lunes, 9 de mayo de 2011

El futuro empieza en el presente

Mirar hacia el futuro es bueno. Nos permite albergar esperanzas y hacer planes, nos espolea y nos enseña a prever las consecuencias de nuestros actos. Pero también puede bloquearnos, cuando un posible acontecimiento apenas vislumbrado empieza a ocupar más tiempo en nuestra cabeza de lo que debería, y nos centramos tanto en lo que puede venir, que olvidamos el presente, y, en ocasiones, incluso pasamos por alto las claves de hoy que pueden modificar drásticamente lo esperado

De niña leí un cuentecito griego de autor anónimo que trataba sobre un labrador que, harto de que su mujer y sus hijas fuesen rematadamente bobas, se marchaba a ver mundo, sólo para acabar volviendo al descubrir que en el mundo había gente mucho más boba que ellas. Y todas las tonterías que encotnraba en su viaje tenían algo en común: se trataba de gente que era incapaz de ver la realidad de lo que tenían delante, y se aterrorizaban, tomaban decisiones insensatas o buscaban rebuscadísimas soluciones a problemas muy sencillos de resolver.

Y emprendió el viaje; pasadas unas horas llegó a otro pueblo y, al pasar delante de de una casa, vio a una mujer junto a la cuna de un niño, y, colgada de la pared, un hacha.
-¡Pobre niñito mío! -gemía la mujer-. ¡Muerto por un hacha...!
-¿Por qué lloras, buena mujer? -preguntó el labrador.
-¿No ves que ese hacha caerá encima de mi niño y lo matará? ¡Y todavía me preguntas por qué lloro!
-¡Ésta es más boba que las mías! -se dijo el labrador-. ¿Qué me das si salvo a tu hijo de tan triste suerte?
-¡Todo lo que quieras... mi vida entera si te sirve de algo...!
El labrador cogió la cuna y la llevó al otro extremo de la habitación diciendo:
-Mira, buena mujer, ya no hay motivo para que llores...
La angustiada madre le regaló una buena cantidad de dinero en agradecimiento, y el hombre prosiguió su viaje.

¿Cuántas veces he temido lo peor sin ser consciente de que podría evitarlo si me parase a analizar la situación actual sin temor y encontrase el punto donde actuar, aquí y ahora?¿Cuántas veces nos sentimos bloqueados por una situación o por un problema sin darnos cuenta de que la solución está al alcance de nuestra mano?
El futuro es lo que hacemos, lo que vamos creando con nuestros actos: no es algo que temer, pero tampoco un indeterminado momento color de rosa donde por arte de magia todo será mucho mejor.
Nuestro futuro será el que nos construyamos, hagámoslo bien.

2 comentarios:

Jim dijo...

Buenas noches,

muchas veces pecamos de orgullo. Según va pasando el tiempo, somos más intolerantes. Miramos a la persona que queremos y pensamos "que boba". . . . . . . sin darnos cuenta de que los bobos somos nosotros!. ¿por qué nos pasa esto???. . ¿¿Cuál es la solución??? . ojala supiera la respuesta!!!!. . . pero por desgracia no la sé.

Lo único que puedo aportar a esta historia es: “Cuando nuestra cabeza nos diga que las personas que están a nuestro lado son “bobas”. . . debemos dar un paso atrás y dejar que sea el corazón el que hable por nosotros. . . En cuestiones del amor, no hay peor consejero que nuestra cabeza”

Besoooossss
Jim

Sibila dijo...

Es un planteamiento, sí... todo el mundo es "bobo" y nadie lo es, dependiendo de las circunstancias. Lo importante es aprender a afrontarlas sin dejar que prejuicios, manías, fobias y atolondramientos nos cieguen a la hora de actuar.

Un saludo.