Que paséis unas felices fiestas como mejor os apetezca celebrarlas.
Fotos tomadas en cada sabbat de este año que termina.
DESTINO
Y para acá o allá
y desde aquí otra vez
y vuelta a ir de vuelta y sin aliento
y del principio o término del precipicio íntimo
hasta el extremo o medio o resurrecto resto de éste a aquello o de lo opuesto
y rueda que te roe hasta el encuentro
y aquí tampoco está
y desde arriba abajo y desde abajo arriba ávido asqueado
por vivir entre huesos
o del perpetuo estéril desencuentro
a lo demás
de más
o al recomienzo espeso de cerdos contratiempos y destiempos
cuando no al burdo sino de algún complejo herniado en pleno vuelo
cálido o helado
y vuelta y vuelta
a tanta terca tuerca
para entregarse entero o de tres cuartos
harto ya de mitades
y de cuartos
al entrevero exhausto de los lechos deshechos
o darse noche y día sin descanso contra todos los nervios del misterio
del más allá
de acá
mientras se rota quedo ante el fugaz aspecto sempiterno de lo aparente o lo supuesto
y vuelta y vuelta hundido hasta el pescuezo
con todos los sentidos sin sentido
en el sofocatedio
con uñas y con piensos y pellejo
y porque sí nomás
Oliverio Girondo
...esa pequeña lección que a veces la vida enseña a palos: que no eres el único que observa el mundo. Que la otra gente es gente; mientras los miras, ellos te miran a tí, y piensan en tí mientras tú piensas en ellos. Que tú no eres el centro del mundo.
Terry Pratchett, Regimiento Monstruoso
CON LA SIMPLE PALABRA
Con la simple palabra de hablar todos los días,
que es tan noble que nunca llegará a ser vulgar,
voy diciendo estas cosas que casi no son mías,
así como las playas casi no son mar.
Con la simple palabra con que se cuenta un cuento,
que es la vejez eterna de la eterna niñez,
la ilusión, como un árbol que se deshoja al viento,
muere con la esperanza de nacer otra vez.
Con simple palabra te ofrezco lo que ofreces,
amor que apenas llegas cuando te has ido ya:
Quien perfuma una rosa se equivoca dos veces,
pues la rosa se seca y el perfume se va.
Con la simple palabra que arde en su propio fuego,
siento que en mí es orgullo lo que en otro es desdén:
Las estrellas no existen en las noches del ciego,
pero, aunque él no lo sepa, lo iluminan también.
Y así, como un arroyo que se convierte en río,
y que en cada cascada se purifica más,
voy cantando este canto tan ajeno y tan mío,
con la simple palabra que no muere jamás.
José Ángel Buesa
Pero tú, a quien nada limita, por tu propio arbitrio, entre cuyas manos yo te he entregado, te defines a ti mismo. Te coloqué en medio del mundo para que pudieras contemplar mejor lo que el mundo contiene. No te he hecho ni celeste, ni terrestre, ni mortal ni inmortal, a fin de que tú mismo, libremente, a la manera de un buen pintor o de un hábil escultor, remates tu propia forma.
Giovanni Pico della Mirandola,
Oratio de hominis dignitate
SON LOS RÍOS
Somos el tiempo. Somos la famosa
parábola de Heráclito el Oscuro.
Somos el agua, no el diamante duro,
la que se pierde, no la que reposa.
Somos el río y somos aquel griego
que se mira en el río. Su reflejo
cambia en el agua del cambiante espejo,
en el cristal que cambia como el fuego.
Somos el vano río prefijado,
rumbo a su mar. La sombra lo ha cercado.
Todo nos dijo adiós, todo se aleja.
La memoria no acuña su moneda.
Y sin embargo hay algo que se queda
y sin embargo hay algo que se queja.
Jorge Luis Borges
Competencia del que soy con el que fui,
del que va a apagar la lámpara
con el que la ha encendido,
del que desparramaba los colores
con el que los reúne,
del que no se veía en los espejos
con el que se contempla en el humo.
