martes, 31 de julio de 2007

Esotéricos histéricos

Estoy harta de la gente que mezcla cosas sin ton ni son, que se piensa que va a ser mejor, más interesante o más atractivo por alardear de místico. Estoy harta de ver a tanta y tanta gente diciendo tonterías y estupideces varias, esparciendo su confusión, tratando de darse importancia. Estoy harta de lo místico, lo hermético, lo esotérico.

Empecemos definiendo, como siempre con ayuda de la imprescindible RAE:

esotérico, ca.

(Del gr. ἐσωτερικός).

1. adj. Oculto, reservado.

2. adj. Dicho de una cosa: Que es impenetrable o de difícil acceso para la mente.

3. adj. Se dice de la doctrina que los filósofos de la Antigüedad no comunicaban sino a corto número de sus discípulos.

4. adj. Dicho de una doctrina: Que se transmite oralmente a los iniciados.


¿Es acaso la wicca algo oculto y reservado? Vaya, a juzgar por el número de páginas web que salen en Google al escribir “wicca”, yo diría que es más bien algo del dominio público. Que más de la mitad de esas páginas contengan información incoherente o contradictoria ya es otra cuestión, pero no parece que nadie esté tratando de esconderse.

¿Es impenetrable o de difícil acceso para la mente? Bueno… cualquier persona con una mente lógica y dispuesta a leer más de dos párrafos seguidos puede comprender fácilmente los conceptos básicos. Otra cosa es que haya gente para la que leer y tratar de comprender sea una tarea titánica, pero eso ya depende de la mente de cada cual.

¿Es una doctrina que los filósofos de la Antigüedad no comunicaban sino a corto número de sus discípulos? Pues más bien no, dado que, en primer lugar, surgió el siglo pasado, en segundo lugar, es una religión y no una filosofía, y para rematar, no es que haya precisamente interés por mantenerlo reducido a “un corto número de discípulos”

¿Es quizá una doctrina que se transmite oralmente a los iniciados? Puesto que su fundador aprovechó la primera ocasión que se le presentó para escribir libros definiendo y difundiendo los principios de la religión, yo me inclinaría a pensar que la transmisión oral no era un rasgo primordial.

Por lo tanto, y espero que quede claro de una vez por todas, la wicca no es una rama del esoterismo. Es una religión, como otra cualquiera, no un método misterioso y sobrenatural de hacer magia, ni una filosofía de vida mística, ni nada por el estilo. Que algunos wiccanos (y la mayoría de los que se llaman a sí mismos wiccanos sin serlo) utilicen técnicas de meditación o manejo de energía que pueden aparecer en páginas web del mundillo esotérico, no significa que esas cosas sean una parte inseparable de la wicca.

Si lo que queréis es haceros los interesantes, alardear de ser “especiales”, id a haceros un tatuaje y dejad la religión en paz.

lunes, 30 de julio de 2007

Buscar ayuda

Ayudar a alguien no significa hacer las cosas en su lugar. Pedir ayuda no significa quitarte la responsabilidad de lo que haces y colgársela a otro.
En una búsqueda espiritual, que alguien te enseñe, te aconseje o te eche una mano, no es más que un pequeño paso dentro de un largo camino que tienes que recorrer por ti mismo.

Pero, en lugar de eso, no paro de ver gente que pide una ayuda milagrosa que solucione todos sus problemas, una varita mágica que haga aparecer cuanto desean, sin tener que esforzarse ni trabajar para ello.
Gente que quiere echar la culpa a otros, a la suerte, al mal de ojo, de todo lo malo que le pasa. Gente que se niega a reconocer que la única manera de mejorar su vida es ponerse a hacerlo. Gente que no pide que le ayuden, sino que hagan las cosas por ellos.

Y, por supuesto, siempre hay otras personas que se creen mejores que nadie, que presumen de ser “diferentes” y “especiales”, y para las que poder manejar la vida de otras personas es un reclamo. Y estas personas se erigirán en “magos” o “maestros”, y no perderán ocasión para apropiarse de la voluntad de quienes se ponen en sus manos, regodeándose en su admiración. Y en realidad, nunca prestan ningún tipo de ayuda.

A la gente que de verdad puede ayudar no hay que buscarla. Aparece, sin más, en el momento adecuado. Porque lo único que hacen es darnos un empujoncito para que nos ayudemos a nosotros mismos.

domingo, 29 de julio de 2007

Abrir los ojos

La vida no es fácil. Tiene momentos maravillosos, pero también horribles. Si no fuese así, no podríamos apreciar las cosas que valen la pena.

No vale de nada dar la espalda a lo malo que tiene la vida, refugiarnos en un mundo ideal e irreal, cerrar los ojos a la evidencia y convencernos a nosotros mismos de que todo marcha como es debido.

