Victorio Macho fue un escultor palentino, que vivió entre los años 1887 y 1966. Estuvo exiliado en Perú, pero regresó a España para crear un taller en uno de los enclaves más hermosos que he visto nunca, la Roca Tarpeya, en Toledo. En ese espacio, que hoy es un museo dedicado a su obra, me topé con esta Eva.
No es una Eva doliente, sumisa ni arrepentida, es una mujer que se alza orgullosa, la mano entre las ramas del árbol (la colocación de la obra es inmejorable), para alcanzar el Fruto Prohibido. Es la Madre de los Hombres que nos concede el don de la sabiduría para distinguir el bien y el mal. No hay una serpiente que le susurre al oído, sólo ella, con el rostro altivo y sereno, decidiendo por sí misma. No es una pecadora temerosa, sino una mujer fuerte, consciente de sus actos.
La Eva de América de Victorio Macho nos muestra una faceta distinta de la Primera Mujer, que durante demasiado tiempo ha sido condenada. Recuperemos esta Eva, esa fuerza, ese valor y ese orgullo, atrevámonos a romper las normas arbitrarias, y a tomar nuestras propias decisiones.
Foto tomada en Abril del 2007 en el Museo Victorio Macho
Victorio Macho en la Wikipedia
Real Fundación de Toledo
Victorio Macho en la revista digital Escultura Urbana
El Museo Victorio Macho en Revista Ibérica
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