Competencia de mi voz con mi voz,
de las palabras que encontraba
con las palabras que me encuentran,
de los silencios que hablaban por amor
con el amor que dice su silencio,
de la luz de una tarde en cualquier tarde
con la luz exclusiva de esta tarde.
Competencia del que soy y del que fui
con el que seré o no seré mañana,
del que aún marca sus huellas
con el que todavía las borra,
del que empujaba al día
con el que ya ocultamente lo sostiene,
del que viene de ninguna parte
con el que viene de ninguna parte.
Roberto Juarroz
Convencer.
(Del lat. convincĕre).
1. tr. Incitar, mover con razones a alguien a hacer algo o a mudar de dictamen o de comportamiento. U. t. c. prnl.
2. tr. Probar algo de manera que racionalmente no se pueda negar. U. t. c. prnl.
SONATA PARA ADIÓS Y FLAUTA
Te vas tan sola como siempre
te echaremos de menos
yo y los abrazos de las tardes
yo, mi alma y mi cuerpo.
Tu larga sombra se resiste
a abandonarnos, pero
has decidido que se fuera
contigo a todo riesgo.
De todos modos no querría
que enterraras tu sueño
aquel en que tu amor de nadie
era como un estreno.
Te vas de nuevo no sé a dónde
y tu adiós es un eco
que se prolonga y nos alude
como un último gesto
nunca guardaste la ternura
como pan para luego
estoy seguro de encontrarla
liviana entre tus pechos.
Te vas con paso de derrota
pero no me lo creo
siempre has vencido en tu querella
contra el odio y el miedo.
Quién sabe allá lo que te aguarda
ese allá tan desierto
que se quedó sin golondrinas
todo erial, todo invierno
mas si te extraviaras una tarde
entre el mar y el espejo
recuerda que aquí estamos
yo, mi alma y mi cuerpo.
Mario Benedetti
La imaginación del niño, que comenzó a despertarse en los primeros meses de vida, brota ya a borbotones y se desbordará sin el cauce de fina arena que le ofrece el cuento de hadas, no dejando que se atrofie o que entre en el campo de la patología. Esa imaginacion infantil que le permite ver un río en la alfombra del pasillo, y una carretera polvorienta en un rayo de sol que llega hasta su mano. Transposición mágica de la realidad en ensueño, despertar de la parte más importante en la vida mental del ser humano, la cualidad imaginativa.
No desterremos el cuento de hadas y de duendes. Mucho se ha discutido sobre ello, pero si a la imaginación del niño no se le da el cuento mágico cuando le llega la hora de nutrirse de maravillas, tomará el relato de brujas o de crímenes espeluznantes o de su cesos misteriosos, que dejarán terrible y peligrosa huella en su cerebro. La necesidad de su espintu la satisfará con lo que encuentre a mano. Es un momento decisivo en su vida interior.
Es doloroso que el niño, siempre imaginativo, se vea defraudado por un exceso de realidades, convirtiéndose en un ser vulgar y gris, siempre a ras de tierra, sin una chispa de luz divina en su cerebro. Tal es el caso de la mayor parte de los seres humanos.
Una imaginación bien canalizada es la más brillante colaboración de la inteligencia, sirviendo a planes bien definidos y concurriendo a resultados utilísimos. Basta recordar el amplio campo de la hipótesis en las ciencias.
Elena Fortún, Pues señor...(Cómo debe contarse el cuento
y cuentos para ser contados)
Yaya Ceravieja siempre se había preguntado qué tenía de especial la luna llena. Sólo era un enorme círculo de luz. Y la luna nueva sólo era oscuridad.
Pero, a mitad de camino entre las dos, cuando la luna estaba entre ambos mundos de luz y oscuridad, cuando incluso la luna vivía en el límite... quizá entonces una bruja podía creer en la luna.
Terry Pratchett, Brujas de Viaje
PORVENIR
Te llaman porvenir
porque no vienes nunca.
