miércoles, 31 de octubre de 2007

La hora oscura

Hoy es la noche de Samhain. El ritmo de la naturaleza nos devuelve, una vez más, al frío, a la oscuridad, a la noche.

Hoy es día de celebración, y día de recogimiento. Es momento de dejar atrás el año que se va, y reunir fuerzas para afrontar el que llega. La tierra se desprende de las galas del verano, preparando el terreno para que duerman las semillas del invierno hasta que el beso de la primavera las devuelva a la vida.

Desprendámonos también de todo lo superfluo. Busquemos en nuestro interior las semillas que queremos resguardar, y descansemos. Debemos darnos tiempo a nosotros mismos para el reposo y la calma, y prepararnos para volver a renacer.

Y aprovechemos el silencio y la noche para recordar a aquellos que plantaron también semillas en nuestro interior y ya nos dejaron. Esas semillas florecerán a su debido tiempo, y con sus frutos continuaremos el camino de los que nos precedieron.

Hoy es la noche de Samhain. Parad, aunque sea un momento, en el ajetreo de la vida y de la fiesta, y recordad que la vida y la muerte son las dos caras de la misma moneda. Preparáos para el invierno, y para la promesa de la primavera.

lunes, 29 de octubre de 2007

[Música] Samhain Night

Samhain se acerca, y mucho me queda aún por atar antes de poder permitirme el recogimiento y la meditación que la época requiere. Pero, poco a poco, las cosas van encontrando su sitio.

Loreena McKennitt (artista de la que ya os he hablado) me aporta con esta bellísima canción la serenidad que necesito para ayudarme a sintonizar con las energías de este momento tan especial, y vivirlo tal y como me ha llegado, como un maravilloso regalo de la vida.

Ojalá que escucharla os sirva, a vosotros también, para ir abriendo la mente y el corazón a todo lo que nos trae esta hermosa celebración.

viernes, 26 de octubre de 2007

[En otras palabras] Cuando me puse a pensar

Porque no hay nada más importante que ser uno mismo. Porque no tiene sentido tratar de reducirnos, querer ponernos en el lugar de otro. Porque somos quienes somos, y sea como sea nuestro caminar por la vida, éso es lo único que siempre nos acompañará.

CUANDO ME PUSE A PENSAR

Cuando me puse a pensar
La razón me dio a elegir
Entre ser quien soy, o ir
El ser ajeno a emprestar,

Mas me dije: si el copiar
Fuera ley, no nacería
Hombre alguno, pues haría
Lo que antes de él se ha hecho:
Y dije, llamando al pecho,
¡Sé quien eres, alma mía!

José Martí


miércoles, 24 de octubre de 2007

Celebrar por celebrar

Dentro de una semana es la noche de Samhain, y, de repente, surgen como setas por todos los rincones de la Red mensajes de gente que quiere celebrar un ritual, o incluso iniciarse en esa noche. Gente que, por supuesto, no tiene ni la menor idea de lo que es un ritual ni de lo que representa una iniciación.

Es otro síndrome que delata el paganismo como pose en lugar de como auténtica vivencia. Oh, claro, es mucho más bonito y aparente ponerse a encender velas en una noche de luna, vestidos con una capa, y manejar el athame que compramos anteayer en una tienda de internet, bien lleno de símbolos “de poder”. Queda muy chulo juntarte con unos amigos e irte al bosque a invocar a los espíritus y adivinar el futuro. Y tienes todo tu derecho a hacerlo, mientras no digas que lo haces porque estás celebrando un ritual wiccano. Lo que estás haciendo es jugar.

Un ritual (no hablemos ya de una iniciación) requiere ante todo conocer las energías del momento, lo que representa, tanto en la tradición como para nosotros mismos, y cómo queremos y podemos emplear esas energías. ¿Qué deseas atraer a tu vida? ¿Qué preguntas necesitan respuesta? ¿Qué cosas tienes que agradecer? ¿Qué es necesario que aprendas? Cada momento del año favorece unas actividades y obstaculiza otras, al igual que no es lo mismo ir a la playa en verano que en invierno.

