lunes, 31 de agosto de 2009

[Música] Causas y azares

Muchas veces no basta con el mayor esfuerzo o la mejor intención para lograr algo.

Muchas veces, sin darnos cuenta, ponemos en movimiento pequeñas cosas que nos parecen poco relevantes, pero que cuando van actuando sobre otras, y ésas sobre otras... acaban por colocarnos en circunstancias que no esperábamos. Las causas están ahí, aunque no las veamos, porque todo lo que hacemos, por insignificante que parezca, tiene consecuencias, y a menudo algunas que no pretendíamos.
Muchas veces, las cosas suceden sin que sepamos por qué. Coincidimos en el lugar preciso, en el momento justo para que nos suceda algo que un minuto antes o dos metros después nunca habría ocurrido. Nos llevamos una sorpresa, tropezamos con alguien que nos marca, o perdemos un tren al que nunca podremos volver a subir. El azar nos zarandea y rebelarnos contra su poderoso influjo es como tratar de beberse el mar.

La casualidad y la causalidad dan forma a nuestra vida. Éso es lo que nos recuerda esta canción de Silvio Rodríguez. Cuando era pequeña, escucharla me daba vértigo... con el tiempo y la edad me acostumbré, pero a veces me paro a pensar en lo que realmente dice la letra, y aún siento escalofríos.



Causas y Azares

Cuando Pedro salió a su ventana
no sabía, mi amor, no sabía
que la luz de esa clara mañana
era luz de su último día.
Y las causas lo fueron cercando,
cotidianas, invisibles.
Y el azar se le iba enredando,
poderoso, invencible.

Cuando Juan regresaba a su lecho
no sabía, oh alma querida,
que en la noche lluviosa y sin techo
lo esperaba el amor de su vida.
Y las causas lo fueron cercando,
cotidianas, invisibles.
Y el azar se le iba enredando,
poderoso, invencible.

Cuando acabe este verso que canto
yo no sé, yo no sé, madre mía,
si me espera la paz o el espanto;
si el ahora o si el todavía.
Pues las causas me andan cercando,
cotidianas, invisibles.
Y el azar se me viene enredando,
poderoso, invencible.

Silvio Rodríguez

viernes, 28 de agosto de 2009

[En otras palabras] Los reyes rojos

¿Acaso no parece que el mundo está últimamente lleno de intensos colores?

LOS REYES ROJOS

Desde la aurora
combaten los reyes rojos,
con lanza de oro.

Por verde bosque
y en los purpurinos cerros
vibra su ceño.

Falcones reyes
batallan en lejanías
de oro azulinas.

Por la luz cadmio,
airadas se ven pequeñas
sus formas negras.

Viene la noche
y firmes combaten foscos
los reyes rojos.

José María Eguren

lunes, 24 de agosto de 2009

Una luna

Una luna. Ése es el tiempo que media entre estas dos imágenes. Un mes que para mí ha estado colmado de experiencias, sensaciones, y hasta algún descubrimiento inesperado. Ha pasado una luna, y vuelvo al punto de partida. Miro arriba, y en apariencia nada ha cambiado.

Y entonces vuelvo a mirar, un poco más allá de esa apariencia. Y descubro que los días se han acortado casi imperceptiblemente. Que, a la misma hora, el cielo está un poco más oscuro. Que la luna está un poco más crecida, y se pone un poco más tarde, y un poco más hacia el Sur. Que el aire está un poco más fresco. Que, en definitiva, de poco en poco, el verano se acerca a su fin.

Y me doy cuenta de que esos pequeños cambios cotidianos, graduales, prácticamente inapreciables mirados día a día, son a veces los que, a la larga, más nos marcan.

Fotos sacadas, aproximadamente a la misma hora, el 24 de julio y 24 de agosto respectivamente.


PD: Veréis también un par de cambios por aquí, no muy llamativos.
El más relevante es un widget de entradas relacionadas por si a alguien le interesa ir picoteando.
He añadido, además, un par de enlaces nuevos: Uno al magnífico blog La Experiencia Tarot, que os recomiendo efusivamente; en él encontraréis información sobre tarots y adivinación, pero también sobre historia, esoterismo y curiosidades, todo tratado con conocimiento y desde un punto de vista serio y racional nada habitual. Y otro al webcomic Nymphs, de Fadri, que trata sobre unas graciosas ninfas elementales de lo más arquetípicas, con colorido, ternura y mucho humor (sí, me gusta sacar a pasear a mi niña interior de vez en cuando).
Espero que lo disfrutéis, y gracias por estar ahí.