Un árbol dice: "En mi vida se oculta un núcleo, una chispa, un pensamiento, soy vida de la vida eterna. Única es la tentativa y la creación que en mí ha osado la Madre Eterna. Única es mi forma y únicas las vetas de mi piel, único el juego más insignificante de las hojas de mi copa y la más pequeña cicatriz de mi corona. Mi misión es dar forma y presentar lo eterno en mis muescas singulares".
Herman Hesse, El Caminante
De vez en cuando es bueno sentirse un poco árbol... vida de la vida eterna, únicos en el universo, desde la primera arruga a la última cicatriz. Aguantar cuando el viento pretenda derribarte, hacer sonar las hojas con el murmullo de las brisas, alumbrar al mundo con el verde de la vida.
Y siempre es bueno toparse con una persona-árbol, y aspirar el aroma de sus flores, tomar sus frutos, descansar junto a su tronco y comprender que hay quien aporta sin pedir a cambio más que compañía.
Dejadme reposar hecha un ovillo entre sus raíces. Quizá mañana sea yo quien deba dar sombra y cobijo.
2 comentarios:
Mi aparentemente Hellrasiano cerebro se ha ido viendo identificado con el nivel de sedentarismo cuidadosamente expuesto.
En serio, bella entrada.
Mu bonica
Gracias... me apetece descansar, la verdad... me espera un agosto intenso, mejor estar preparada. ;)