Porque todos pasaremos por momentos oscuros, sufriremos decepciones y nos toparemos con gente que nos hará daño. Y si no somos capaces de afrontarlo, si nos negamos a ver las cosas y las personas como realmente son, si no aceptamos que nos hemos equivocado, que hemos tropezado, que nos hemos enredado en algo que nos está haciendo mal, nunca podremos superarlo. Nunca podremos salir del bache, y reconocer en el futuro otras circunstancias y personas similares para poder esquivarlas o combatirlas.

Para luchar por aquello que queremos, necesitamos en primer lugar saber qué es lo que no queremos, lo que no necesitamos en nuestras vidas. Abrir los ojos, aventar la niebla que nos ofusca la mente, romper en mil pedazos las telarañas que nos sujetan, poner los pies en la tierra, apretar los dientes, y plantar cara a nuestros miedos, a nuestras dudas, a nuestro dolor. Combatir en lugar de resignarnos. Cambiar las cosas. Y así, cuando hayamos dejado atrás lo que nos paralizaba, poder beneficiarnos de lo aprendido.

viernes, 27 de julio de 2007

[En otras palabras] Colgados del cielo

A veces necesitamos que nos recuerden que no hay nada imposible.
Nada como la voz de Pasión Vega para darle emoción y fuerza a ese pensamiento.





COLGADOS DEL CIELO

Aunque no lo sabe nadie, la luna esta enamorada
de un rubiales que la mira desde la otra cara.
La luna ha perdido el sueño, y vive con la esperanza
Que se pare el universo y un rayo la parta.

Remueve las olas y pregunta por él,
una luna, otra luna, hasta el amanecer.
Y por amor va a buscarlo hasta el fondo del mar.
¿Donde estas vida mía? Que ya no puedo más…

Una noche infinita es todo lo que quiero,
y contigo despertar colgados del cielo.
¡Ay, sol de mis tormentos! Ven cuanto antes,
que me estoy quedando en cuarto menguante.

Aunque no lo sabe nadie, en medio del firmamento,
el sol de tanto quererla se está derritiendo.
Cuentan las malas estrellas, que, justo al caer la tarde,
por un instante sus ojos parece que arden.

Remueve las nubes, apagando su fe,
un día y otro día, hasta el anochecer.
Y por amor va a buscarla hasta el fondo del mar
¿Donde estas vida mía? Que ya no puedo más…

Sólo un día infinito, es todo lo que quiero,
y contigo despertar colgados del cielo
Luna, ven cuanto antes, cúrame este tormento,
que me estoy quedando,
que me estoy quedando,
sin fuego en el cuerpo

Aunque no lo sabe nadie, aunque nadie sabe nada,
ocurrió que un mediodía se hizo madrugada.

Letra y música: Antonio Martínez Ares

jueves, 26 de julio de 2007

Proselitismo

¿Qué lleva a una persona a tratar de convencer a otras de que tiene la razón antes de que nadie le haya llevado la contraria?

Puedo comprender que en las religiones basadas en un concepto apocalíptico de un fin del mundo conocido y una “salvación” exclusiva para unos pocos, exista un deseo de compartir y de ayudar a la gente a alcanzar algo que se considera que es la felicidad suprema, en la idea de que se les está haciendo un gran bien.

Pero, ¿en el paganismo? Uno de los principios del paganismo es la responsabilidad personal. Eso implica que cada persona toma sus propias decisiones libremente, y, si acierta o se equivoca, las consecuencias le competen únicamente a él. Tratar de influir sobre otra persona es coartar su libertad, tomar en tus manos una tarea que corresponde únicamente a él.
Muchas veces he leído en páginas de wicca, que usar magia que afecte a otra persona sin su permiso es poco ético. Como siempre, se da a la magia una importancia que no tiene, como si estuviera aparte de las leyes naturales. No es así. Cualquier cosa que afecte a otra persona es poco ético. No importa que sean palabras, acciones, argumentos: Cada cual tiene derecho a hacer con su propia vida lo que desee, siempre que no haga daño a nadie más. No somos nadie para convencer ni arrastrar a otros a hacer lo que creemos mejor, porque lo que es mejor para nosotros no tiene por qué serlo para ellos.

En cuestiones de creencias, no hay una Verdad Absoluta. Y eso debemos respetarlo. Podemos, y debemos, defender nuestro punto de vista y nuestra religión, pero no tenemos autoridad moral para imponérselos a nadie. Porque la autoridad moral es algo individual que emana de cada persona, y empieza y acaba en su propia vida.

miércoles, 25 de julio de 2007

Crecer

Crecer no significa sólo aumentar centímetros de estatura. Implica tomar conciencia de lo que somos, de lo que queremos, de lo que deseamos hacer con nuestras vidas.

Crecer es dejar atrás la forma de ver las cosas de los niños, el mundo dividido en buenos y malos, la idea de que como somos buenos nada malo nos va a ocurrir, la idea de que siempre habrá alguien o “algo” que nos proteja y nos mantenga a salvo.