Un ritual no es una reunión de amiguitos para sentarse en torno a la hoguera a contar historias de miedo. Es un momento especial en el que nos relacionamos con los Dioses y la naturaleza, haciéndonos conscientes del paso del tiempo y el ritmo de las estaciones. Un ritual puede ser sentarse en el balcón a ver atardecer, pasear por el campo pisando las hojas caídas, pedir un deseo a una estrella o llamar a esa persona cuya voz hace tiempo que no escuchas. Un ritual es cualquier cosa que hagamos con el corazón, con el estado de ánimo adecuado, sintiendo que al hacerlo honramos nuestra fe. Tener un montón de objetos “mágicos”, leer de carrerilla largos textos cogidos de internet, seguir unos rígidos pasos al pie de la letra… en ocasiones, más que una ayuda, es una interferencia.

No hagáis nada sin saber lo que estáis haciendo. Es preferible encender una vela y decir unas palabras simples, salidas de ti, que trazar el Octograma Quíntuple de Invocación Maestra de la Llama Verde cuando la luna esté en su Cénit Cuántico Suprarrenal ante el altar de Cthulhu del Mar Profundo. Hacer las cosas por hacerlas es peor que no hacerlas en absoluto.

lunes, 22 de octubre de 2007

[Recetas] Vino caliente con especias

Las bebidas cumplen un importante papel en la mayoría de los rituales paganos. Al fin y al cabo, nuestros Dioses nos conminan a comer, beber, bailar y disfrutar de la vida y todos los dones que nos han concedido. Normalmente, en las reuniones y rituales se bebe cerveza, sidra o vino, pero, cuando se va acercando el invierno, lo que realmente apetece es tomar algo caliente, y se suele optar por el té, o en algunos casos café. Pero hay otras opciones que, aunque la mayoría no nos lo hayamos planteado, quizá sean más adecuadas para una celebración religiosa.

En otros países de Europa hay tradición de tomar vino caliente con especias. Existen múltiples recetas, e infinitas variaciones. Yo suelo usar dos, una que es de elaboración propia sobre la base de otra citada en un libro, y otra que me dieron, el Vin Brulé, que, por lo que sé, es típico de la época navideña.

Me gustaría compartirlas con vosotros, para que estas noches que se alargan sean un poco menos frías.

Vin Brulé

  • 1 litro de vino tinto
  • 200 militros de agua
  • 100 gramos de azúcar
  • Piel de naranja
  • De 8 a 10 clavos de olor
  • 1 rama de canela

Se pone a hervir el agua con todos los ingredientes excepto el vino, y cuando se haya reducido aproximadamente a la mitad, se le añade el vino, se calienta, se cuela y se sirve.

Vino caliente con especias

  • 1 litro de vino tinto
  • Miel (la cantidad depende de lo dulce que lo quieras)
  • De 5 a 7 clavos de olor
  • Un trozo de raíz de jengibre (puede ser seco, pero mejor fresco)

Se calienta el vino con todos los ingredientes excepto la miel hasta que hierva, luego se añade la miel, se remueve hasta que se disuelva, se cuela y se sirve. Si alguien lo desea, puede añadir más miel en su vaso mientras el vino aún esté caliente.


Por supuesto, podéis añadir otras especias: cardamomo, anís, canela, nuez moscada, cáscara de limón… y variar los ingredientes a vuestro gusto, hasta que encontréis la combinación que prefiráis.

¡Que aproveche!

viernes, 19 de octubre de 2007

[En otras palabras] La prueba

Incluso en los peores tiempos hay señales que nos guían. Incluso en los peores tiempos debemos recordar que éste es nuestro camino, y que estamos en él para aprender. Incluso en los peores tiempos, cuando nos sentimos perdidos y tantas cosas amenazan con desmoronarse, tenemos que ser conscientes de que todo aquello que afrontamos, puede que nos haga daño, pero también nos hará más fuertes.

LA PRUEBA

Mira: a punto estás de penetrar en el bosque.
Vas a dejar la casa blanca de la cima,
tan plácida, tan llena de música y sosiego,
y ahí te espera el bosque impenetrable.

Irremediablemente deberás cruzarlo:
el bosque que desciende por ladera escabrosa,
el bosque en que no hay nadie
y el bosque en el que puede haber de todo,
el bosque de humedades venenosas,
morada de lo negro
y de una luz que enturbia la mirada,

Entra en él con cuidado y sal sin prisas,
mas nunca se te ocurra abandonar la senda
que desciende y desciende y desciende.
Mira mucho hacia arriba y no te olvides
de que este tiempo nuestro va pasando
como la hoz por el trigo.

