EL MAR DE SIEMPRE
No volver a soñar más que en lo mismo
para tejer el hilo de los tiempos
que tal vez fueron milagrosos.
O acaso no existieron,
sino en la mente de quien los pensó.
Ese arrullo que escuchas
no es el del mar de entonces;
aquel calló con las ausencias,
o bien se hundió lejano
y se perdió en la espuma de otros mares.
No son los mismos, nunca.
Cada uno se acerca a sus orillas,
diversos todos, todos únicos
en el rozar del agua con su tierra;
y cada tierra con su mar se duerme
o al levantar el sol con él se alza.
Pero distintas, diferentes,
las tierras lejos, las de cerca,
tienen su propio mar que las arrulla
y con diverso pálpito respiran.
Como es otra la música
que en su bajar nos llega
del infinito mar de las constelaciones.
Y así vamos de mares y de orillas
al límite final que nos espera.Eugenio Florit
Me tomo unas semanas de vacaciones, que aprovecharé para hacer unos cuantos cambios, que espero que os gusten. Volveré a primeros de septiembre, aunque procuraré entrar de vez en cuando para responder los comentarios (si es que hay alguno).
Hasta entonces, y disfrutad de la fuerza del sol, estéis donde estéis.
5 comentarios:
¡Felices Vacaciones!
Oye, ¿te vas de la isla? Ya nos contarás.
Disfruta de la playa :) Yo este año me estoy pegando unos bañitos impresionantes en el mar, a pesar de que esto no es el Atlántico.
Saludos,
Tanakil.
Gracias... tengo muchas cosas de las que desintoxicarme, y el mar es ideal para eso.
Aún no sé si me iré, si no me iré, dónde tengo las manos, dónde los pies... mi vida es un caos, a ver si me organizo.
Disfruta tú también del mar, del sol y del verano en general.
Un saludo.
Todas las vidas son un caos, me atrevería a afirmar sin mucho pensarlo.
Saludicos.
Sí, supongo que todas las vidas son un caos hasta que uno se asienta en una rutina, y alguna que otra vez después de eso.
Mi problema es que la rutina huye de mí como si me tuviera miedo. ;)
Que disfrutes lo que queda del verano.
Un saludo.
Yo te voy a pegar un poemita, que tiene que ver con el mar , es de Alberti:
El mar. La mar.
El mar. ¡Sólo la mar!
¿Por qué me trajiste, padre,
a la ciudad?
¿Por qué me desenterraste
del mar?
En sueños la marejada
me tira del corazón;
se lo quisiera llevar.
Padre, ¿por qué me trajiste
acá? Gimiendo por ver el mar,
un marinerito en tierra
iza al aire este lamento:
¡Ay mi blusa marinera;
siempre me la inflaba el viento
al divisar la escollera!
PD: Vuelvo a ser Pipe, que me ha gustado el espacio.