miércoles, 22 de julio de 2009

Paciencia

En la magia, como en la vida, las cosas necesitan su tiempo para madurar. A veces nos cuesta mucho asumir este hecho, porque lo que tiene que llegar es algo que deseamos profundamente, o que nos hace muchísima falta, y cada paso que damos lo damos con los ojos puestos en esa meta.

Pero cuando ya hemos hecho todo lo que está en nuestras manos para conseguir ese objetivo, o cuando no depende de nosotros sino de otras personas, de las circunstancias, o del mero paso del tiempo, obsesionarnos con cuándo llegará, o con lo que haremos cuando llegue, es contraproducente. No sólo estamos descentrándonos, viviendo con el pensamiento desplazado hacia el futuro, sino que puede que incluso estemos bloqueando con nuestra preocupación el fluir natural de las cosas, aunque sólo sea porque el paso del tiempo nos parecerá mucho más lento, y tal vez, cuando por fin llegue el momento y lo que tanto esperábamos esté a nuestro alcance, nuestras propias expectativas nos impidan disfrutarlo.

Obsesionarnos por el futuro nos resta tiempo para vivir el presente. Y muchas veces, apresurar la marcha sólo nos sirve para tropezar.

4 comentarios:

Noemi Risco Mateo dijo...

Hola!
Si sabes dónde puedo alojar gratis Laberinto Oscuro, acepto sugerencias! Pero que sea algo tan fácil como Geocities, por favor.
Gracias por pasarte por el blog :-)
Tanakil.

Sibila dijo...

Ya te he dejado un comentario.
Muchas gracias a tí por pasarte por aquí.

Un saludo,
Sibila.

Vaelia dijo...

Parece la gran lección anual, esto de la paciencia... Pero -como le decía a un amigo- "si consigo que lo aprendido me ayude a lo largo de los años que me quedan por vivir no habrá sido un tiempo muerto o desperdiciado, sino toda una inversión, que valía la pena hacer".

Besos,
Vae.

Sibila dijo...

Sí que es una lección cíclica... no sé si será porque no termino de interiorizarla de verdad. Tienes razón, pensaré en ello como en una inversión, no un desperdicio. ¡Gracias!