miércoles, 7 de octubre de 2009

Tempus Fugit

Existe una cosa muy misteriosa, pero muy cotidiana. Todo el mundo participa de ella, todo el mundo la conoce, pero muy pocos se paran a pensar en ella. Casi todos se limitan a tomarla como viene, sin hacer preguntas. Esta cosa es el tiempo.

Hay calendarios y relojes para medirlo, pero eso significa poco, pues todos sabemos que, a veces, una hora puede parecernos una eternidad, y otra, en cambio, pasa en un instante; depende de lo que hagamos durante esa hora.

Porque el tiempo es vida. Y la vida reside en el corazón.

Michael Ende, Momo

Wen reflexionó sobre la naturaleza del tiempo y entendió que el universo se recrea de nuevo, instante tras instante. Por tanto, comprendió que en verdad no existe el pasado, únicamente un recuerdo del pasado. Cuando se parpadea, el mundo que se ve al abrir los ojos no existía al cerrarlos. Por tanto, dijo él, el único estado apropiado en la mente es la sorpresa. El único estado apropiado en el corazón es el gozo. El cielo que estás viendo ahora nunca lo habías visto antes. El momento perfecto es ahora. Alégrate de ello.

Terry Pratchett, Ladrón del Tiempo


Cada segundo es un regalo, cada día una bendición. A cada cual corresponde decidir qué hacer con su tiempo, pero vale la pena recordar que la flor horaria que en este momento se marchita no volverá a florecer.

2 comentarios:

Violeta dijo...

Hay un cuento de Cortázar que seguro conoces -haciendo siempre como sueles hacer tantas referencias a La Literatura- en donde el reloj atrapa a la persona siendo esta la regalada y hay un cuadro de Dalí, los relojes blandos, en los que se fantasea con la necesidad de parar el tiempo. Un ya es un pasado, con esto nos resulta difícil vivir en el presente, es como si nuestra mente estuviera diseñada ¿programada? para los recuerdos y las anticipaciones. Momo, magnífica lectura de los hombres grises ;)

Sibila dijo...

Sí conocía el cuento de Cortázar, me parece muy poético. Hay gente realmente así, que vive esclava del reloj, y justamente por eso pierde consciencia de lo que el tiepo realmente es, de que su auténtico sentido reside en nuestro corazón.
Es muy interesante tu punto de vista. En cierto sentido, la capacidad para recordar y anticipar nos ha traído hasta aquí como especie, pero también vale la pena tratar de apresar el instante presente... aunque da un poco de vértigo.

Un saludo,
Sibila.