Crecer es afrontar la realidad, la vida, tal y como es: compleja, cambiante, maravillosa y aterradora, todo a la vez.

martes, 24 de julio de 2007

Soltar lastre

Al dar los primeros pasos por un camino espiritual distinto a aquél en el que nos han educado, nos lanzamos a aprender cosas nuevas, llevados por la novedad, acumulando información que hasta entonces nos era desconocida, y haciéndonos, la mayoría de las veces, un lío considerable.
Pero en cambio, descuidamos la segunda parte del proceso, tan importante como conocer aquello a lo que nos estamos incorporando: desprendernos de las supersticiones y los retazos de otras creencias que son incompatibles con nuestro nuevo camino.

Evidentemente, no es algo que se haga de hoy para mañana. Es necesario conocerse muy bien a uno mismo, y saber cuáles de nuestras creencias brotan de nuestro interior, representan nuestra propia espiritualidad, y cuáles nos han sido inculcadas o hemos interiorizado por miedo, por ignorancia o por simple conformismo.

No tiene sentido abrirse a una nueva forma de ver las cosas si seguimos anclados a lo anterior; si sentimos miedo o incomodidad cuando hacemos algo en contradicción nuestras antiguas creencias, es que no las hemos dejado atrás. Y sólo hay dos opciones: o dejarlas atrás de una vez por todas, o aceptarlas con todas sus consecuencias y no hacer cosas que se opongan a ellas.

Todos los caminos son igual de válidos, siempre y cuando la persona que transita por ellos los recorra con la seguridad de estar haciendo lo adecuado en ese momento de su vida, de estar en la senda apropiada. No tenemos por qué ceñirnos a unas normas dictadas desde fuera, sólo seguir nuestra lógica, nuestro instinto, nuestro corazón. Encontrar nuestra propia fe, que no tiene por qué tener un nombre. No tenemos por qué ponernos una etiqueta. Si creéis que el Dios cristiano monoteísta tiene una pareja femenina (llamadla Asherah o como queráis), es vuestra creencia, y es tan válida como la de cualquiera. No es, evidentemente, cristianismo, pero tampoco es paganismo. Es algo individual, singular, vuestra propia religión, que os hará tanto bien y os será tan útil como cualquier otra.

Pero si nuestras creencias personales coinciden con las del cristianismo, el budismo, el hinduísmo o la wicca, si estamos tratando de vivir según esas creencias, de conocerlas y conocernos para encontrar nuestro propio camino en ellas, no tiene sentido que tratemos de aferrarnos a otras cosas que no sentimos realmente, que no son más que retazos de lo que un día nos enseñaron, simplemente porque no las hemos mirado de frente, atreviéndonos a distinguir la superstición heredada o impuesta de la fe que llevamos dentro.

Y si lo que deseamos es conservar antiguas creencias, porque estamos realmente convencidos de que son lo que necesitamos en nuestra vida ¿por qué buscamos un camino nuevo?

lunes, 23 de julio de 2007

La hora solar

La naturaleza tiene su propio ritmo. Cuesta aceptarlo, porque vivimos de espaldas a ella, cuando hace calor, ponemos el aire acondicionado y cuando hace frío, subimos la calefacción.
Pero si nos paramos a llenar de aire los pulmones en lugar de respirar superficial y mecánicamente, podemos notarlo en el mismo aire. No es lo mismo el aire del amanecer que el del mediodía, ni el aire de la primavera que el del otoño.

Estamos en pleno verano, y el sol hace bullir la sangre en las venas. ¿No lo notáis? ¿No sentís la fuerza del estío, el fuego solar, inflamando vuestros pensamientos, vuestras emociones? ¿No encontráis nada nuevo en vuestro interior?

Dejad por un momento a un lado la comodidad, la tranquilidad, y dejáos llevar. Tomad este tiempo para lo que es: para regodearse en todo lo bueno que tiene la vida, para dar gracias por la abundancia de la tierra que, pese a todo, sigue nutriéndonos, para disfrutar, para vivir y expresar todas esas cosas que en invierno permanecen aletargadas en nuestro interior.

Salid de casa y abrid los brazos al sol. Llenáos los pulmones con el aire ardiente del verano. Alzáos sobre la tierra y haced todo lo que deseasteis hacer pero nunca hicisteis por falta de voluntad. Inundáos de fuego, desbordadlo, prended el suelo a cada paso.

Ya llegará, a su tiempo, el momento de descansar.

domingo, 22 de julio de 2007

[Herramientas] Athame





El athame es posiblemente la herramienta que más confusión causa. Hay miles de pequeños requisitos, a menudo contradictorios dependiendo de las fuentes, que supuestamente debe cumplir, tanto en su forma como en su función. Sin embargo… recordemos que somos wiccanos, no magos ceremoniales. No hay ningún lugar donde las normas estén grabadas en piedra, y no va a pasar nada si nos guiamos por nuestra lógica y nuestro instinto.

¿Qué es un athame?