Te llaman: porvenir,
y esperan que tú llegues
como un animal manso
a comer en su mano.
Pero tú permaneces
más allá de las horas,
agazapado no se sabe dónde.
... Mañana!
Y mañana será otro día tranquilo
un día como hoy, jueves o martes,
cualquier cosa y no eso
que esperamos aún, todavía, siempre.
Ángel González
COMO SI FUÉRAMOS INMORTALES
Todos sabemos que nada ni nadie habrá de ahorrarnos el final
sin embargo hay que vivir como si fuéramos inmortales
sabemos que los caballos y los perros tienen las patas sobre la tierra
pero no es descartable que en una nochebuena se lancen a volar
sabemos que en una esquina no rosada aguarda el ultimátum de la envidia
pero en definitiva será el tiempo el que diga dónde es dónde y quién es quién
sabemos que tras cada victoria el enemigo regresa buscando más triunfos
y que volveremos a ser inexorablemente derrotados vale decir que venceremos
sabemos que el odio viene lleno de imposturas
pero que las va a perder antes del diluvio o después del carnaval
sabemos que el hambre está desnuda desde hace siglos
pero también que los saciados responderán por los hambrientos
sabemos que la melancolía es un resplandor y sólo eso
pero a los melancólicos nadie les quita lo bailado
sabemos que los bondadosos instalan cerrojos de seguridad
pero la bondad suele escaparse por los tejados
sabemos que los decididores deciden como locos o miserables
y que mañana o pasado alguien decidirá que no decidan
sintetizando / todos sabemos que nada ni nadie habrá de ahorrarnos el final
pero así y todo hay que vivir como si fuéramos inmortales
Mario Benedetti
Las creencias y rituales religiosos también muestran relaciones adaptativas en forma de tabúes. A menudo los tabúes adoptan la forma de mandatos sagrados que resuelven las ambigüedades y controlan la tentación de involucrarse en conductas como el incesto, que tienen beneficios a corto plazo pero que, a la larga, son socialmente perturbadoras. Con este enfoque se pueden examinar muchos tabúes sobre animales cuya explotación provoca consecuencias ecológicas y económicas ambiguas. Por ejemplo, el tabú del cerdo entre los antiguos israelitas se puede comprender como una adaptación al cambio de los costos y beneficios de la cria de cerdos, provocado por el crecimiento demográfico, la deforestación y la desertización. Una relación análoga entre costos y beneficios a corto y a largo plazo, puede también explicar la pauta de uso y no uso de ciertos animales y tabúes asociados a diversas intensidades de lo sagrado que cabe observar en aldeas de diferentes tamaños de la selva tropical amazónica. Un ejemplo final de la forma en que tabúes y religiones enteras se adaptan a contextos políticos, económicos y ecológicos cambiantes es la vaca sagrada en la India.
Marvin Harris, Antropología CulturalCap. 12: La religión
VIDA, OFICIOS
Insoslayable para la vida,
la nueva vida me amanece: es un pequeño
sol con raíces que habré de regar mucho
e impulsar a que juegue
su propio ataque contra la cizaña.
Pequeño y pobre pan de la solidaridad,
bandera contra el frío, agua fresca para la sangre:
elementos maternos que no deben alejarse
del corazón.
Y contra la melancolía, la confianza; contra
la desesperación,
la voz del pueblo
vibrando en las ventanas de esta casa secreta.
Descubrir,
descifrar,
articular,
poner en marcha:
viejos oficios de los libertadores y los mártires
que ahora son nuestras obligaciones
y que andan por allí contándonos los pasos:
del desayuno al sueño,
del sigilo en sigilo,
de acción en acción,
de vida en vida.
