lunes, 21 de septiembre de 2009

Otoño al fin


Ayer comenzó aquí la lluvia. El aire refresca de verdad, las gotas resbalan por los cristales del ventanal y repiquetean en las planchas. El viento sopla trayendo otro tipo de promesas, tenues susurros de aliento, el leve eco de tantas palabras... Apenas he recogido la cosecha y ya debo seguir sembrando, plantando más y más semillas, confiando en tener la fuerza para ayudarlas a madurar a tiempo. Aún queda mucho por hacer.

Pero hoy huele a tierra mojada, el otoño se siente en el aire, y eso me reconforta.
El cielo y el corazón necesitan, después del fuego del verano, un vendaval que pase de parte a parte y se lleve el polvo acumulado.

¡Feliz Equinoccio a todos!


Foto montada a partir de varias tomas hechas en uno de tantos rincones mágicos del Monte de las Mercedes

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Ah, cuan placenteros son esos días grises cuando la galerna sopla fuera, la lluvia arrecia, el trueno grita... y al salir de casa te encuentras el aire tan fresco y limpio. Lo échabamos de menos, y al fin ha llegado el otoño.

¡Que tengas un muy Feliz Equinoccio, Sibila!

Sibila dijo...

Gracias, igualmente, y que pases un buen otoño.
Sí que hacía falta, este año se ha hecho esperar, pero al fin ha llegado. Después de este verano, cada gota de lluvia es como un pequeño regalo. :)