Por sólidos y firmes que parezcan los obstáculos que encuentres en tu camino, si lo intentas una y otra vez, acabarás por derribarlos.
Por duros e impenetrables que parezcan los límites que te impidan crecer, si te esfuerzas con paciencia en ir cada día un poco más lejos, acabarás por salir a la luz.
A veces me puede el desánimo y olvido esta lección, quizá por eso hoy me ha tocado recordarla. No es momento de rendirse.
Fotos tomadas en la playa de Benijo
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