Roque Dalton
¿Deseáis ver los Reinos Lejanos? Muy bien. Pero primero, debéis saber: los lugares que visitaréis, los lugares que veréis, no existen. Porque solamente hay dos mundos... el vuestro, que es el mundo real, y otros mundos, que son de fantasía. Mundos como ésos existen en la imaginación de los hombres. Su realidad o falta de realidad no es importante. Lo que importa es que están ahí. Esos mundos proveen alternativas. Proveen escape. Proveen amenazas. Proveen sueños y poder. Proveen rechazo y dolor. Ellos le dan significado a vuestro mundo. No existen, y de esa manera, ellos son todo lo que importa.
Titania, reina de las hadas,
en Los Libros de la Magia, de Neil Gaiman
La Maza
Si no creyera en la locura
de la garganta del sinsonte,
si no creyera que en el monte
se esconde el trino y la pavura.
Si no creyera en la balanza,
en la razón del equilibrio,
si no creyera en el delirio,
si no creyera en la esperanza.
Si no creyera en lo que agencio,
si no creyera en mi camino,
si no creyera en mi sonido,
si no creyera en mi silencio...
Qué cosa fuera,
qué cosa fuera la maza sin cantera.
Un amasijo hecho de cuerdas y tendones,
un revoltijo de carne con madera,
un instrumento sin mejores resplandores
qué lucecitas montadas para escena.
Qué cosa fuera, corazón, qué cosa fuera,
qué cosa fuera la maza sin cantera.
Un testaferro del traidor de los aplausos,
un servidor de pasado en copa nueva,
un eternizador de dioses del ocaso,
júbilo hervido con trapo y lentejuela.
Qué cosa fuera, corazón, qué cosa fuera,
qué cosa fuera la maza sin cantera.
Qué cosa fuera, corazón, qué cosa fuera,
qué cosa fuera la maza sin cantera.
Si no creyera en lo más duro,
si no creyera en el deseo,
si no creyera en lo que creo,
si no creyera en algo puro.
Si no creyera en cada herida,
si no creyera en la que ronde,
si no creyera en lo que esconde
hacerse hermano de la vida.
Si no creyera en quien me escucha,
si no creyera en lo que duele,
si no creyera en lo que quede,
si no creyera en lo que lucha...
Qué cosa fuera,
qué cosa fuera la maza sin cantera.
Un amasijo hecho de cuerdas y tendones,
un revoltijo de carne con madera,
un instrumento sin mejores resplandores
qué lucecitas montadas para escena.
Qué cosa fuera, corazón, qué cosa fuera,
qué cosa fuera la maza sin cantera.
Un testaferro del traidor de los aplausos,
un servidor de pasado en copa nueva,
un eternizador de dioses del ocaso,
júbilo hervido con trapo y lentejuela.
Qué cosa fuera, corazón, qué cosa fuera,
qué cosa fuera la maza sin cantera.
Qué cosa fuera, corazón, qué cosa fuera,
qué cosa fuera la maza sin cantera.
Silvio Rodríguez
Resarcir.
(Del lat. resarcīre).
1. tr. Indemnizar, reparar, compensar un daño, perjuicio o agravio. U. t. c. prnl.
PASIÓN SIN LÍMITES
Vuela mi corazón
unido con los pájaros
y deja entre los árboles
un invisible rastro
de alegría y de sangre.
Las gotas de rocío
se helaron en las manos
abiertas y floridas
de los enamorados
perdidos en la brisa.
Vuela mi corazón,
mi corazón atado
con cadenas de estrellas
a la sombra de un árbol
atado con cadenas
y con cantos de pájaros.
José María Hinojosa
Arrepentirse.No siempre nuestros errores tienen consecuencias, y no siempre éstas tienen que ser negativas, aunque a menudo lo sean, para nosotros o para otras personas. Sin embargo, lo que hace que consideremos erróneas algunas de nuestras decisiones o comportamientos, es el hecho de que, inmediatamente o con el tiempo, nos arrepentimos.
(Del lat. re, intens. y poenitēre).
1. prnl. Dicho de una persona: Sentir pesar por haber hecho o haber dejado de hacer algo.
2. prnl. Cambiar de opinión o no ser consecuente con un compromiso.