Allá arriba, en las ramas,
no hay luces que te cieguen si es de día.
Y si fuese de noche,
la negrura más honda la sierran faros ciertos.
Todo lo que está arriba guía siempre.

Mira, te espera el bosque impenetrable.
Recuerda que la senda que lo cruza
—la senda como río que te lleva—
debe ser dulce cauce y no boa untuosa
que repta y extravía en la maraña.
Que te guíe la música que dejas
—la música que es número y medida—
y que más alta música te saque
al fin, tras dura prueba a mar de luz.

Antonio Colinas

miércoles, 17 de octubre de 2007

El hábito no hace al brujo (I): Skyclad

Cualquier persona que haya empezado a indagar sobre la wicca, se topará con esta alternativa: ¿Celebrar los rituales debe hacerse desnudo o vestido?

Muchos libros y páginas web insisten en que es imprescindible hallarse “vestido de cielo” (skyclad) para realizar cualquier tipo de ritual o hechizo. Las justificaciones son múltiples, así que paso a analizar las que yo me he ido encontrando (seguro que me dejo alguna, podéis aportar más si queréis en los comentarios):

-La desnudez acentúa la igualdad entre los miembros del coven:

Esto es sin duda cierto. Desnudos, todos los seres humanos somos iguales. Celebrando los ritos sin nada de ropa, estamos dejando claro que lo que hayamos traído de fuera no es relevante, y todos somos iguales ante los Dioses. Sin embargo, el mismo efecto puede conseguirse si todos los miembros del coven llevan prendas uniformes, ya sea una túnica del mismo color, unos pantalones y camiseta específicos, o cualquier combinación que se prefiera, con tal de que sea igual para todos.

-La desnudez es un signo de confianza entre los miembros del coven:

También es cierto, pero eso requiere que exista previamente esa confianza, y tiene que ser una confianza verdadera y absoluta. Si alguien se encuentra incómodo con su desnudez (ya sea por sus inhibiciones, porque no le gusta su cuerpo, o por lo que sea), o con la de los demás (porque le hayan educado con la idea de que el cuerpo debe ocultarse, o no sepa a dónde mirar…), o por el contrario, si alguien se distrae admirando el cuerpo de otra(s) persona(s) de una manera sexual, el efecto que se logra es justo el contrario, en lugar de fomentar la confianza, conseguiremos que los miembros del coven estén nerviosos y más pendientes de su estado de desnudez que del ritual.

-La desnudez nos acerca a la Madre Naturaleza, puesto que nacimos desnudos:

Totalmente cierto, y no tengo nada que objetar. Por eso, en los rituales de iniciación, en la medida de lo posible, el aspirante debe estar desnudo, o bien despojarse de sus ropas, para simbolizar su nuevo nacimiento.

-Las ropas estorban la circulación de la energía:

Esto sí que me parece una tontería. ¿No es la energía algo que está en todas partes? ¿No se supone que el manejarla y proyectarla es algo que trasciende el plano físico? ¿Por qué iban entonces a molestar unos cuantos milímetros de tela sobre nuestro cuerpo? Si las ropas obstaculizan el flujo de la energía, entonces no podríamos celebrar rituales que no fuesen al aire libre, porque ¿no estorbarían todavía más los muros y techos de los edificios? Y si es la tela la que puede bloquear las energías, ¿cómo es que hacemos saquitos de tela con hierbas, piedras o amuletos? ¿no estaríamos impidiendo así que la energía que se supone que queremos emplear fluya a través de la bolsa?

-La desnudez nos ayuda a compenetrarnos mejor con la naturaleza en los rituales al aire libre:

Esto también es cierto, si estamos hablando de rituales en verano y/o en un clima amable. En una época fría del año, o incluso una noche fresca de verano, al aire libre, la desnudez nos ayuda a coger rápidamente un resfriado, una gripe, o hasta una neumonía.

