Porque observar es algo más que ver, implica comprender lo que vemos e integrarlo en nuestra imagen general del mundo. Aunque la mayoría de las veces no seamos del todo conscientes de que este proceso tiene lugar en nuestro interior, se produce a cada instante. Y a veces, cuando nuestra imagen de cómo son o deberían ser las cosas no encaja con lo que percibimos, esa imagen cambia: ya sea de manera imperceptible, progresiva, o incluso radicalmente (desde la raíz).
Ésta es la vista desde mi ventana, la primera mañana que desperté en esta casa:
Unas semanas después, le escribía esto a una amiga:
No tengo demasiado que hacer aparte de ordenar y mirar por la ventana, así que he estado viendo cómo trabajan el campo.[...]Mirar nos enseña, observar nos cambia, porque lo que percibe la mente va más allá de lo que ven los ojos.
Sabía algo acerca del proceso que conlleva una huerta, pero ahora me doy cuenta de lo largo y laborioso que es obtener una cosecha. No es sólo cuestión de plantar las semillas… primero hay que preparar la tierra para que pueda recibirlas, arrancar los matojos que se han adueñado del terreno mientras estaba en barbecho, no para desecharlos, sino para darles otra función, y remover la tierra para las nuevas plantas puedan arraigar. Quemar los rastrojos, arar la tierra para que se oxigene, y dejar que la lluvia la nutra… todos los elementos trabajando en armonía incluso antes del nacimiento del primer brote.
Ahora me doy cuenta de cuánto trabajo es necesario antes de la siembra[...] Si quiero flores y frutos, primero tengo que arar surcos en los que puedan nacer. Será un trabajo pesado, pero es necesario para que la cosecha no se malogre.
El mero hecho de observar puede respondernos a preguntas que ni siquiera habíamos formulado.
3 comentarios:
En una entrada antes de tu ausencia decías que intuías cambios. Ahora me pregunto si sólo te referías al cambio de vivienda o había algo más profundo. Parece que algo más profundo ha ocurrido. Espero que sea para bien. Estoy convencido de que así será.
¿Empiezan ya a aparecer los primeros brotes en la nueva estación?
¡Qué cosa tan curiosa es la Vida!, que se crea y recrea a si misma siguiendo sus propias leyes internas, su propio rumbo...
En el corazón de las cosas palpita lo que el propio corazón anhela. Un perro da vueltas cada vez más rápido intentando atrapar la cola de su destino.
:o)
¡Fantástico, Sibila! Desde luego que hay materia ahí para meditar ^^
Me alegro de leerte de vuelta.
Ciertamente, han ocurrido cambios profundos... aunque aún no sé si serán en definitiva para bien o para mal. Al menos no puedo negar que han sido lecciones de las que he aprendido mucho, y de las que probablemente aún me queda bastante por aprender.
Lo primero, paciencia. ;)
Un saludo a ambos. Yo también me alegro mucho de estar de vuelta.