viernes, 26 de junio de 2009

[En otras palabras] Bosque

Me esperan las copas de los árboles cerrándose sobre el camino, y el viento soplando con fuerza en la cima, la niebla arremolinándose bajo el mirador, y el mar brillando a lo lejos.
Voy a poner los pies sobre la alfombra de agujas de pino y musgo, y a dejar que ellos decidan por sí mismos dónde ir.

BOSQUE

Cruzas por el crepúsculo.
El aire
tienes que separarlo casi con las manos
de tan denso, de tan impenetrable.
Andas. No dejan huellas
tus pies. Cientos de árboles
contienen el aliento sobre tu
cabeza. Un pájaro no sabe
que estás allí, y lanza su silbido
largo al otro lado del paisaje.
El mundo cambia de color: es como el eco
del mundo. Eco distante
que tú estremeces, traspasando
las últimas fronteras de la tarde.

Ángel González

miércoles, 24 de junio de 2009

[Música] Here comes the sun

Ya está aquí el verano (aunque este año el calor haya llegado temprano), y vale la pena regocijarse, aunque sea sólo un momento, en la alegría y la fuerza que el sol puede aportarnos.

Y para ello quiero compartir hoy esta preciosa canción de los Beatles, escrita por George Harrison hace ahora 40 años, y que desde entonces ha sido versionada por decenas de autores, sin que haya perdido ni un ápice de su capacidad para arrancarnos una sonrisa esperanzada.

Y, de propina, aquí está con la letra.

Yo ya tengo ganas de cantarla a voz en cuello y repetirlo como un mantra... Sol, sol, sol, viene el sol... 

lunes, 22 de junio de 2009

En la orilla


Entre la tierra y el mar, el fuego y la brisa.
Disfrutando el apogeo del sol, sin perder de vista que la plenitud marca el inicio del declive.

¡Feliz Solsticio a todos!

viernes, 19 de junio de 2009

[En otras palabras] Ala y raíz

Raíces para aprender de aquellos que vinieron antes, alas para llegar más y más lejos...

ALA Y RAÍZ

Ala y raíz: la eternidad es eso.
Y aquí, de frente al mar, en la ribera,
la vida es como un fruto que cayera
de un alto gajo, por su propio peso.

Ala y raíz. Y el ala, sin regreso,
a la raíz, con sed de primavera:
que así el confín de la emoción viajera
duerme a la sombra del follaje espeso.

(El mar corre descalzo por la arena.
Mi corazón ya casi es sólo mío.
El ancla está aprendiendo a ser antena

y el latido unicorde se hace escala.
Después, libre del tiempo, en el vacío,
Así: ¡mitad raíz y mitad ala!)

José Ángel Buesa

miércoles, 17 de junio de 2009

Sinergias

sinergia.

(Del gr. συνεργία, cooperación).


1. f. Acción de dos o más causas cuyo efecto es superior a la suma de los efectos individuales.

2. f. Biol. Concurso activo y concertado de varios órganos para realizar una función.

Cuando tratamos de conseguir un objetivo, es necesario que confluyan muchas cosas: la intención, la motivación, la constancia, la concentración, el esfuerzo... e incluso cosas que no dependen de nosotros, como la oportunidad, la suerte o la ayuda externa. No todos los factores tendrán la misma importancia en cada caso concreto, y una mayor cantidad de algunos de ellos puede compensar la escasez o la falta de otros, pero también el exceso de algunos puede llevar al bloqueo o incluso al fracaso en nuestra tarea.

Es aún más importante que comprendamos realmente lo que representa cada una de estas cosas, y que cuando la pongamos en juego, sea de verdad. Fingir esfuerzo no nos será útil, como tampoco convencernos de que estamos concentrados cuando llevamos una hora con la mente y la mirada perdidas, totalmente alejadas de nuestro propósito. Focalizar toda nuestra energía en nuestra intención de logro y sentarse a esperar que la oportunidad perfecta surja, o que la suerte nos acompañe sólo nos hará perder el tiempo.

Cuando tratamos de conseguir un objetivo, no basta con desearlo, o con fantasear con el día en que por fin lo consigamos. Hay que poner en marcha muchas habilidades, y sobre todo, hacerlas trabajar en sinergia, encajando unas con otras hasta que brote una energía mayor de la que aportamos a cada una. Así podremos conseguir lo que esperamos, e incluso, quizá, algunas cosas que nunca pudimos soñar.

viernes, 12 de junio de 2009

[En otras palabras] Silencio

Porque en este momento no tengo nada que decir que sea más hermoso que escuchar el silencio.

SILENCIO

Así como del fondo de la música
brota una nota
que mientras vibra crece y se adelgaza
hasta que en otra música enmudece,
brota del fondo del silencio
otro silencio, aguda torre, espada,
y sube y crece y nos suspende
y mientras sube caen
recuerdos, esperanzas,
las pequeñas mentiras y las grandes,
y queremos gritar y en la garganta
se desvanece el grito:
desembocamos al silencio
en donde los silencios enmudecen.