-Gardner decía que había que celebrar los rituales desnudo, y la Biblia de las Brujas de los Farrar también lo dice:

Si eres gardneriano y estás iniciado en un coven tradicional, evidentemente tienes que adoptar las tradiciones de tu coven, y si una de ellas es celebrar los rituales “vestido de cielo”, pues es una tradición más, como tallar determinados símbolos en el athame, o seguir un sistema de grados dentro del coven. Pero Gardner decía muchas cosas que las nuevas corrientes de la wicca no siempre aceptan. Si practicas en solitario, no tienes más normas que las que te dicten tu propia lógica e intuición, siempre y cuando conozcas a fondo por qué son las cosas como son antes de rechazarlas sin más, porque te sean incómodas o te obliguen a hacer un esfuerzo.
Los Farrar seguían la tradición alejandrina, derivada directamente de la gardneriana, y por ello observan rituales muy similares, incluyendo la desnudez en los rituales, e incluso remarcan la gran importancia del balance de los sexos dentro del coven, cosa que, como todos sabemos, hoy en día es muy difícil de conseguir, y no por ello es menos auténtico un coven en el que haya una gran mayoría de mujeres o de hombres.

En resumen: ¿Cómo deben celebrarse los rituales? ¿Con nuestra ropa normal, con una ropa ligera, con alguna prenda especial, en ropa interior, en total desnudez…? La respuesta, como siempre es: como tú quieras. Quizá desees estar “vestido de cielo” en los rituales que hagas en casa, y vestirte bien abrigado para los que hagas al aire libre, o comprar (o hacerte) una túnica o ropa “especial” que reserves sólo para estos menesteres.

Después de haber estudiado y comprendido el origen y la simbología de las tradiciones, sabrás cuáles tienen un significado profundo para tí, y cuáles no te dicen nada. Apegarse de manera irracional a algo sólo porque “siempre se ha hecho así” no lleva a ninguna parte, pero tampoco rechazarlo de plano porque “es algo anticuado”.
Investiga, aprende, piensa primero, y decide después.

lunes, 15 de octubre de 2007

Salir adelante

Hay temporadas en la vida (todos hemos tenido alguna) en las que, hagamos lo que hagamos, sin importar cuánto esfuerzo pongamos en el empeño, las cosas no terminan de encajar, y cuando, momentáneamente, parece que una luz nos alumbra, no es más que un destello que vuelve a perderse en la oscuridad.

Pero es justo entonces, cuando más difícil parece, cuando debemos sobreponernos. Buscar en las pequeñas cosas motivos para alegrarnos, no escondernos, no dejarnos llevar. Luchar por recorrer nuestro camino a nuestra manera, hacer de nuestra vida lo que deseamos que sea, y no aquello a lo que las circunstancias nos tratan de amoldar. Avanzar, tan deprisa o tan despacio como nuestras fuerzas nos lo permitan, pero sin pausa.

Y si, en algún momento, el peso de todo lo que llevas sobre los hombros amenaza con hundirte, y te detienes, que sea para tomar aliento, para tomar impulso. Para seguir adelante, siempre adelante.

viernes, 12 de octubre de 2007

[En otras palabras] Piedritas en la ventana

¿Por qué hundirse en la melancolía cuando el mundo entero se despliega ante tus ojos, lleno de maravillas por descubrir? A veces vale la pena aparcar las preocupaciones y disfrutar de lo que cada momento puede darnos.

PIEDRITAS EN LA VENTANA

a roberto y adelaida

De vez en cuando la alegría
tira piedritas contra mi ventana
quiere avisarme que está ahí esperando
pero me siento calmo
casi diría ecuánime
voy a guardar la angustia en un escondite
y luego a tenderme cara al techo
que es una posición gallarda y cómoda
para filtrar noticias y creerlas

quién sabe dónde quedan mis próximas huellas
ni cuándo mi historia va a ser computada
quién sabe qué consejos voy a inventar aún
y qué atajo hallaré para no seguirlos

está bien no jugaré al desahucio
no tatuaré el recuerdo con olvidos
mucho queda por decir y callar
y también quedan uvas para llenar la boca

está bien me doy por persuadido
que la alegría no tire más piedritas
abriré la ventana
abriré la ventana.


Mario Benedetti

miércoles, 10 de octubre de 2007

Gnothi Seauton


Conócete a ti mismo


Dicen que ésa era la frase inscrita en los muros del Oráculo de Delfos, aunque no era la única máxima allí presente, sino tan sólo la que posteriormente llegó a ser más famosa. También dicen que fue acuñada por alguno de los Siete Sabios de Grecia (tal vez Tales de Mileto, tal vez Solón de Atenas, o quizá algún otro…), y que Sócrates, más tarde, hizo de ella una de las bases de su filosofía.
Hoy sigue siendo el mejor consejo que se puede dar.

