Las herramientas es algo que trae de cabeza a mucha gente que empieza en la wicca. En la mayoría de los casos, por un motivo muy simple: son objetos tangibles, muy característicos, que aparecen en muchas de las representaciones de las “brujas”, así que es fácil pensar que tener un bonito athame te hará parecer más “bruja”. Y aquí topamos, una vez más, con las apariencias.
¿Importa acaso más lo que tienes en la mano que lo que tienes en la mente y en el corazón? ¿Entonces, por qué ir corriendo a comprarse un athame para un ritual, en lugar de preparar con cuidado el propio ritual?
Tenemos una religión que protege la naturaleza y nos damos al consumismo desenfrenado que tanto perjudica a la Madre Tierra, ¿no es contradictorio?
Mira en tu interior; todo lo que necesitas está ahí: una mente clara, ganas de aprender, una actitud de reverencia ante los dioses, paciencia, fortaleza, responsabilidad. Ningún objeto te dará más de ninguna de estas cosas. Ningún objeto te convertirá mágicamente (y nunca mejor dicho) en wiccano.
Es cierto que las herramientas nos ayudan a poner nuestra mente en sintonía con las energías con las que queremos trabajar. Por eso mismo, primero debemos conocer muy bien esas energías. Y luego, encontrar una herramienta que armonice con nosotros. No nos sirve una cualquiera, no es algo que se pueda elegir a ciegas. La elección debe hacerse porque hay algo que resuena contigo, algo que “te llama”. No porque tengas un ritual de Samhain dentro de dos días y el libro de Lady-Mengana-del-Rayo-Místico-y-Puro diga que hay que consagrar tus herramientas en Samhain.
Para elegir una herramienta, debes tener muy claro su simbología, su uso, lo que significa para ti, lo que quieres de ella y lo que tú vas a poner en ella.
Si se lo pudiese fabricar uno mismo, sería lo ideal, pero hay muy pocas personas que tengan los conocimientos necesarios para fundir metal o para tallar madera y hacerse un athame, o un cáliz. Sin embargo, siempre se puede dar un toque personal, y, por más torpes que seamos (yo lo soy mucho), será mejor que un objeto fabricado en serie.
Lo realmente importante es saber que no hay prisa, que las herramientas no son imprescindibles.
Sólo hay dos cosas imprescindibles en la wicca: los Dioses y tú.
lunes, 21 de mayo de 2007
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