viernes, 17 de agosto de 2007

[En otras palabras] Defensa de la alegría

Nos dejamos la voz defendiendo la libertad, la vida, los derechos políticos. Y nos olvidamos de que también es necesario defender las pequeñas cosas que nos hacen humanos. Defendamos, pues, la alegría, la fugaz alegría cotidiana, con uñas y dientes.

DEFENSA DE LA ALEGRÍA

a trini

Defender la alegría como una trinchera
defenderla del escándalo y la rutina
de la miseria y los miserables
de las ausencias transitorias
y las definitivas

defender la alegría como un principio
defenderla del pasmo y las pesadillas
de los neutrales y de los neutrones
de las dulces infamias
y los graves diagnósticos

defender la alegría como una bandera
defenderla del rayo y la melancolía
de los ingenuos y de los canallas
de la retórica y los paros cardiacos
de las endemias y las academias

defender la alegría como un destino
defenderla del fuego y de los bomberos
de los suicidas y los homicidas
de las vacaciones y del agobio
de la obligación de estar alegres

defender la alegría como una certeza
defenderla del óxido y la roña
de la famosa pátina del tiempo
del relente y del oportunismo
de los proxenetas de la risa

defender la alegría como un derecho
defenderla de dios y del invierno
de las mayúsculas y de la muerte
de los apellidos y las lástimas
del azar
y también de la alegría

Mario Benedetti

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me encanta, pero sobre todo me alegra.

1 beso guapa.

"Max"

Sibila dijo...

Me alegra que te alegre. A mí siempre me sube la moral. ;)