APUNTE INTERIOR
Hoy mi vida no tiene peso alguno:
es un viento, menos que un viento, menos
que una raya de luz.
Ahora ninguno
puede serme oneroso.
No hay terrenos
resquemores debajo de mi alma.
Mi sangre es una roja armonía viva.
Estoy en armonía con la brasa y la calma,
con la voz amorosa y la voz vengativa.
Parece que mis manos no existieran, parece
que mi cuerpo nadara en un agua inocente.
Como un viento desnudo de mi corazón se mece
y hace sonar campanadas dulcemente.
Jorge Debravo
REMINISCENCIA
Un breve instante se cruzaron
tu mirada y la mía.
Y supe de repente
—no sé si tú también—
que en un tiempo
sin años ni relojes,
otro tiempo,
tus ojos y mis ojos
se habían encontrado,
y esto de ahora
no era más que un eco,
la ola que regresa,
atravesando mares,
hasta la antigua orilla.
Meira Delmar
ANTECOMIENZO
No detenerse.
Y cuando ya parezca
que has naufragado para siempre en los ciegos meandros
de la luz, beber aún en la desposesión oscura,
en donde sólo nace el sol radiante de la noche.
Pues también está escrito que el que sube
hacia ese sol no puede detenerse
y va de comienzo en comienzo
por comienzos que no tienen fin.
José Ángel Valente
Pájaros y mariposas,
brisas y vendavales,
sueños y ambiciones locas
siento llegar en mis viajes,
por las rutas del campo de mi existencia.
Algunos dejan canciones y esperanzas
en los surcos de mi tierra,
otros me dejan perfumes de nostalgias.
La brisa va acariciando la corola
con dedos suaves de hada buena
los pétalos de mis rosas,
y la fragancia de mis blancas violetas.
Mis sueños son mariposas,
Inquietas y coloridas
que forman, en mí, las olas
de un hontanar de sonrisas.
Las ambiciones se alargan en el mar de mi presencia
y hacenme sentir que el destino sólo se puede alcanzar
por los sendas suaves de la tierra, onduladas mas serenas
o por las burbujeantes avenidas del ponto inmenso del mar.
Zacarías Palacios
Todo muro es una puerta
Ralph Waldo Emerson
La diosa madre Tierra y sus nombres o advocaciones.
La progresiva secularización de la tierra incapacita al hombre occidental de nuestro tiempo para captar el mensaje de la “tierra” en cuanto numinosa o divina, sintonizado con nitidez por los hombres de todos los continentes en el mundo arcaico. La Tierra no es una deidad conceptual como por ej., -en gran medida- Gea o Rea, otras divinidades de la “tierra” con esta palabra en su mismo nombre. La diosa madre Tierra encierra en sus entrañas el misterio de la vegetación -muerte invernal y resurgimiento primaveral-, del cultivo de los campos (diosa agraria), del hombre que viene de la tierra, vive sobre la tierra (durante el poleolítico, etc., dentro de sus entrañas, en las cavernas), y a ella retorna (fecundidad humana, creencias escatológicas).
La naturaleza analógica del conocimiento racional de la divinidad explica que unos llegaran hasta ella a partir de la tierra y de los fenómenos agrarios, desde la vegetación. No sólo fue punto de partida, sino incluso el molde conformador de sus principales atributos, festividades, etc... La divinidad concebida así recibe varias designaciones, vinculadas a otras tantas diosas madres Tierra veneradas en sus respectivas religiones, al principio sólo telúricas, más tarde también mistéricas, por ejemplo, Deméter, Terra, Tellus, Mater Magna, Isis, Cibeles, Atargatis, Semele, Bona Dea, , etc., por circunscribirme a la cuenca mediterránea. Como es obvio, el sentido religioso primario o subjetivo e interno cuajó muy pronto en concreciones objetivas tanto en el espacio (templos) como en el tiempo (fiestas) sin olvidar los mitos, los ritos y las personas consagradas temporal o vitaliciamente a su servicio.
