Me han hecho notar que el miércoles pasado hizo un año desde el día en que empecé a escribir en este blog. Y no, no voy a decir "cómo pasa el tiempo...", porque sería mentira. Porque mi primer pensamiento al darme cuenta no fue ése, sino: "¿un año? ¿sólo un año?".
He vivido en estos últimos doce meses tantas experiencias, internas y externas, que me sorprende que hayan podido ocurrir tantas cosas en tan poco tiempo. He frecuentado lugares donde ya había estado, he pisado lugares donde siempre había querido estar, y he alcanzado lugares donde jamás pensé que llegaría. He conocido personas maravillosas, y he dejado atrás a gente a la que aprecio y quiero.
He visto nacer las flores y caer las hojas, hundí mis manos en la nieve y bebí del agua del deshielo. He aprendido a escuchar susurros, y a acallar rumores. He descubierto luces y sombras en mi corazón, y tesoros enterrados en el corazón de otros.
Empecé con una idea, continúo con un proyecto, quién sabe dónde puedo acabar.
Y, al fin y al cabo, esto me enseña otra lección. Un año puede ser mucho más que 366 días. En un año puede caber una vida, o varias.
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2 comentarios:
Felicidades por ese año.
Es cierto, esese periodo de tiempo pueden pasar muchas cosas.
Saludos,
Tanakil.
¡Muchas gracias!
La verdad es que yo misma de sorprendo de todo lo que ha pasado en este último año... a muchos niveles.
Y me alegro mucho de haber empezado con esto, sobre todo por la gente que he podido conocer.
Ahora, a seguir adelante. ;)