Símbolo. El laberinto simboliza la inmortalidad. Simboliza el tortuoso camino, el engañoso e imprevisible camino, que nos conduce después d ela muerte a esa otra necesaria dimensión de la existencia. Claro que el símbolo se ha utilizado de muchas maneras, a veces para indicar simplemente la dificultad material o espiritual para llegar a algún punto particular. En las religiones antiguas aquí tratadas tiene el valor de la iniciación y de la vida. Es un símbolo complicado, porque encierra y vincula entre sí numerosos significados relativos al camino, a la incertidumbre, al misterio, a la sabiduría, al orden del cosmos, a la naturaleza humana, al destino y al tiempo.Miguel Rivera Dorado, Los laberintos de la Antigüedad
Apéndice: Guía para recorrer el laberinto
Pocas veces un símbolo representa lo mismo para todo el mundo, pero pocas son también las imágenes simbólicas tan preñadas de significado, tan presentes en todas las culturas y mitologías, como los laberintos.
Su figura puede representar la duda y el extravío al mismo tiempo que el camino y la búsqueda. El misterio, el peligro y el triunfo. El poder del héroe y su debilidad. El sendero interior y la necesidad de guía. La vida y la muerte. El alma humana y el cosmos infinito. Y todos estos significados se multiplican por mil cuando atendemos además a los diferentes tipos de laberintos, y de lugares identificados con ellos, a lo largo de la historia.
¿Qué tesoros guarda?¿Qué monstruo aterrador protege su centro? ¿Qué secretos oculta, y qué revelaciones? La única forma de saberlo es adentrarse en sus bifurcados senderos, y descubrirlo (con los pasos, con los ojos, con la mente, con el tiempo...) por nosotros mismos.