Un athame es un cuchillo. Simplemente eso, un cuchillo ceremonial que tiene diferentes usos.
Tradicionalmente, la imagen que se asocia a un athame es la de un cuchillo de hoja larga, de doble filo y mango negro, que se utiliza únicamente con fines rituales y simbólicos. Sin embargo, ninguna de estas características es definitoria en sí misma. Lo que hace que un cuchillo sea considere un athame es que se consagre y se utilice como tal. Puede que no sea de mango negro, que sólo tenga un filo, que sea un simple abrecartas, o que sea un cuchillo de cocina con el que cortas verduras todos los días. Es tu athame, y puedes hacer con él lo que desees, siempre que al hacerlo sientas que estás empleando la energía de la herramienta y no cometiendo un sacrilegio.
Si usar tu athame para cosas cotidianas fuera de un círculo te hace sentir mal, resérvalo para usos rituales y utiliza un bolline (cuchillo ceremonial reservado a las cosas más “prácticas”). Si, en cambio, sientes que al utilizarlo para preparar la comida, estás convirtiendo el acto de cocinar en algo “mágico”, adelante, corta con él cuanto quieras.
Eso sí, un athame nunca dejará de ser un cuchillo. Comprar un athame porque “se supone que debo tener uno” y no afilarlo, o utilizarlo con recelo de su naturaleza cortante, es contraproducente. Si tienes miedo a las cosas afiladas, prescinde del athame y utiliza en su lugar cualquier sustituto factible, pero no falsees su simbología y su esencia.

¿Para qué sirve un athame?

Se usa para muchas cosas. Como ya he dicho, cualquiera de los usos de un cuchillo puede aplicarse a un athame: sirve tanto para cortar y hacer marcas en velas, madera y otras superficies, como para proyectar, captar y focalizar la energía, de una manera similar a la varita, pero ligeramente diferente (nunca podrá ser lo mismo la naturaleza incisiva de un cuchillo que la contundente de una vara). Es la herramienta más utilizada para la apertura y cierre de círculos mágicos. También se utiliza para representar al Dios en el Gran Rito simbólico.

No es indispensable usar un athame para ninguna de estas tareas, puede usarse cualquier otro cuchillo, desde un cuchillo normal a un bolline especialmente consagrado para los trabajos rituales que requieran cortar o marcar, o cualquier otra cosa que sirva para lo mismo, pero muchos wiccanos prefieren utilizar el athame por su valor simbólico.

¿Cómo debe ser un athame?

Como dije al principio, la imagen tradicional es la de un cuchillo de hoja larga (más larga que la palma de tu mano), mango negro y doble filo. Habitualmente, también, el propietario decora el mango, añadiéndole piedras, soldaduras con hilos de metal y cosas similares, o trazando símbolos, runas o sigiles para personalizarlo. Como siempre, la forma, tamaño y características de tu athame dependerán de lo cómodo que te sientas con él.

¿Qué simbología tiene el athame?

El athame simboliza la inteligencia, el impulso, la agresividad y el poder, está relacionado con los elementos aire y fuego, y también es un símbolo masculino. Debido a que lleva implícita la idea de corte o hendidura, se considera que tiene la propiedad de abrir puertas entre diferentes “mundos” o “dimensiones”. Por su forma fálica y su significación, representa al Dios en el Gran Rito simbólico.

No me cansaré de repetirlo: La simbología de un objeto depende mucho de la persona. Cada uno tenemos nuestros significados personales para todo lo que nos rodea, basados en nuestros pensamientos y experiencias. Si a ti una asociación no te dice nada, o, aún más, te resulta chocante, déjala a un lado, y emplea los simbolismos con los que te sientas más cómodo.

¿Qué puede sustituir al athame?

Para sus usos más “prácticos” podemos emplear un bolline (si queremos emplear nuestro athame únicamente para el manejo de energía), o cualquier cuchillo. Si no deseamos, por el motivo que sea, tener un cuchillo dentro del círculo, podemos traer las cosas ya cortadas y utilizar para hacer marcas un punzón o un rotulador.
Las funciones simbólicas del athame, es decir, cualquier acción que implique la recepción o proyección de energía, pueden realizarse con la varita, una punta de cuarzo, o simplemente nuestros propios dedos.

Y, por último, una vez más, sólo me queda recordaros que ninguna herramienta es indispensable, podemos realizar cualquier ritual o hechizo sin la ayuda de ningún objeto.

viernes, 20 de julio de 2007

[En otras palabras] I went to the woods...

Aprovecha cada instante, porque vivir es lo único que realmente importa.


I went to the woods because I wanted to live deriberately.
I want to live deep and suck out all the marrow of life.
To put to rout all that was not life.
And not, when I have come to die,
Discover that I had not lived.

Henry David Thoreau

/Fui a los bosques porque quería vivir a conciencia,
Quería vivir a fondo y extraer todo el meollo a la vida.
Dejar de lado todo lo que no fuera la vida,
Para no descubrir, en el momento de la muerte,
Que no había vivido./

jueves, 19 de julio de 2007

[Mitología] La Ocasión

¿Os habéis preguntado alguna vez de dónde viene la frase “La ocasión la pintan calva”? Pues es pura mitología griega.