Octavio Paz

miércoles, 10 de junio de 2009

Dorado como el sol

En momentos como éste, es fácil comprender por qué el trigo es uno de los más antiguos símbolos del Dios. Hay tanto que reflexionar sobre el significado de la siega a lo largo del tiempo y las diferentes culturas...

El segador, el grano, la semilla... el poder, el sacrificio, la muerte que da lugar a la vida. Todo ahí afuera, reflejado en el color del trigo.

lunes, 8 de junio de 2009

La primera cosecha

Una de las cosas que la mayoría de los paganos tenemos en común, es que tratamos de vivir de acuerdo con los ciclos naturales.

Sin embargo, muchas veces tenemos una idea demasiado superficial de estos ciclos, y se nos olvida una cosa muy importante: que no son siempre idénticos. De un punto geográfico a otro, a veces incluso aunque estén relativamente próximos, hay diferencias de situación y de clima (nubosidad, corrientes, horas de sol...)  que hacen que el ritmo natural tenga variaciones, y que las fechas en la que se producen determinados procesos y/o fenómenos no sean las mismas.
Cuando investigamos de manera académica sobre una espiritualidad tan ligada a la tierra como son los diferentes senderos del paganismo, corremos el riesgo de centrarnos en los datos y olvidar, perdiendo de vista el conjunto, que esos datos fueron recopilados en un momento y lugar específicos, y que pueden no ser completamente extrapolables a nuestra situación geográfica, cultural o individual.

El deshielo no llega al mismo tiempo a toda Europa. Hay países que tienen un invierno más largo, países en los que apenas dura unas semanas, y zonas que ni siquiera tienen algo que merezca llamarse invierno. El tiempo que las semillas toman para germinar no será igual en un área seca que en una rica en lluvias. La época en que el mar adquiere una temperatura tolerable para el baño varía muchísimo de zona de una costa a otra, no hablemos ya de si se trata del Mediterráneo o el Atlántico.

Y cada año, además, es diferente. Los hay más cálidos, más fríos, de nieve abundante y de sequía, de temperaturas extremas y estaciones suaves. Hacer las cosas mirando el calendario, porque se supone que deben hacerse en una fecha exacta, puede ser muy impreciso, y hasta contraproducente. Si realmente queremos conectar con los ciclos vitales, salgamos afuera, y contemplemos la naturaleza. Incluso en una gran ciudad hay plantas, árboles, animales... que pueden darnos pistas, pero no es tan difícil salir de vez en cuando de entre los edificios, y buscar un lugar donde observar.

Para encontrarse con la naturaleza, con la vida, no hace falta ir a un lugar idílico y perfecto donde el sol brille, el cielo sea prístinamente azul, los riachuelos murmuren y los pájaros canten. Basta con apartarnos un poco de nuestro camino, ir a algún parque o a las afueras, y sentir lo que está pasando: si la tierra bulle de vida o si está recogida en reposo, si las plantas se visten de colores o dejan caer sus hojas, si la hierba a los costados del camino verdea intensamente o está ya agostada por el calor.

Hoy, para mí, ha llegado la primera cosecha. ¿Ya tenéis vosotros algún campo listo para recoger?

viernes, 5 de junio de 2009

[En otras palabras] La campana está llena de viento...

Porque lo que define a las cosas, al mundo, no es lo que aparentan, sino lo que en su interior forma parte de la esencia de todo. El que no veamos algo no significa que no esté ahí.

La campana está llena de viento,
aunque no suene.
El pájaro está lleno de vuelo,
aunque esté quieto.
El cielo está lleno de nubes,
aunque esté solo.
La palabra está llena de voz,
aunque nadie la diga.
Toda cosa está llena de fugas,
aunque no haya caminos.

Todas las cosas huyen
hacia su presencia.

Roberto Juarroz

lunes, 1 de junio de 2009

El filo de las cosas

Le gustara o no, las brujas se sienten atraídas hacia el filo de las cosas, allí donde chocan dos estados. Sienten la llamada de las puertas, las circunferencias, los límites, las cancelas, los espejos, las máscaras...
... y los escenarios.


Terry Pratchett, Mascarada

Quizá porque los límites y los umbrales pertenecen en sí mismos a la esencia de la brujería. Las máscaras, los espejos, las sombras, las orillas... son considerados poderosos símbolos desde la antigüedad. Un círculo mágico es "un lugar que no es un lugar". La magia es cambio, y el punto en que una cosa se transforma en otra es, por tanto, esencialmente mágico. Al fin y al cabo, las brujas no se identifican con el brillante y poderoso sol, sino con la siempre variable luna.

Pero probablemente sea aún más cierto en la actualidad. A aquellos que tratamos de vivir una espiritualidad basada en la naturaleza, la sociedad moderna nos obliga a vivir, en cierta manera, siempre en un limbo indeterminado entre una visión del mundo eminentemente práctica, materialista, prosaica, y otra íntima, emocional y trascendente. La manera en que cada uno alterna o simultanea ambas visiones es más reveladora en cuanto al camino que hemos elegido que la tradición a la que decidamos adscribirnos.