e individuales que me estremezco al pensar qué puede suceder si alguien falto de escrúpulos decide responder a ellas maliciosamente. “¿Puedo adorar al Dios Tal y la Diosa Cual?” “¿Qué opina la wicca del sexo?” “¿Qué opina la wicca de la homosexualidad?” “¿Puedo poner música heavy en mis rituales?” ¿Qué debo escribir en mi Libro de las Sombras?”
Son el tipo de preguntas que descubren al que las hace, o bien como alguien que no se molesta en buscar información y leer un poco sobre algo que supuestamente le interesa tanto (“Para qué” -deben pensar- “busco un maestro que me lo explique y así aprenderé los grandes misterios de la vida, el universo y todo sin esforzarme”), o bien como alguien con una personalidad tan débil, que necesita que una sanción divina apruebe su modo de vida antes de atreverse a hacer lo que desea.

La wicca es una religión sin dogmas. Eso quiere decir que, aunque en lo esencial estén de acuerdo, dos wiccanos pueden tener actitudes muy diferentes ante cosas como el sexo (que la sexualidad sea algo sagrado puede implicar para algunos que hay que practicarla cuanto se pueda, y para otros, que es necesario un vínculo espiritual con otra persona antes de practicar sexo con ella), los pasos que deben seguir los rituales, las características de las herramientas, la música que consideran más adecuada para meditar… Como en todo, cada persona tiene su propia opinión sobre las cosas, y sobre gustos no hay nada escrito.

Lo que hay que aprender es justamente a encontrar tu propia opinión, tu propia espiritualidad. Estudia a fondo las creencias que a un primer vistazo tanto te gustan… quizá resulta que no encajan contigo después de todo. Si necesitas la seguridad de alguien que te señale qué es “lo bueno” y qué es “lo malo”, quizá debas primero plantearte hasta qué punto tu moral y tus creencias te pertenecen y no te has limitado a aceptar sin razonar todo lo que te han dicho.
Debes vivir tu propia vida, ser total y conscientemente responsable de cada uno de tus pasos. Las respuestas a cosas como “¿qué debo hacer?”, o, mucho más allá, “¿qué debo pensar sobre…?” sólo puedes encontrarlas dentro de ti mismo. De lo contrario, no estarás ejerciendo ningún tipo de control sobre ti mismo ni sobre tu vida, y estarás negándote a emplear tus mayores dones: tu inteligencia y tu voluntad.