Los escultores griegos (se suelen nombrar esculturas de Fidias y de Lisipo, pero nunca he tenido ocasión de ver ninguna de estas estatuas, no sé si se habrán perdido) representaban a la diosa Ocasión, la personificación de la oportunidad, con alas en los pies (y a veces subida en una rueda) para simbolizar lo rápido que pasaba de largo. Además, la diosa llevaba unos largos mechones de pelo a ambos lados del rostro, pero el resto de la cabeza totalmente calva. Esto quería hacer alusión al hecho de que hay que asir la oportunidad cuando la tienes frente a ti, pues cuando pasa de largo, no hay manera de aferrarla.

Para no dejaros sólo con mi breve reseña, agrego dos de las descripciones que, en forma de epigrama, escribieron sobre la Ocasión algunos autores de la antigüedad

Epigrama de Décimo Magno Ausonio,
acerca de la Ocasión


¿De quién eres obra? De Fidias, que hizo la estatua de Palas, y también es suya la de Júpiter; yo soy su tercera gloria. Soy la diosa Oportunidad, poco frecuente y conocida por pocos. ¿Por qué te apoyas en una rueda? No puedo estar fija en un lugar. ¿Por qué calzas talares? Viajo volando. Lo que Mercurio hace prosperar, yo lo estropeo cuando quiero. Cubres tu rostro con cabellos. No quiero ser reconocida. Pero ¿tienes calva la cabeza? “Sí, para no ser cogida al huir”.[...]

Décimo Magno Ausonio, Obras II, pp. 302-303.


Epigrama de Andrea Alciato acerca de la Ocasión

Soy obra de Lisipo, y soy llamada
La coyuntura del tiempo prendido,
De quien no hay cosa que no esté domada.
Estoy en lo más alto y más subido
De aquesta rueda, porque siempre ruedo.
Y el pie de leves alas es fornido
Porque parar no pueda ni estar quedo,
Y para declarar mi delgadeza
Y cuánto desatar y cortar puedo,
Navaja traigo de gran agudeza.
Y porque a quien topare pueda asirme
Cabello dio delante a mi cabeza.
Y por si alguno permitiere irme
No pueda por detrás después tomarme,
Prendiéndome con mano cierta y firme,
Quiso de la cabeza despojarme
De los cabellos la parte postrera
Y en público lugar manifestarme
Para que vista fuese de cualquiera.

Andrea Alciato. Emblemas. Emblema 121

miércoles, 18 de julio de 2007

Prejuicios

Hoy toca otra de RAE:

prejuicio.

1. m. Acción y efecto de prejuzgar.

2. m. Opinión previa y tenaz, por lo general desfavorable, acerca de algo que se conoce mal.


prejuzgar.


(Del lat. praeiudicāre).

1. tr. Juzgar de las cosas antes del tiempo oportuno, o sin tener de ellas cabal conocimiento.

A veces juzgamos a una persona por su aspecto, por la manera en que nos saluda, o por unas palabras sueltas que le oímos decir. Y la encasillamos, y nunca volvemos a acercarnos para comprobar si lo que tan apresuradamente pensamos refleja o no la realidad.

Otras veces, las propias personas se empeñan en prejuzgarse a sí mismas, en alardear de unas actitudes o unas creencias, para que todos los que les conocen les vean de una determinada manera.

Ninguna de las dos cosas resiste a una actitud abierta, a un examen atento, no de lo que una persona dice o aparenta, sino de cómo actúa.

Son las acciones individuales de las personas lo único que podemos juzgar, no sus pensamientos ni sus palabras. Cometer un asesinato es un crimen. Pensar que mataríamos a alguien no.
Si un hombre repìte sin cesar que las mujeres son tontas, inútiles y deben someterse al hombre, pero las trata a todos los efectos como si fueran sus iguales, ¿qué me importa lo que diga?

Hay que observar primero, y juzgar después. Y, sobre todo, estar dispuestos a cambiar nuestro juicio si lo que observamos cambia.

martes, 17 de julio de 2007

[Noticias] Tomar el humor con humor


Ha aparecido una simpática noticia en El País de hoy que me gustaría comentar:

Homer Simpson en Cerne Abbas


(La imagen está tomada del mismo artículo, en la Edición Digital de El País)

La idea es buena, y la ejecución aún mejor: se han preocupado de que sea totalmente inocuo para el medio ambiente, de que desaparezca con la lluvia, y de situarlo a una distancia adecuada. Pero, como siempre, hay gente que no tiene nada mejor que hacer que protestar por todo. Gente que sólo se ríe cuando puede reirse de otros.

Los símbolos son sólo eso: símbolos. Representaciones de una idea o una realidad. Muchos han acumulado a lo largo del tiempo una intensa carga emotiva para muchas personas, pero eso no los convierte en algo superior, divino, intocable… sólo los convierte en algo que vale la pena preservar, pero que nunca, bajo ningún concepto, merece que se llegue al fanatismo, al rechazo, al odio, por su causa.

