miércoles, 20 de mayo de 2009

[Mitología] El Camino y Temes Savsap

Pero es Janet Bord quien nos brinda una excelente ilustración etnológica procedente de las Nuevas Hébridas, del suroeste de la isla Malekula, donde se traza un dibujo en el suelo llamado El Camino, equivalente a la figura hecha en la arena por el «espíritu guardían femenino». Todos los espectros de los fallecidos viajan a la tierra de la muerte, y allí se encuentran con el espíritu guardián. En cierto momento de su marcha, llegan a una roca situada en el mar, detrás de la cual se halla el espacio arbolado, rodeado por una cerca, donde está su destino último. En la roca se acomoda el «espíritu guardían femenino» llamado Temes Savsap, y delante, trazada en el suelo, se ve la figura geométrica conocida como Nahal, «el camino». El espectro del difunto debe atravesar una senda ubicada entre las dos mitades de la figura. Pero a medida que avanza en su travesía, el «espíritu guardían femenino» se apresura a borrar una parte del dibujo. El difunto vuelve atrás, pierde el rastro y no lo puede encontrar. Intenta, desesperado, buscar un paso hacia el otro lado de la roca, pero todo es inútil, sólo el conocimiento de la figura geométrica completa le permitiría seguir adelante. Si la conoce, si la recuerda, si la reconstruye adecuadamente, entonces completa la mitad que ha borrado, Temes Savsap y atraviesa el sendero intermedio. Pero si, por el contrario, no logra restablecer la imagen, entonces el guardián femenino lo devora y nunca llega a la morada de los muertos.

Janet Bord, Mazes and Labyrinths of the World,
citado en Los laberintos de la Antigüedad, de Miguel Rivera Dorado

Hay leyendas y mitos que resultan particularmente evocadores. Supongo que son distintos para cada persona, pero todos encontramos alguna vez una historia, una imagen, que resuena en nuestro interior y nos muestra algo que no sabíamos o creíamos olvidado, pero que sin embargo nos parece extrañamente personal, como un mensaje en una botella que resultase llevar nuestro nombre. Temes Savsap y el Nahal me hacen pensar en cuántas veces es necesario llevar el camino con nosotros para poder encontrarlo.

2 comentarios:

Francis Ashwood dijo...

Valla, ni te imaginas lo que acabas de traer... significa mucho para mí. Qué bueno encontrarlo, muchas gracias Sibila :)

Desde luego es un texto para gastar de tanto leerlo. Cada vez que lo lees, evoca cosas nuevas...

Sibila dijo...

Me alegra que te sea útil.
Ciertamente es uno de esos textos que se pueden releer mil veces, porque hay algo más allá de lo que meramente dice. Me cautivó desde que lo leí.

Un abrazo.