Hoy es la noche de Samhain. El ritmo de la naturaleza nos devuelve, una vez más, al frío, a la oscuridad, a la noche.
Hoy es día de celebración, y día de recogimiento. Es momento de dejar atrás el año que se va, y reunir fuerzas para afrontar el que llega. La tierra se desprende de las galas del verano, preparando el terreno para que duerman las semillas del invierno hasta que el beso de la primavera las devuelva a la vida.
Desprendámonos también de todo lo superfluo. Busquemos en nuestro interior las semillas que queremos resguardar, y descansemos. Debemos darnos tiempo a nosotros mismos para el reposo y la calma, y prepararnos para volver a renacer.
Y aprovechemos el silencio y la noche para recordar a aquellos que plantaron también semillas en nuestro interior y ya nos dejaron. Esas semillas florecerán a su debido tiempo, y con sus frutos continuaremos el camino de los que nos precedieron.
Hoy es la noche de Samhain. Parad, aunque sea un momento, en el ajetreo de la vida y de la fiesta, y recordad que la vida y la muerte son las dos caras de la misma moneda. Preparáos para el invierno, y para la promesa de la primavera.
miércoles, 31 de octubre de 2007
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