Manuel Guerra Gómez
El sacerdocio femenino (en las religiones greco-romanas y en el cristianismo de los primeros siglos).
Primera Parte: El sacerdocio en las religiones telúrico-mistéricas.
Cap. 1: La Diosa madre Tierra y sus sacerdotisas
La vida hoy tiene ritmo
de ondas que pasan,
de olitas temblorosas
que fluyen y se alcanzan.
La vida hoy tiene el ritmo de los ríos,
la risa de las aguas
que entre los verdes junquerales corren,
y entre las verdes cañas.
Sueño florido lleva el manso viento;
bulle la savia joven en las nuevas ramas;
tiemblan alas y frondas,
y la mirada sagital del águila
no encuentra presa..., trema el campo en sueños,
vibra el sol como un arpa.
¡Fugitiva ilusión de ojos guerreros
que por las selvas pasas
a la hora del cenit: tiemble en mi pecho
el oro de tu aljaba!
En tus labios florece la alegría
de los campos en flor; tu veste alada
aroman las primeras velloritas,
las violetas perfuman tus sandalias.
Yo he seguido tus pasos en el viejo bosque,
arrebatados tras la corza rápida,
y los ágiles músculos rosados
de tus piernas silvestres entre verdes ramas.
¡Pasajera ilusión de ojos guerreros
que por las selvas pasas,
cuando la tierra reverdece y ríen
los ríos en las cañas!
¡Tiemble en mi pecho el oro
que llevas en tu aljaba!
Antonio Machado
Arte.
(Del lat. ars, artis, y este calco del gr. τέχνη).
1. amb. Virtud, disposición y habilidad para hacer algo.
2. amb. Manifestación de la actividad humana mediante la cual se expresa una visión personal y desinteresada que interpreta lo real o imaginado con recursos plásticos, lingüísticos o sonoros.
3. amb. Conjunto de preceptos y reglas necesarios para hacer bien algo.
4. amb. Maña, astucia.
5. amb. Disposición personal de alguien. Buen, mal arte
6. amb. Instrumento que sirve para pescar. U. m. en pl.
7. amb. rur. Man. noria (‖ máquina para subir agua).
8. amb. desus. Libro que contiene los preceptos de la gramática latina.
9. amb. pl. Lógica, física y metafísica. Curso de artes
Yo sostengo que la ciencia y las creencias religiosas no tienen por qué estar en contradicción. Adecuadamente entendidas, no pueden estarlo, porque la ciencia y la religión atañen asuntos diferentes. La ciencia se refiere a los procesos que representan el mundo natural: el movimiento de los planetas, la composición de la materia y el espacio, el origen y la función de los organismos. La religión se refiere al significado y al propósito del mundo y de la vida humana, la relación adecuada de las personas con su Creador y entre sí, y los valores morales que inspiran y gobiernan las vidas de las personas.
Sólo cuando se hacen afirmaciones más allá de las fronteras legítimas de ambas materias, la religión y la ciencia, y la teoría de la evolución en particular, parecen ser antitéticos. Ciencia y religión son como dos ventanas desde las que miramos el mundo. Vemos diferentes aspectos de la realidad a través de ellas, pero el mundo que vemos es sólo uno y el mismo. Consideremos una pintura, como el Guernica de Picasso. Supongamos que hago una lista de todas las características de las imágenes representadas en el cuadro, su forma y tamaño, los pigmentos utilizados, y la calidad y dimensiones de este inmenso lienzo, que mide unos 8 por 3.5 metros. Esta información sería interesante, pero sería poco satisfactorio omitir por completo las consideraciones estéticas, y no reflexionar sobre el sentido de esta obra y su motivación, el dramático mensaje acerca de la inhumanidad del hombre contra el hombre transmitido por la figura extendida de la madre tirando de su bebé muerto, los bramantes rostros humanos, el caballo herido, y la imagen satánica del toro.
