lunes, 24 de agosto de 2009

Una luna

Una luna. Ése es el tiempo que media entre estas dos imágenes. Un mes que para mí ha estado colmado de experiencias, sensaciones, y hasta algún descubrimiento inesperado. Ha pasado una luna, y vuelvo al punto de partida. Miro arriba, y en apariencia nada ha cambiado.

Y entonces vuelvo a mirar, un poco más allá de esa apariencia. Y descubro que los días se han acortado casi imperceptiblemente. Que, a la misma hora, el cielo está un poco más oscuro. Que la luna está un poco más crecida, y se pone un poco más tarde, y un poco más hacia el Sur. Que el aire está un poco más fresco. Que, en definitiva, de poco en poco, el verano se acerca a su fin.

Y me doy cuenta de que esos pequeños cambios cotidianos, graduales, prácticamente inapreciables mirados día a día, son a veces los que, a la larga, más nos marcan.

Fotos sacadas, aproximadamente a la misma hora, el 24 de julio y 24 de agosto respectivamente.


PD: Veréis también un par de cambios por aquí, no muy llamativos.
El más relevante es un widget de entradas relacionadas por si a alguien le interesa ir picoteando.
He añadido, además, un par de enlaces nuevos: Uno al magnífico blog La Experiencia Tarot, que os recomiendo efusivamente; en él encontraréis información sobre tarots y adivinación, pero también sobre historia, esoterismo y curiosidades, todo tratado con conocimiento y desde un punto de vista serio y racional nada habitual. Y otro al webcomic Nymphs, de Fadri, que trata sobre unas graciosas ninfas elementales de lo más arquetípicas, con colorido, ternura y mucho humor (sí, me gusta sacar a pasear a mi niña interior de vez en cuando).
Espero que lo disfrutéis, y gracias por estar ahí.

3 comentarios:

r dijo...

Que curioso lo de las fotografías... A veces el tiempo pasa, todo cambia y uno sigue tan absorto en si mismo que si no te detienes un momento a observar con atención, ni te enteras!.

Noemi Risco Mateo dijo...

¡Qué interesante lo esas dos fotografías! Yo también me he fijado en el cambio de luz que ha habido estos últimos días. A ver si llega pronto el otoño, que por estas latitudes hace falta fresquito.
Un saludo,
Tanakil.

Sibila dijo...

Bienvenida, Raquel, gracias por pasarte por aquí. Por cosas como ésas vale la pena mirar de verdad lo que hay afuera... a veces incluso encontramos cosas que pasan a pertenecernos, en cierta manera.

Gracias, Tanakil, me resultó muy revelador cuando vi ambas fotos juntas. ¿Ahí aún no ha amainado el calor? La verdad es que con la que hemos pasado este año, ya hay ansias de otoño.

Un saludo a ambas.