miércoles, 2 de abril de 2008

Saber leer

Leer es más que mirar las palabras escritas mientras piensas en otra cosa. Requiere atención, cierta dosis de paciencia, y, en muchos casos, pausas para reflexionar un momento lo que acabas de descifrar, lo que acabas de descubrir.

Los textos son como laberintos de espejos que nos muestran en cada instante mil facetas diferentes de nosotros mismos. Cada uno tiene la capacidad de reflejar y resonar con algo de nuestro interior en algún momento. Pero para eso debemos abrirnos, dejar que las palabras penetren en nosotros. Leer buscando siempre la misma respuesta, sabiendo de antemano lo que queremos entender, es negarnos la experiencia de descubrirnos mundos nuevos y particularidades nuevas.

Si sabemos leer, un mismo libro, incluso un mismo poema o texto que sólo ocupe unas líneas, puede enseñarnos cosas nuevas durante toda nuestra vida, aunque lo leamos mil veces. Si no sabemos leer, la Biblioteca de Alejandría no será para nosotros más que un almacén polvoriento. Si no sabemos leer, toda Internet no será más que una pared que nos devuelva el eco de lo que le enviamos.

2 comentarios:

Vaelia dijo...

Completamente de acuerdo, la lectura debería ser un acto consciente, con un equilibrio de crítica y apertura, de repaso y descubrimiento... hay ciertos libros que marcan épocas y otros que pueden acompañarnos toda una vida.

Me acordé de un texto de Ítalo Calvino, que nos dió a conocer un profesor de literatura Universal; creo que parte de lo que se muestra en esas seis páginas es aplicable más allá de los libros :)

Es un fragmento de "Por qué leer a los clásicos" y se puede encontrar aquí:
http://perso.wanadoo.es/raul.urbina/archivos/literat/cal_clas.pdf

·X. Llámase clásico a un libro que se configura como equivalente del universo, a
semejanza de los antiguos talismanes. (...) XI. Tu clásico es aquel que no puede serte indiferente y que te sirve para
definirte a ti mismo en relación y quizás en contraste con él."

Sibila dijo...

Muchas gracias por el texto, a ver si lo leo entero.

Yo conozco libros que desde los seis años hasta ahora no han parado de sorpenderme. ;)