El asunto es que la descripción física de la pintura no nos dice nada (por sí misma no puede decirnos nada) sobre el valor estético o histórico del Guernica, ni tampoco, por otra parte, la estética o el sentido deseado por el autor determinan las características físicas de la pintura. Sea el Guernica una metáfora de lo que deseo explicar. El conocimiento científico, como la descripción del tamaño, los materiales y la geometría del Guernica, es satisfactorio y útil, pero una vez que la ciencia ha explicado su parte, aún queda mucho acerca de la realidad que es de interés: cuestiones sobre el valor, el significado y el propósito de las cosas, que trascienden el ámbito de la ciencia.
La relación adecuada entre ciencia y religión puede ser, para las personas de fe, de mutua motivación e inspiración. La ciencia puede inspirar las creencias y el comportamiento religioso, de tal modo que respondemos con recogimiento a la inmensidad del universo, la maravillosa diversidad y adaptación de los organismos, y las maravillas del cerebro y la mente humana. La religión promueve la reverencia por la creación, la humanidad y el medio ambiente. La religión puede ser una fuerza motivadora y fuente de inspiración para la investigación científica, y puede mover a los científicos a investigar el mundo maravilloso de la creación y a resolver los enigmas a los que nos enfrentamos.
Discurso del profesor Francisco J. Ayalaal recibir el Premio Templeton25 de marzo de 2010
TRILCE
Hay un lugar que yo me sé
en este mundo, nada menos,
adonde nunca llegaremos.
Donde, aun si nuestro pie
llegase a dar por un instante
será, en verdad, como no estarse.
Es ese sitio que se ve
a cada rato en esta vida,
andando, andando de uno en fila.
Más acá de mí mismo y de
mi par de yemas, lo he entrevisto
siempre lejos de los destinos.
Ya podéis iros a pie
o a puro sentimiento en pelo,
que a él no arriban ni los sellos.
El horizonte color té
se muere por colonizarle
para su gran Cualquiera parte.
Mas el lugar que yo me sé,
en este mundo, nada menos,
hombreado va con los reversos.
—Cerrad aquella puerta que
está entreabierta en las entrañas
de ese espejo. —¿Está?— No; su hermana.
—No se puede cerrar. No se
puede llegar nunca a aquel sitio
do van en rama los pestillos.
Tal es el lugar que yo me sé.
César Vallejo
DETRÁS DE AQUELLA PUERTA
En algún lugar del gran muro inconcluso está la puerta,
aquella que no abriste
y que arroja su sombra de guardiana implacable en el revés de todo tu destino.
Es tan sólo una puerta clausurada en nombre del azar,
pero tiene el color de la inclemencia
y semeja una lápida donde se inscribe a cada paso lo imposible.
Acaso ahora cruja con una melodía incomparable contra el oído contra el oído de tu ayer,
acaso resplandezca como un ídolo de oro bruñido por las cenizas del adiós,
acaso cada noche esté a punto de abrirse en la pared final del mismo sueño
y midas su poder contra tus ligaduras como un desdichado Ulises.
Es tan sólo un engaño,
una fabulación del viento entre los intersticios de una historia baldía,
refracciones falaces que surgen del olvido cuando lo roza la nostalgia.
Esa puerta no se abre hacia ningún retorno;
no guarda ningún molde intacto bajo el pálido rayo de la ausencia.
No regreses entonces como quien al final de un viaje erróneo
—cada etapa un espejo equivocado que te sustrajo el mundo—
descubriera el lugar donde perdió la llave y trocó por un nombre confuso la consigna.
¿Acaso cada paso que diste no cambió, como en un ajedrez,
la relación secreta de las piezas que trazaron el mapa de toda la partida?
No te acerques entonces con tu ofrenda de tierras arrasadas,
con tu cofre de brasas convertidas en piedras de expiación;
no transformes tus otros precarios paraísos en páramos y exilios,
porque también, también serán un día el muro y la añoranza.
Esa puerta es sentencia de plomo; no es pregunta.
Si consigues pasar,
encontrarás detrás, una tras otra, las puertas que elegiste.
Olga Orozco