Porque cuando nos conocemos a nosotros mismos, con nuestras luces y nuestras sombras, sin negar aquello que no nos gusta pero considerando también todas nuestras posibilidades de mejorar; cuando nos conocemos realmente, sin tratar de ocultarnos o de engañarnos a nosotros mismos, sin pretender ser más de lo que somos pero sin creernos menos; cuando sabemos quiénes somos en realidad, entonces estamos preparados para avanzar.

No se puede confiar en uno mismo, ni tener una sana autoestima, ni defender una postura, ni entregarse a otra persona, sin saber primero lo que somos, y aceptarlo con todas sus consecuencias. No podemos aprender de nuestros errores sin saber cuáles son sus raíces. Cuando te conoces a ti mismo, sabes qué te impulsa a seguir, y sabes qué te frena. Sabes lo que realmente deseas, y lo que realmente temes. Sabes por qué estás dispuesto a hacer un esfuerzo, o un sacrificio, y contra qué estás dispuesto a luchar.

Cuando te conoces a ti mismo, eres verdaderamente libre.

lunes, 8 de octubre de 2007

Una pequeña anotación sobre el respeto

No estoy de acuerdo con lo que dices, pero defenderé hasta la muerte tu derecho a decirlo

Evelyn Beatrice Hall,
bajo el pseudónimo de S. G. Tallentyre,
en su libro de 1906, The Friends of Voltaire.

Y añadiré, personalmente... que defender el derecho de alguien a decir lo que quiera, no es defender el derecho a comportarse de cualquier manera. Las opiniones y las creencias son respetables, pero hay que apoyarlas con los actos, de otra manera no se trata más que de adoctrinamiento o hipocresía.
Y si nuestros actos contradicen nuestras palabras… entonces lo que decimos no son opiniones, sino mentiras, palabras vacías, que no merecen ningún crédito.

viernes, 5 de octubre de 2007

[En otras palabras] Perfección

Hay días en los que el universo entero parece sonreir. Miras por la ventana, y todo está en perfecto equilibrio. A veces, hay un día en el que, si alargas la mano, puedes agarrar un sueño.

PERFECCIÓN

Queda curvo el firmamento,
compacto azul, sobre el día.
Es el redondeamiento
del esplendor: mediodía.
Todo es cúpula. Reposa,
central sin querer, la rosa,
a un sol en cénit sujeta.
Y tanto se da el presente
que al pie caminante siente
la integridad del planeta.

Jorge Guillén

miércoles, 3 de octubre de 2007

[Simbología] Formas simples: El punto

No sólo las obras de arte y las tradiciones religiosas poseen simbología. Cada representación de la realidad tiene su propio acervo de significados, incluso las formas aparentemente más sencillas han tenido a lo largo de la historia, y tienen, para cada cultura, y para cada uno de nosotros, múltiples sentidos que trascienden su representación gráfica, aunque no solamos pensar en ello.

Empecemos por el punto. No se puede ser menos ¿no es cierto?

Y sin embargo, un punto puede representar un principio, como el punto de densidad infinita que dio origen al universo en el Big Bang; o un final, como en la escritura.
Un punto implica la no existencia de dimensiones, la intemporalidad. Un punto representa la unidad. Puede expresar la insignificancia, o, por el contrario, marcar un centro, o un lugar en un mapa para resaltar su importancia. Un punto es el lugar donde dos o más realidades se cruzan, la representación exacta de unas coordenadas, una medida de precisión.
Un punto puede ser, dependiendo de la persona, el centro de una diana, un lunar en la piel de la persona amada, un botón que no se debe apretar, la bandera de Japón… un punto puede ser un grano de arena o una semilla. Incluso puede ser, para aquellos que conozcan el chiste, un asterisco con el pelo engominado.

Incluso se emplea con todos estos (y más) significados, habitualmente, en el lenguaje cotidiano. Hay gente que emplea el “Teorema del punto gordo”, y hay quien elogia una acción o un comentario diciendo: “¡Qué puntazo!”. Cuando alguien teje se dice que “hace punto”. Se cocinan las carnes “al punto” o se añade a los guisos “un punto de sal”. ¿Y qué me decís del famoso “Punto G”?