Algunos paganos se rodean de un halo de santidad y de misticismo, alegando una antigüedad y una pureza para sus creencias que ni siquiera saben si es real, limitándose a repetir lo que otros les han contado y escudándose en ello. Miran por encima del hombro las creencias y símbolos sagrados de los demás, creyéndose superiores. Pero, por supuesto, no toleran que se trate a sus símbolos como lo que son, poniéndolos a la altura de todos los demás símbolos del mundo.

Los símbolos evolucionan, al igual que las palabras, se adaptan a la mentalidad de los tiempos, van añadiendo significados, asociándose a cosas nuevas, sirviendo de base para nuevos conceptos y nuevos símbolos. El humor también se basa en símbolos y en significados, en jugar con las palabras y las imágenes, dando una vuelta de tuerca a lo que conocemos, permitiéndonos verlo desde una nueva perspectiva que nos confronta con lo extraño, lo ridículo, lo irónico... de lo que rígidamente dábamos por sentado.

El buen humor nunca sobra, nunca está de más. Nos permite ver cómo somos, y reirnos de lo que vemos. Sólo una mente amargada, fanática y mezquina puede negarse a la risa.

lunes, 16 de julio de 2007

Gracias

La responsabilidad por nuestros propios actos no sólo implica pensar en las consecuencias de nuestros actos antes de hacerlos y tratar de enmendar nuestros errores. También significa que debemos estar agradecidos por todas esas cosas que hemos hecho, esas decisiones que hemos tomado, esas casualidades que nos han cambiado el rumbo… todo lo que nos ha llevado a estar donde estamos y ser quienes somos.

Agradecer a la vida todo lo que nos entrega, y hacer algo por todos aquellos que han hecho algo por nosotros, aunque no sea más que un “gracias” y una sonrisa, o un abrazo.

Hay en nuestra vida muchas personas que nos aportan cosas, nos enriquecen, nos enseñan, que comparten con nosotros parte de ellos mismos. Gente cuya compañía hace el mundo un poco más agradable, más brillante, mejor. Y a veces tomamos lo que nos dan sin ser conscientes del inmenso regalo que nos están haciendo.

Acerquémonos a esas personas, a todo aquel que nos ha entregado algo de sí mismo, y atrevámonos a agradecérselo como se merece. Atrevámonos a decir “Gracias por ser tú, por estar ahí, por lo que has compartido conmigo”. Atrevámonos a expresar nuestro cariño y nuestro agradecimiento a todo aquel que se lo merezca. Mantengamos la energía en movimiento, dando y recibiendo, dejando fluir nuestras emociones en lugar de reservarlas en secreto, como si se pudiesen gastar.

Al menos, yo desde aquí quisiera agradecer a todas esas personas que llenan mi vida de buen humor, de experiencias, de calidez. Que me han hecho reir, y asombrarme, y sentirme comprendida. A veces no es posible daros un abrazo a todos, pero sabéis que estáis en mi corazón.

A todos vosotros, hermanos, amigos… vosotros sabéis quiénes sois: Muchas gracias. Por todo.

miércoles, 11 de julio de 2007

[Yo y mis circunstancias] Donde sople el viento

Imagino que os habréis percatado de que llevo unos días sin actualizar. A veces la vida te arrastra como un vendaval, zarandeándote, llevándote a sitios y a personas que jamás soñaste.
Cuando esto ocurre, no siempre es posible tener acceso a internet, ni siquiera mantener unas rutinas básicas, porque arriba, abajo, delante, detrás, antes y después, dejan de tener sentido.

Si alguien me ha echado de menos, sólo me queda disculparme. Volveré en cuanto pueda, en cuanto vuelva a tener los pies sobre la tierra.

Este verano está siendo un tiempo de grandes cambios...

viernes, 6 de julio de 2007

[En otras palabras] El Laberinto de las Mil Puertas

A veces damos vueltas en círculo, enganchados al mismo lugar, las mismas cosas, las mismas actitudes. Queremos ir más allá, pero nos movemos siempre en el mismo plano, y no logramos encontrar una salida. Y es que la clave no es de dónde partimos, sino hacia dónde queremos ir.

[…]

-Los caminos de Fantasia -dijo Graógraman- sólo puedes encontrarlos con tus deseos. Y sólo puedes ir de un deseo a otro. Lo que no deseas te resulta inalcanzable. Eso es lo que significan aquí las palabras «cerca» y «lejos». Y tampoco basta con querer marcharse de un lugar. Tienes que querer ir a otro. Tienes que dejarte llevar por tus deseos.

-Pero si yo no deseo marcharme... -respondió Bastián.

-Tendrás que encontrar tu próximo deseo -contestó Graógraman casi serio.

-Y si lo encuentro -preguntó Bastián-, ¿cómo podré marcharme de aquí?

-Escucha, señor -dijo en voz baja Graógraman-: hay en Fantasia un lugar que conduce a todas partes y al que puede llegarse desde todas. Ese lugar se llama el Templo de las Mil Puertas. Nadie lo ha visto nunca por fuera, porque no tiene exterior. Su interior sin embargo, está formado por un laberinto de puertas. El que quiera conocerlo, tiene que atreverse a entrar.

