Cuando empecé con este blog, lo hice decidida a romper la persistente identificación wicca=magia buena que se ve por todas partes y tanta confusión causa. Por eso en este lugar no aparecen hechizos, y he dejado claro en inumerables ocasiones que no todos los paganos practican la magia, ni todos los que hacen magia pertenecen a una religión pagana.
Igualmente, he omitido de manera completamente deliberada las nociones básicas sobre mis creencias. Pienso que, si alguien llega hasta aquí, es porque va buscando algo diferente a lo que puede encontrarse con suma facilidad tecleando “wicca” en Google. Yo he procurado señalar e iluminar, en la medida de mis posibilidades, los puntos indefinidos y oscuros, echar hacia un lado las piedras que nos hacen tropezar en el camino.
Ya expliqué en su día (releedlo si aún no lo tenéis claro), que dentro de una religión, la fe es más importante que las formas, y que confundir estos dos conceptos no nos lleva a ninguna parte. Pero eso no quiere decir que las técnicas, como herramientas independientes, no sean de utilidad. Sólo que hay que conocerlas como lo que son: instrumentos, intercambiables y adaptables, que nos pueden ayudar, siendo indiferente para ello en qué creamos o dejemos de creer.
Por eso mismo, y dado que ya he llegado hasta aquí, creo que ha llegado la hora de hablar un poco sobre técnicas. No quiere decir que vaya a dejar de hablar sobre creencias, sólo que voy a separar claramente ambas áreas, dado que las técnicas, por sí mismas, no forman parte del paganismo ni de ninguna otra religión, al igual que una llave inglesa no forma parte de la mecánica ni de la fontanería, sino que es una herramienta que utilizan profesionales de ambos campos, y algún que otro manitas amateur.
Algunas de estas técnicas estarán asociadas históricamente a religiones o filosofías, otras habrán nacido de la medicina o la terapia psicológica. Pero, de por sí, no son religión, filosofía, medicina ni psicoterapia, son sólo ayudas, habilidades que pueden ayudarnos en casi cualquier faceta de nuestra vida a la que decidamos aplicarlas.
Y yo no os voy a decir cómo aplicarlas, eso es asunto vuestro, de vuestros conocimientos, vuestros intereses y vuestras preferencias. Responsabilidad vuestra, en suma.
miércoles, 7 de noviembre de 2007
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