Como veis, hay miles de relaciones detrás incluso de las cosas más insignificantes. Porque lo realmente importante, lo realmente mágico, es el proceso mediante el cual la humanidad aprendió a representar sus ideas y su forma de ver el mundo mediante símbolos, lo que nos permitió empezar a comprender además de percibir.

lunes, 1 de octubre de 2007

[Herramientas] Caldero



El caldero es posiblemente el objeto que más se ha asociado a las brujas después de la escoba. Y, sin embargo, no sólo en el contexto de la wicca, sino, en general, entre las personas que, independientemente de su religión, utilizan la magia, son escasas las que poseen un caldero específico para esos menesteres. Pero aunque en el aspecto práctico haya quedado desplazado, su significación y su tradición hacen que se siga utilizando en algunos ámbitos, en un sentido más puramente simbólico.

¿Qué es un caldero?

El caldero es… bueno, eso, un caldero, una olla de cocina. Tradicionalmente, se utilizaba un caldero antiguo, de hierro, de los de cocinar al fuego, de fondo redondo y preferiblemente de tres patas, pero cualquier recipiente que se use para cocinar puede servirnos.

¿Para qué sirve un caldero?

En primer lugar, para cocinar, desde comida hasta infusiones, decocciones y brebajes varios. También puede usarse, por respeto a la naturaleza en estos tiempos de incendios forestales, para encender dentro un pequeño fuego cuando se realiza el ritual al aire libre, evitando así el hacer una hoguera que podría resultar peligrosa. Sus usos simbólicos son muy parecidos a los del cáliz. El caldero representa al vientre de la Diosa, y puede usarse para hacer ofrendas, para la adivinación por el método de escudriñar, o simplemente situado en el altar como símbolo de la Madre o la Anciana.

¿Cómo debe ser un caldero?

Aunque la imagen clásica del caldero es un enorme recipiente de hierro fundido, con fondo redondo y sostenido sobre tres patas o sobre un trípode hecho a tal efecto, eso no debe limitarnos. Que sea como tú prefieras. Puede ser una enorme olla, un pequeño cazo, o incluso una olla exprés. Puede que quieras utilizarlo para cocinar en el día a día, haciendo del acto de preparar la comida algo sagrado, o puede que ni siquiera lo pongas nunca al fuego, limitándote a tenerlo en el altar. Piensa bien qué usos vas a darle a tu caldero y busca uno adecuado para ellos, no hace falta que lo tengas ya, ni siquiera que lo tengas, así que tómate tu tiempo hasta que des con uno que te guste .

¿Qué simbología tiene el caldero?

El caldero tiene mucho en común con el cáliz. Ambos son símbolos femeninos y representaciones del elemento agua. El caldero incluye en su simbología la del cáliz y el agua, representando a los sentimientos, las emociones, la limpieza y la renovación. Además, dada su relación con el alimento, también lleva implícitos significados de nutrición, abundancia y prosperidad. Como representación del vientre de la Diosa también simboliza el cambio y el renacimiento, y también es un símbolo de curación, como se puede observar en leyendas tan dispares como la griega de Medea y la celta del caldero de Dagda.

¿Qué puede sustituir al caldero?

Sus usos prácticos pueden llevarse a cabo igual de bien con cualquier olla o cacerola, sin necesidad de que esté consagrado o de reservarlo únicamente para ellos. Al fin y al cabo, en estos días incluso podemos hacer una infusión calentando un vaso con agua en el microondas, sin usar ningún cazo. ;)

Para usos rituales, en ausencia de caldero suele emplearse el cáliz como representación de la Diosa y como recipiente, y el pentáculo o una bandeja si se trata de depositar ofrendas.

Nota aclaratoria: Las herramientas no son más que objetos que están dotados de una tradición y una simbología. Hay personas que los utilizan porque encuentran que les ayudan a entrar en un estado de ánimo adecuado, porque son partidarios de seguir las tradiciones, o simplemente porque les gusta. Hay personas que no las utilizan. Una cosa no es mejor que la otra, y no tener herramientas no te impide realizar rituales o hechizos. La magia está en la persona, no en las cosas.
Igualmente, la simbología que pueda tener un objeto en particular depende de la historia, las asociaciones mentales y el aprendizaje de cada uno. Puede que algo signifique para ti una cosa muy diferente que para el resto de las personas y que la simbología tradicional te resulte chocante. No te obsesiones con que todo tiene que ser exactamente como dicen en los libros, pero tampoco trates de imponerle tus imágenes personales a los demás. Los significados simbólicos pueden solaparse y coexistir sin problemas, siempre que sepas de dónde vienen y sean respetados.