-¿Cómo es posible, si uno no puede acercarse por fuera?

-Cada puerta -prosiguió el león-, cada puerta de Fantasia entera, hasta una puerta completamente corriente de establo o de cocina, incluso la puerta de un armario, puede ser, en un momento determinado, la puerta de entrada al Templo de las Mil Puertas. Si el momento pasa, la puerta vuelve a ser lo que era. Por eso nadie puede entrar una segunda vez por la misma puerta. Y ninguna de las mil puertas conduce otra vez al lugar de dónde se vino. No hay vuelta atrás.

-Pero, cuando se está dentro, ¿se puede salir otra vez a alguna parte?

-Sí -respondió el león-, pero no es tan fácil como en las casas corrientes. Porque a través del laberinto de las mil puertas sólo puede guiarte un deseo auténtico. Quien no lo tiene ha de vagar por el laberinto hasta que sabe lo que desea. Y a veces hace falta mucho tiempo para eso.

-¿Y cómo se puede encontrar la puerta de entrada?

-Hay que desearlo.

Bastián meditó largo tiempo y dijo luego:

-Es extraño que no se pueda desear simplemente lo que se quiere. ¿De dónde vienen realmente los deseos? ¿Y qué es eso, un deseo?

[…]


Michael Ende, La Historia Interminable, Cap. XV: Graógraman, La Muerte Multicolor

jueves, 5 de julio de 2007

Fe

La fe es un regalo divino. No se puede obtener razonando, ni examinándola con microscopio. No se puede alcanzar sólo con desearla.
La fe es algo que brota del interior, no algo que llegue desde el exterior. Nadie te la puede entregar, sino que debes hallarla dentro de ti mismo.

Mucha gente vive una vida plena y feliz sin necesidad de ninguna fe ni creencia. Personalmente, les admiro. Al igual que admiro a aquellos que tienen una fe íntima y personal, que guía sus pasos sin sesgar su razón.

La fe es un don maravilloso, y a veces olvidamos apreciarla en lo que vale.

Valoremos nuestra fe, porque es la base sobre la que avanzamos por nuestro camino espiritual. Es la guía que nos orienta para no perdernos en sus recovecos. La fe es la que nos permite dirigir nuestros propios pasos sin necesidad de obedecer ciegamente las enseñanzas de cualquier autoproclamado maestro. La fe es la llama que arroja luz sobre todo aquello que vemos y lo dota de un significado trascendente.

La fe es un pequeño milagro cotidiano. Démosle el valor que se merece.

miércoles, 4 de julio de 2007

[Libros] Cada cosa en su sitio

Llevo tiempo dándole vueltas a la idea de recomendar algunas lecturas que a mí me resultaron reveladoras, me sorprendieron o me inspiraron, y al mismo tiempo hacer una crítica, lo más constructiva posible, de otros libros que me parecen confusos, incompletos o falaces.
Pero temo toparme con unos cuantos problemas relativamente comunes:

Por un lado, que alguien confunda una recomendación de una buena novela histórica con una aseveración de que su contenido es históricamente fiable. No soy historiadora, y, si me gusta un libro porque lo encuentro lo suficientemente auténtico, no quiere decir que no tenga fallos, alguno incluso garrafal, que se me pueda haber pasado por alto o que, habiéndolo visto, no me haya parecido que restase calidad al conjunto.

En segundo lugar, que alguien pudiese considerar mi opinión personal como algo estricto. Que a mí un libro me pareciese muy bueno, o que obtuviese de él ideas que me iluminaron y me sirvieron de guía posteriormente, no quiere decir que a todo el mundo le pase lo mismo. Procuraré razonar mi crítica de la manera más precisa posible, pero muchas veces el único motivo para que un libro me llegue es “tiene algo que me produce una agradable sensación”, y eso es totalmente individual. Igualmente, cualquier libro tiene algo bueno que sacar, aunque no sea más que un criterio más claro sobre qué no deberíamos asociar con la wicca o cuál no es la manera adecuada de escribir un libro sobre creencias. No quisiera que nadie dejase de leer un libro sólo porque a mí no me sirvió de gran cosa.

También temo que alguien confunda mi preferencia por algún libro con mi apoyo a los valores o creencias de su autor, o a su propio autor. Los escritores no deben ser buenas personas, no deben caernos bien, ni tenemos por qué estar de acuerdo con ellos. Sólo deben hacer bien su trabajo: escribir historias o divulgar sus conocimientos de una manera precisa, auténtica y lo más grata posible. Que yo opine, por ejemplo, que tal o cual libro es el más adecuado para empezar a leer sobre wicca, no implica que coincida punto por punto con todas y cada una de las afirmaciones que hace su autor, sólo que considero que, en general, está bien fundamentado, carece de errores de bulto y/o tiene unas explicaciones muy claras, lo que lo hace adecuado para principiantes.

Por último, y lo que más me preocupa, quisiera que siempre quedase totalmente clara la diferencia entre realidad y ficción. Muchas novelas (y películas, y series, pero de eso también tendré que hablar en otra ocasión) utilizan un ambiente “wiccano” o “mágico” para desarrollar la historia. Algunas son grandes obras, otras mediocres, otras son directamente malas. Algunas están bien documentadas y otras caen en tópicos o en errores garrafales. Pero todas son obras de ficción, y el trasfondo está al servicio de la historia.
Que yo opine que una novela cuya protagonista dice ser wiccana (o bruja) y en la que se narran rituales o hechizos es un libro interesante o inspirador, no quiere decir que crea que todo lo que se hace en la novela es real y que los hechizos y/o los rituales sean prácticas wiccanas auténticas. Sólo quiere decir que la novela me ha gustado. Sólo eso. También me gusta mucho El Señor de los Anillos, hay algunas frases de Tolkien que considero buenas lecciones para mi vida, y eso no quiere decir que creo que existan los balrogs.

Una vez quedan claros todos estos puntos, en un lapso de tiempo relativamente breve, me atreveré a empezar a comentar algunos libros que considero particularmente buenos, o particularmente malos. Espero que os guste.

martes, 3 de julio de 2007

Demagogia

Es fácil apelar a sentimientos universales. Reclamar para uno mismo el nombre de sabio, de justo, de virtuoso, de mártir.
Es fácil retorcer el significado de las palabras, ocultar hechos y tergiversar historias. Sentirse diferente, y superior, basándose en argumentos falaces.
Es fácil apelar al rencor, al miedo, a la envidia, a la ignorancia. Marcar a fuego a los otros con etiquetas que les denigren y justifiquen nuestro desprecio.
Es fácil decirle a la gente lo que quiere oir, y dejarse aclamar, y lisonjear por ello.

Es fácil, y no es honesto.

No estamos aquí para convencer a nadie, para que nos idolatren, ni para pastorear ovejas que nos sigan ciegamente.
Estamos siguiendo un camino, y aquellos que se nos unen y caminan a nuestro lado un trecho, corto o largo, no son nuestros discípulos, sino nuestros iguales.
Cuando damos, recibimos otro tanto. Cuando enseñamos, aprendemos. Nuestras palabras no son la Ley, ni la Verdad, porque ley y verdad se escriben con minúsculas, y son específicas para cada instante, cada lugar, cada persona. Y cada persona debe aprender cómo actuar, en cada instante y lugar, con los datos y las habilidades de que dispone, no ceñirse a una Norma impuesta y nunca razonada.

No hay nada absoluto, porque el mundo está en perpetuo cambio. Creer que siempre tendremos razón es un grave error. Subirse a un púlpito a gritar lo buenos que somos y lo malos que son los demás es una insensatez. Utilizar las palabras como arma es un abuso intolerable.

lunes, 2 de julio de 2007

Altibajos

El esfuerzo y la constancia son importantes cuando empieza un camino espiritual. Pero también lo es tanto o más el ser capaz de volver a empezar cuando se ha perdido el norte.

No siempre podemos dedicar todo el tiempo que quisiéramos a nuestra religión. Hay muchas otras cosas que requieren nuestra atención, y muchas trabas que nos descorazonan y nos hacen detenernos en nuestro aprendizaje. Pero hay que seguir avanzando. Si dejamos de aprender, si dejamos de esforzarnos, nos estancamos, y corremos el riesgo de fanatizarnos, de idealizar la etapa en la que estamos y creernos que no necesitamos nada más.

Es normal que en cualquier camino existan altibajos, grandes descubrimientos y grandes decepciones, pero no debemos dejar que ni unos ni otras nos hagan perder el rumbo. Si caemos, podemos volver a levantarnos. Si nos abandonan las fuerzas, es bueno esperar, descansar, para retomar el camino cuando dispongamos de nuevas energías. Quizá descubramos que el camino que seguíamos no nos llevaba adonde queríamos llegar, y tomemos un camino nuevo. Pero siempre hacia adelante.

domingo, 1 de julio de 2007

[En otras palabras] El poeta dice la verdad

Aquí y ahora, estamos vivos. Aquí y ahora, el mundo entero despliega su magia a nuestro alrededor.
No esperemos, no dejemos las cosas para mañana, no tengamos miedo a actuar.
Atrevámonos a pedir lo que deseamos. Atrevámonos a entregar lo que queremos compartir.

Atrevámonos a luchar por ser felices.
EL POETA DICE LA VERDAD

Quiero llorar mi pena y te lo digo
para que tú me quieras y me llores
en un anochecer de ruiseñores,
con un puñal, con besos y contigo.

Quiero matar al único testigo
para el asesinato de mis flores
y convertir mi llanto y mis sudores
en eterno montón de duro trigo.

Que no se acabe nunca la madeja
del te quiero me quieres, siempre ardida
con decrépito sol y luna vieja.

Que lo que no me des y no te pida
será para la muerte, que no deja
ni sombra por la carne estremecida.

Federico García Lorca